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—¡POR FAVOR, SAEBOM JURO QUE NO TE VUELVO A PEDIR NADA EN LA VIDA!
——La menor iba detrás de su hermana por toda la casa rogando por aquel número telefónico. La otra solo le ignoraba mientras comía chocolate.

—He dicho que no más de dos veces, Saerin.

—Pero... Ya te dije que no le diré que tú se lo diste...¡Por favor! Es solo un número.

—¡No puedo dar su número sin su consentimiento! Y apuesto a que si le cuento de ti y tu amiga dirá que "NO", deja de insistir. Si tanto quiere hablarle que lo haga ella misma, y que deje de utilizarte a ti.

—No me utiliza, ella solo es... Tímida con los chicos, ¡Además es mi mejor amiga y prácticamente es mi deber ayudarle en estas situaciones!

—Pues ve y pídele su número a Jimin en persona, yo no te daré nada.

Se encerró en su cuarto, azotando la puerta. Saerin mordía sus uñas mensjaeando con su amiga Celine, le decía que era imposible sacar esa información a su hermana.
“¡Es difícil más no imposible, solo inténtalo! ¡Esfuerzate más! ” contestó su rojiza amiga.

“Si no... Entonces pretendere que mi hermano no te gusta tanto que ni siquiera luchas por lo que quieres”.

Tocaron su puerta. ——Hey, cuando lleguen, dile a mamá y a papá que salí un momento.

—¿A dónde irás?

—Por ahí.

—¿Saldrás con Jimin?

—Tal vez.

—¿Puedo ir? ——entusiasma brinco en su cama.

—No.——dio la vuelta bajando las escaleras que a su momento se había encargado de subir.

—¡Pero dijiste que yo podía pedirle el número en persona!

—Claro pero cuando no esté conmigo, no me usarás de ventaja.

—¡Por favor! Celine se muere por él, de verdad tú no ves lo que yo, como habla de él y guarda sus fotos...

—Ah mira, al parecer ella es la sasaeng no tú, suerte con eso.

—¡Saebom!

—Regresaré más tarde. ——salió de ahí y corriendo hacia su ventana vio al chico fuera de casa, ambos caminando juntos mientras se alejaban.

—Debe existir una manera de obtener ese número... Piensa, piensa... ¡ya sé!

A hurtadillas entró a la habitación de su hermana, rebuscando entre sus cosas para encontrar alguna agenda personal que pudiese tener.
Sacaba sus cajones los vaciaba para luego poner las cosas en su lugar.
—¡Ay, vamos! Esto debe ser una broma, ¡Debe haber un lugar donde ella anoté los números telefónicos de sus amigos! ——guardo silencio—— Aunque no tiene muchos amigos pero... Algo tiene que haber aquí que me ayude a ganar tiempo o al menos a que Celine me crea y sepa que le ayudaré a salir con él. Así yo podré estar con Zack y tendremos citas dobles ¡Que maravilla!

Al ponerse de pie, sintió que pisaba algo, una pequeña libreta de bordes azules y amarillos, con un listón como candado de seguridad.

—Este debe ser el lugar donde guarda todos sus borradores. ——admiró la portada—— ¿Podría tener aquí su número? No, no, no creo. ——aventó la libreta a la cama. ——Pero quizá... Si doy un vistazo.

Lo abrió encontrándose con cosas que no entendía, y no era por la caligrafía de su hermana, si no por las metáforas que usaba al escribir. Hojeo el cuadernillo aburrida y rendida de poder darle alguna prueba a su mejor amiga. Hasta que el lápiz de Saebom en medio de unas páginas la dejó impactada.
Unos dibujos de Jimin confundieron a la menor.
—¿Es Jimin... En ballet? Vaya Saebom tiene más imaginación de la que pensé. ——leyó las hojas continuas abriendo los ojos cada vez más.