﹁me and you.

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Sentados espalda con espalda estaban un piso más arriba del lugar donde Jimin entrenaba, Saebom quedó frente un dibujo suyo en la pared, gritaba sus brazos aún desconcertada por todo.
—¿Ella te dijo eso?

—Sí, lo hizo. Luego de que confesara todo, te busqué en tu habitación pero ya no estabas, te habías ido.

—¡Esto no es justo! Ya estaba decidida a rendirme contigo, a irme.

—¿Tan decidida que viniste a verme?——molestó.

—¡Solo lo hice porque el novio de mi hermana insistía mucho! Además...solo te ví bailar una vez y en esa ocasión tus pasos, tu fluidez me transmito tanta paz, que quise volver a experimentar. Mi plan era solo...ver un fragmento de tu presentación y luego desaparecer pero...tenías que verme.

—Tengo un radar para localizarte.——parecía de buen humor —— Estaba muy nervioso hoy. Había más personas de lo habitual y esa cantidad de gente que vino hoy venía a mirarme a mi...me sentí especial y que debía dar el doble de esfuerzo para que sepan que no mentía al decir que soy bueno en esto...Aunque fue difícil porque mientras bailaba solo podía pensar en una cosa.

—¿En qué?

—En como deseaba que estuvieses aquí.

A pesar de estar de espaldas sintió a Saebom agachar su cabeza algo avergonzada por lo que dijo.
—Sé que dijiste que no necesitabas una disculpa mía, pero aún así lo haré.

Resaltó su rostro, echando los mechones de cabello que cubrían este, los paso detras de sus orejas cuidando no hacerle daño. Se encontraba frente a ella, sus ojos marrones sobre ella nuevamente la hicieron suspirar.

—Perdóname. ——relamio sus labios antes de continuar, sonriendo a medias —— Si te hubiese dejado explicar todo esto...el resultado habría sido diferente. Lo primero que supe fue que tú habías publicado eso, y que la gente a mi alrededor estaba molesta conmigo por ocultar lo que amo. No tenía porqué enojarme contigo, nunca tuviste la culpa, y aún así...intentaste decírmelo yo solo me comporte como un grandísimo patán.

—No sabías que no había sido yo, supongo, tu reacción fue bastante normal...

—Saebom, lloré el día que decidí alejarme de ti, cuando me determine a no tenerte cerca, dolió. También pensé en ello, ¿Sabes? Sobre la magnitud de mi cariño por ti que hacia que todo se volviera gris y frí o cuando ya no te tuve conmigo.

Acarició su mejilla, ella la recargo en su mano, no se movió ni un poco al contrario daba círculos con la yema de su pulgar.
—Creo que parte de mi estaba consciente que no encontraría en otro lugar lo que ví en ti.

—Ni la manera en la que me hacías sentir con tu compañia.——continuó  Saebom.

Jimin asintió acercando su rostro, rozó las puntas de sus narices.——“¿Cómo se volvió tan indispensable para mi?” me cuestionaba todas las noches...

—¿Encontraste la respuesta?

—La encontré ahora que te tengo aquí.

—¿Cuál es?

—No importa cuánto tiempo pasó, o pase. Mi meñique encajó con el tuyo como si de piezas de rompecabezas habláramos, el destino tiene algo grande para nosotros...Juntos.

—Jimin, te extrañe mucho.

—Yo a ti el doble.——se abrazaron, cayendo al piso.

—Van...me odiará más si me ve cerca de ti otra vez.

—¿Eso qué importa?

—Qué arruinare su futuro noviazgo.

—Para nada, ella me gusta mucho, sí. Pero tú eres tú, y si quiere seguir conmigo debe saber que solo tú y yo sabemos qué tanto pasamos y qué tanto sentimos, la verdadera razón por la que no queremos soltar esto.

—¿Y si ella no quiere estar contigo?

—Yo perdoné a Juryeom que casi te mata allá, así que ella debe hacerlo.

—Ese día... ¿Te preocupaste por mi?——fingió desinterés.

—Por supuesto que lo hice. Me asuste mucho cuando el auto casi se estampa con nosotros, temía por tu bienestar, no sabía cómo acercarme, luego ocurrió lo de tu ahogamiento y ya no me importó si alguien decía algo sobre eso, no dudé ni un maldito segundo para entrar por ti.

—¿Fuiste...?

—Yo, yo fui. Y recuerdo lo mucho que mis labios temblaban cuando no despertabas, jamás me habían sentido tan aterrado como ese día.

—Me...besaste.——cubrió sus labios.

—Solo fue RCP, no un beso.——aclaró riendo.

—Sí, bueno, eso.——rascó su nuca.

—Déjame estar de nuevo en tú vida, estar a tu lado y caminar juntos sin rumbo.

—¿Debería dejarte realmente? ——arqueo una ceja—— Tal vez me arrepienta en algún momento...y no creo que te necesite tanto...

—Saebom...——insistió sonriendo.

—Seamos tu y yo de nuevo, entonces.

—¿Juntos como un pan para hotdogs que necesita mayonesa?

—Tú eres la mayonesa.

—Y tú mi pancito.

—Ya debe ser tarde, tengo que irme a casa.——sacudió su gabardina.

—¿Qué hora es?

—11:30 pm.

—Quédate...30 minutos más.

—¿Y cómo volveré a casa? ¿Corriendo?

—Existen los taxis.

—No me dan confianza ¡mucho menos a estas horas! ¿Para qué quieres que me quedé?

—Estoy seguro que no viste el recital completo.

Se deshizo de su gran chamarra dejando a la luz el traje hecho  a la medida que uso en su presentación.

—¿Qué harás?

—Quiero bailar para ti.

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