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Sentía tanto frío

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Sentía tanto frío.

¿No se suponía que YoonGi lo había cubierto con su chaqueta?

Tanteó con sus manos y la chaqueta ya no estaba sobre él, nada lo estaba cubriendo. Frunció su entrecejo, bostezando un poco.

—¿YoonGi? —preguntó en un susurro. Su voz hizo eco en las paredes de la oficina, logrando que un ambiente frío y solitario lo abrazara.

Se removió en el sillón sin abrir los ojos, haciéndose chiquito con el intento de darse calor.

Algo lo hacía sentirse inquieto, sentía una sensación de miedo por todo su cuerpo, algo que estaba evitando que abriera los ojos.

Era como si...

Como si alguien lo estuviera observando.

Había una presencia, estaba seguro. Podía sentirlo.

Lo primero que pensó fue en YoonGi pero lo descartó, no era él. La mirada que sentía sobre él era pesada, fría.

¿Quién era entonces? ¿Dónde estaba YoonGi? ¿Por qué no podía moverse ni abrir los ojos?

Quién quiera que fuera lo hacía sentirse inseguro, en alerta.

Su respiración comenzó a agitarse cuando percibió que su cuerpo estaba tieso, posiblemente por la tensión. Parecía que sus ojos estuvieran pegados, no podía abrir los ojos.

Unos pasos comenzaron a escucharse, avisando que aquella persona se acercaba a él. Tan lento y tortuoso.

—No. —murmuró apenas, utilizando todas sus fuerzas para poder moverse y escapar de ahí. —YoonGi... —intentó gritar pero su voz apenas y salió. De un momento a otro se sentía débil.

¿Qué rayos estaba pasando? ¿Por qué su cuerpo no reaccionaba?

Sentía un olor, muy conocido pero a la vez tan desconocido. No podía distinguir los aromas exactos, pero eran muy fuertes. Era un alfa, podía jurarlo y eso solo hizo que los vellos se lo pusieran de punta.

Sentía cada vez más cerca a aquella persona, y a pesar de no poder abrir los ojos sabía que estaba a centímetros de él.

Se paralizó cuando sintió una mano posarse sobre su hombro, su piel se erizó cuando el sujeto pronunció:

—Juré que te encontraría.

—¡No! —gritó y se paró de golpe del sofá, respirando con dificultad mientras derramaba abundantes lágrimas.

—¡JiMin! —el pálido se aventó hacia su omega, sobresaltándolo. —Tranquilo, amor. Ya pasó, ya pasó. Estoy aquí. —acarició la nuca del rubio, repartiendo besitos por el extremo de su oreja. —¿Qué sucedió? —cuestionó con voz calmada.

—Y-yo... No lo sé. —su voz tembló. —Fue una pesadilla pero se sintió tan real. —escondió su rostro en la curvatura del cuello del contrario. —T-tengo miedo, YoonGi. Por favor, no me dejes. —pidió con todo el dolor en su corazón, no pudiendo evitar que las lágrimas dejaran de fluir.

Cotton Candy | YoonMin [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora