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―¿Clases de box?―― Saebom sorbía a la vez que movía su pajilla en círculos para batir la crema restante en su licuado.
Era el segundo fin de semana que había pasado acompañada de Jimin, el chico fingía golpear el aire mientras comía un chocolate.――Sí, asisto ahí de vez en cuando.
Aventó la mitad de su dulce hacia ella para que le atrapara y degustara de él. 
―Suena a que tienes mucho tiempo libre.

―En realidad asisto por las noches, para despejar mi mente, ¿Tú qué haces en tu tiempo libre? ¿No crees que ya merezco saber algo de ti?

Encogió sus hombros estirando sus mangas al centro de su mano.――Supongo que escribir pero eso ya lo sabes.

―¿Qué cosas te gustan escribir? ――interesado se sentó frente a ella.

―Sobre...cualquier cosa.

―¿No eres una chica de muchas palabras, cierto?――Saebom le observó suspirar―― Está bien.
Él realmente se esforzaba para sacar una pequeña conversación cada que estaba con ella, levantó su vista al cielo que oscurecía poco a poco, el viento despeinaba sus cabellos, así que Jimin cerraba sus ojos disfrutando de eso.
―A veces escribo sobre lo que me gusta, lugares, platillos, personas, de mi.――sintió la mirada del chico―― No tengo alguna preferencia para ser sincera. Solo dejo que mis letras expresen lo mejor posible mis sentimientos en algunas situaciones.

―Se escucha fascinante.

―Sí cómo no.

―¡De verdad! 

―Debes preferir escuchar a alguien hablar sobre cosas más divertidas, entretenidas o alocadas, ese tipo de cosas que hacen los jóvenes normales.

―¿Por qué tu no serías una joven normal? si escribir es tu diversión no te hace rara, además...――estiró sus brazos―― Si prefiriera eso no pasaría tiempo contigo estos días, ¿Lo haz pensado? Por cierto, ¿Cómo te va con la historia? 

―Supongo que mañana ya citaré a todos para por fin tener clases.

―Esperemos y quieran ir luego de que mandarás a todos al demonio.

―¡No los mande al demonio! solo dije que necesitaba más tiempo y no tenía caso que fueran si no hacían nada.――defendió.

―Si cómo no.――imitó――Apuesto a que será una buena historia.

―Lo dices porque el personaje principal está inspirado en ti.

Negó con una sonrisa.――Podría ser cualquier chico, no hay nada de especial.

―¿Eso qué fue?――cuestionó.

―Nada.――reía sin razón―― ¿Te llevo a casa?

―Me iré caminando, descuida, se te hace tarde para tus clases de box, ¿no? está bien si hoy vuelvo a casa sola. 

―Saebom...

―¿Sí?

Parecía querer decir algo pero movía los brazos rendido.――Ten cuidado.

Se alejaba de ahí mientras él mordía su labio algo dudoso, dio la vuelta para ir por su lado.

―¡Cuéntame! ¿Qué tal hoy? ¿Jimin te contó algo nuevo?――Saerin ansiosa saltaba en su cama.

―¿Por qué si te gusta tanto no vas y le hablas tú?

―No,no, a mi no me gusta. A Celine sí.

―¿Celine la peliroja de tu clase?

―Sí, está que se muere de celos porque le dije que pasa tiempo contigo.――Saebom la miro molesta la chica solo cubrió su boca.