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﹁too young, too dumb.

Hoja tras hoja terminaban con rayones por todos lados, la desesperación de no poder simplificar mis emociones en palabras como antes.
Vamos no había pasado tanto tiempo, es cuestión de práctica.
¿Qué rima con Jimin?
—¡Saebom ya tenemos que irnos!
Mi equipaje estaba hecho desde la noche pasada. Antes de subir al taxi para la central de autobuses mamá me dedicó una mirada llena de fortaleza.
Pensé en ello antes de dormir, ella tenía mucha razón.

La asignación de autobuses era de acuerdo a las clases actuales, la capacidad de cada autobús era reducida así que apenas y 4 autobuses podían llevar a la cuarta parte de todos los estudiantes que asistiremos.

No perdí mi oportunidad de ir en la parte de atrás, le desee a mi hermana un camino seguro, saqué de una frazada de color rosado para dormir un poco en el trayecto.
Agradecía que mis nuevos compañeros de clases fueran tan callados, de esa manera hechar una pestaña no era tan difícil.

“Puedes hacerlo” repetía bajando del pasamanos, después de presumir que no necesitaba de tanta fuerza para hacerlo “Hay una gran diferencia entre tu cuerpo y el mío ¿sabes? ” baje del primer escalón que estaba lleno de tierra mojada, debido a que éramos los únicos jugando mientras lloviznaba “Yo creo que puedes hacerlo, pero no quieres intentarlo” retó, levanto su rostro para que las pequeñas gotas dieran en su pálido rostro con esos labios rechonchos de color rojo “La última vez que lo intente tenía 15 y me caí, me hice un feo raspon” puse una mano en el primer tubo antes de suspirar “Descuida, la caída no dolería taaaanto” burló, negué haciendo muecas por su pesado chiste cuando sentí mis piernas siendo levantadas hasta que me sentó en su hombro “Además no te dejaría caer, vamos ¡hazlo! ”.

Abrí los ojos suavemente ante el sonido de un claxon, mire a mi ventana para ver un auto aproximarse de prisa hacia mi dirección, el conductor en una maniobra salió del camino evitando el impacto y frenando bruscamente.
Todos lanzaron un pequeño grito de miedo y asustados por lo que pasó veían a sus lados que no hubiera más peligro.

—¿Están todos bien?

Inhala, exhala, inhala... No, no puedo inhalar.
Usaba mi boca para que el aire entrara más rápido pero no era suficiente, me sentía con falta de aire como un pez que carecía de agua.
Y estaba asustada, lo que empeoraba las cosas. Me puse de pie asomando mi cabeza hacia el aire libre y que el viento me ayudar a calmar está escasez que sentía.

Suspiro luego de que logre controlar mi respiración.
Mi corazón seguía latiendo muy rápido.
—¿Te encuentras bien, estás pálida? ——un chico preguntó caminando hasta mi.

—¡Estoy bien! ¡Ya podemos continuar!

—¿Segura? ——insistió.

—¡Por supuesto!

Ofreció un caramelo. ——Para que el mal sabor de boca se te vaya, no es mucho, pero algo es algo.

Agradezco dando una reverencia, el autobús se pone en marcha luego de que el conductor volviera después de dar su testimonio  a un policía cercano.
Mis ojos se posaron en los movimientos del chofer, al frente, y noté a Jimin girar rápidamente, desviando su mirada.

¿Había estado viéndome todo este tiempo?

Volví a acobijarme, está vez sin poder dormir.

El suceso me había quitado el sueño.

—¿Fue tu autobús el que casi choca? Demonios, ¿estás bien? ¿Quieres que llamé a mamá?

—Me encuentro bien, solo algo asustada, mamá y papá se asustaran si les dices, así esta bien, hay que mantenerlo en secreto.

Saerin preocupada abrazó a su hermana fuertemente.——Me alegra que no pasara a mayores.

Sobre su hombro ví a Jimin alejarse con Van.

—¿Qué? ¿Van volvió a molestarte?

—No, Jimin...

—¿Te hizo algo?

—Creo que... Se preocupo por mi... Aunque no estoy segura, solo... Le vi desviar la mirada cuando me percaté de ella. ——susurró insegura—— Creo que no me odia después de todo.

—Claro que no te odia, ayer también se preocupo por ti cuando te dieron ese balonazo.

—¿En verdad?

—Luego de que saliste corriendo, Zack y yo te buscamos para llevarte a enfermería pero no te encontramos, y vimos a Jimin de pie fuera del baño de mujeres queriendo entrar, al vernos se fue como si estuviese fingiendo ir a otro lado. ——Saerin hablo jugando con sus dedos—— Eso no sería relevante si al llegar a casa no me hubieses dicho que ahí fue donde estabas luego del accidente.

En la tarde todos se preparaban para la fiesta. Las chicas de la escuela se arreglaban coquetamente para llamar la atención de los muchachos, y porqué no, de las chicas también.
—¿Segura que no vienes?

—Segura.

—Sabes que para Zack y para mi no eres ninguna molestia.

—Debo terminar algo antes. Tal vez vaya un rato.

La playa está despejada, aprovecho antes de que más gente llegue, llevó mi cuaderno junto al bolígrafo, listo para ser hondeado con mi muñeca y escribir.
El paisaje es hermoso, cierro los ojos disfrutando del aroma del mar con arena. Hundo mis pies en la arena, sonrió un poco a pesar de estar sola.
Antes de sentarme decido caminar, con mis sandalias en las manos, detrás de una gran roca las olas golpeaban y como consecuencia pequeñas gotas alcanzaban a mojarme.

Doy vueltas cuando otra ola golpea la roca, logrando mojar mi rostro con un poco de agua.

Vuelvo a respirar el dulce aroma de la arena y camino nuevamente en busca de un buen lugar para escribir mi carta.

Recordé un bello momento de mi vida, a mi de 10 años corriendo detrás de las olas, y huyendo de ellas cuando las veía aproximarse.
Mire a mis lados, los chicos que recién llegaban toman fotos de recuerdo, ¿No les importa si...?

Camino a la orilla veo la ola venir y retrocedo un poco, se aleja y vuelvo acercarme intentando alcanzarla. Repetí lo mismo riendo sola, la gente  a mi alrededor seguramente creyó que estaba loca, o si eran más considerados, verían a una mujer disfrutando de su entorno.

Una ola se aproxima, doy dos pasos atrás.
——¡OOPS, TE MOJASTE! ——la voz de Juryeom empujandome al mar me confundió.
Caigo dentro del mar, siendo arrastrada por la ola.
Y en esos momentos hubiese deseado no dejar de ir a las clases de natación.

Porque otra ola golpeo mi rostro impidiendo que pudiese siquiera levantarme.
Las risas de Juryeom y sus amigas se escuchaban lejanas.
Risas que se convirtieron en gritos pidiendo ayuda.

Perdí la consciencia luego de un rato.

Es mi fin.