Cotton Candy | YoonMin [Omegaverse]

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El viaje a Busan sin duda alguna fue algo inolvidable para la joven pareja.

Conocer el lugar de nacimiento de JiMin y un poco más sobre el, era muy preciado para YoonGi. Formaron lindos recuerdos ahí, —a pesar de haber sido días escasos— disfrutaron el poco tiempo de su estadía y se relajaron un poco.

Cuando volvieron a casa se encontraron con que SeokJin ya se había enterado del lazo entre su primo y TaeHyung. Fue algo divertido de ver; el pelirosa casi se desmaya al saber que su pequeño primito —ya no tan pequeño— ya había marcado a su omega. En ningún momento se enojó, como creyó la pareja recién enlazada. Fue todo lo contrario, se sintió muy feliz por JungKook y TaeHyung. Al principio sí estaba un poco alterado pero la emoción fue mas grande.

Después de tanto alboroto, Min y Park decidieron ir a descansar a sus casas. YoonGi llevó a JiMin con él, pues para el pálido, su casa también era de JiMin.

Era de mañana y ambos ya estaban en el trabajo, cada uno por su lado.

—¡Excelente, JiMinnie! —aplaudió HyunA con entusiasmo. —Tú voz tan preciosa, como siempre. —halagó, oprimiendo el botón del micrófono.

—Gracias, noona. —bajó la mirada, avergonzado.

—Adorableee. —chilló. —Creo que es suficiente por hoy, ve a descansar. 

—¿De verdad? —la omega asintió.

—Nos vemos mañana, JiMin. —le sonrió, apagando las computadoras del estudio.

El rubio sonrió. Se quitó los audífonos y los colgó junto con el micrófono. Tomó su botella de agua y le dio un gran sorbo. La tapó y la metió a su pequeña bolsita de amarillo pastel, la colgó en su hombro y salió de la cabina, despidiéndose de HyunA con un beso en la mejilla.

Caminó por el pasillo, saludando a algunos empleados que ya ubicaba.

Pensó en ir a la oficina de su alfa, así que se dirigió al elevador para subir los pisos que faltaban. En el camino al elevador su celular sonó, lo prendió y leyó el mensaje de HoSeok, diciéndole que estaba en el edificio buscándolo. Sonrió al saber que vería a su amigo y le respondió que iría a la oficina de YoonGi, que fuera ahí.

Tan metido en su celular iba que no se dio cuenta que alguien estaba parado frente a él, chocando con la fuerte espalda del desconocido.

—Oh, l-lo siento. —parpadeó desorientado por el inesperado choque.

JiMin se hizo chiquito en su lugar cuando vio que era un alfa y muy, muy musculoso.

—No te preocupes. —sonrió gentilmente, calmando un poco al omega. El sonido del elevador llegando al piso les interrumpió y ambos entraron en silencio a él.

El pequeño omega iba arrinconado en el elevador, un poco nervioso por la presencia del alfa de hebras rubias. A pesar de que se había mostrado amable, el chico se veía intimidante.