Cotton Candy | YoonMin [Omegaverse]

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Se podría decir que estaba nervioso pero, su sentir iba más de eso. Quería salir corriendo de la casa ahora, sin embargo su lobo se lo estaba impidiendo. ¿Desde cuándo mi lobo me dice que hacer? Se cuestionaba mientras permanecía sentado en el sofá de la sala, frente a Seokjin que se encontraba dándole mimos y diciéndole lo tierno que era a Jimin.

El aroma de Jimin lo estaba volviendo loco, a pesar de que el omega habia tomado los supresores su aroma aún era perceptible y Yoongi solo quería esconderse en el lindo cuello de el rubio.

El alfa ahora podría estar en su departamento, viendo alguna película mientras comía algo o simplemente durmiendo tranquilamente, pero no. Estaba ahí apreciando la radiante belleza de aquel dulce omega, conteniendose de no abalanzarse y llenarlo de besos. ¿Min Yoongi pensando en eso? El fin del mundo se acerca amigos. Min Yoongi, uno de los alfas más deseados en la empresa donde trabaja. Un alfa llamado entre los omegas como "imposible" ya que todo aquel que se le acercara era rechazado o ignorado; Min Yoongi que solo es cariñoso con su perrito Holly tenía el deseo de correr y aventar a Seokjin lejos de Jimin y darle muchos besitos y abrazos al rubio, arroparlo y meterlo a una cajita de cristal para que nada ni nadie lo toque, esto no es normal, significa peligro.

Una parte de él le decía: "sal de ahí", y otra "quédate". ¿A quién tenía que hacerle caso?.

Una dulce risita retumbó en sus oídos, sacándolo de sus pensamientos y llevando toda su atención a el rubio que reía como si fuera un bebito. Automáticamente sonrió al ver como Jimin se retorcía en el sillón dejando salir su sonora y bella risa, causada por las absurdas bromas que Seokjin le contaba.

Automáticamente comenzó a sonreír como idiota, la risita de el pequeño Omega le causaba leves cosquillas en el estómago. Esa dulce melodía se acaba de volver su favorita.
Su botón para reír fue apretado y dejó salir una risa, ya que la risa del rubio era muy contagiosa, llamando la atención de ambos omegas que reían en el sillón frente a él.

—Mira nada más, Min Yoongi riéndose de mis chistes, el fin del mundo se acerca.— dramatizó Seokjin. El pálido dejo de reír y la seriedad volvió a su rostro, cosa que le causó escalofríos a Jimin.

Yoongi llegaba a dar miedo en algunas ocasiones, mejor dicho siempre. Su sería y fría mirada provocaba el temor en cualquiera que lo viera. Si bien era un alfa EXTREMADAMENTE atractivo, sus ojos oscuros y mirada penetrante intimidaba a las personas.

Y también llegaba a volar pelucas.

—Ni quién se quiera reír de tus chistes de antaño.— contestó el alfa con indiferencia, rodando los ojos y fijando su vista en el reloj de pared que se encontraba a su derecha. Suspiró al ver la hora, solo habían pasado dos horas y media desde que llegaron a casa junto con el omega y él sentía que habían pasado años.

—A Jimin le dan risa mis chistes, ¿Cierto Jiminie?.— revolvió los cabellos rubios del contrario, dedicándole una dulce sonrisa. Yoongi al escuchar la mención del pelirosa, giró su vista nuevamente hacia el par, específicamente hacia cierto omega. Jimin al sentir toda la atención hacia él, se encogió en su lugar tímidamente, sintiéndose pequeñito ante la mirada de el de ojos gatunos. Sus ojos conectaron por un segundo, ya que apartó la vista nervioso y mordió su labio. Tragó saliva y comenzó a inhalar y exhalar con fuerza, su cuerpo comenzó a doler mucho más de lo que ya dolía a la vez que temblaba. Su cuerpo empezó a sudar como nunca y su vista se volvió borrosa. Yoongi al notarlo sintió una gran preocupación por lo que decidió levantarse de su lugar y acercarse al rubio, acción que fue impedida por Seokjin. —Aléjate. —fue lo que Kim dijo antes de apartarlo con su mano. El pálido lo miro con molestia y confusión. Sin obedecer sus órdenes se acercó a Jimin, con el intento de tocar su rostro y verificar su temperatura, sin embargo, fue nuevamente alejado por Jin.— ¡No lo toques! ¡Aléjate!