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Maratón 2/2

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Que cómodo y cálido es despertar cuando has dormido mejor que nunca. Cuando sientes un calorcito rodearte completamente, un calor lleno de amor. Que delicioso es despertar en los brazos de tu alfa.

¿En los brazos de mi qué?

JiMin abrió sus ojos rápidamente, totalmente confundido. Se encontró con una vista bastante agradable para sus ojos que bastantes sorpresiva.

YoonGi dormía plácidamente. Sus hebras mentoladas estaban revueltas y despeinadas sobre su frente, sus ojitos cerrados y su boquita levemente entreabierta lo hacían ver como un gatito durmiendo. La mejor imagen que Park JiMin ha visto cuando se despierta.

Se sentía tan bien estar así, frente a frente, sus aromas mezclados y abrazados. Si hubiera despertado así con HoSeok o incluso con su hermano  hubiera muerto de la pena, con YoonGi era diferente, se sentía tan correcto pero no lo era.

Le frustraba sentir esto. Sentir algo pero no saber qué es. Querer estar todo el tiempo con YoonGi, esa necesidad de abrazarlo, mimarlo y amarlo. ¿Amarlo? ¡Se estaba volviendo loco!.

Se removió incómodo y algo abrumado por sus pensamientos anteriores, intentando zafarse de el agarre de el pálido, ¡Era imposible!. YoonGi tenía más fuerza que él y al parecer estaba pegado como garrapata a él con sus brazos abrazando fuertemente su cintura. Era como que quería y no quería deshacer el agarre.

¡Tenía que ir al doctor urgentemente! Su corazón latía muy rápido últimamente y sentía una especie de cosquilleo raro en su estómago y en ocasiones en todo su cuerpo. Solo esperaba que no fuera nada grave.

Inesperadamente el alfa acercó más el delgado y pequeño cuerpo de JiMin hacia el suyo y luego escondió su cara en el cuello del menor. Todos los sentidos de JiMin desaparecieron provocando que quedara absolutamente pasmado y con los nervios de punta sin saber que hacer. Podía jurar que su corazón iba a salir disparado en algún momento y ahí estaban otra vez las cosquillas en el estómago, tenía tanto miedo y confusión en ese momento.

Abrazalo. Le decía su lobo. Lo quieres, solo dicelo. Yo también lo quiero.

¿A qué rayos se refiere? ¿Lo quiero? Claro que lo quiero, es un buen amigo. No entiendo que quiere decir. Su cabeza daba vueltas, era imposible para él comprender las palabras de su lobo. Ni siquiera se puede describir cómo se sentía, estaba en una especie de trance tratando de encontrarle el sentido a lo que su lobo le decía. Por un momento sintió miedo, no había motivo pero así se sintió, o tal vez sí lo había pero no sé daba cuenta. Tanto pensar y pensar lo hizo dormirse otra vez, era una mañana fría y estar calientito en la cama con alguien abrazandote te causa más sueño.

Comenzó a soñar.

Un pequeño niño corriendo con una enorme sonrisa en su rostro mientras reía y el viento revolvía su cabello. Sentía una sensación de paz llenar todo su interior; cuando llegó a un enorme y hermoso campo no se detuvo y corrió más rápido. Estaba lleno de flores de todos tipos, tamaños y colores, muchas mariposas y aves sobrevolaban en el cielo. Se sentía tan libre mientras corría alegremente por todo el campo, acariciando las flores y sonriendoles como si lo pudieran ver. El pequeño se tiró al pasto y se acostó boca arriba pasando uno de sus bracitos debajo de su nuca, mirando el cielo azul acompañado de muchas nubes a las cuales les encontraba formas de animales.

Cotton Candy | YoonMin [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora