Cotton Candy | YoonMin [Omegaverse]

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YoonGi bajó las escaleras, encontrándose con todos reunidos en la sala mirándolo con ojos llenos de emoción y picardía. JiMin estaba recargado en el hombro de SeokJin, no estaba ni enterado de lo que pasaba a su alrededor y aunque lo estuviera no comprendería el porque de las miradas.

NamJoon se acercó disimuladamente a el pálido, susurrándole en el oído: -¿Ya los guardaste? -preguntó.

El pálido asintió. —Estan en el bolsillo de mi chaqueta. —metió la mano a esta para comprobar que si las había guardado, sintiendo inmediatamente el bulto de la pequeña bolsa.

—Bien, está todo listo. —palmeó la espalda del pelimenta. —Ahora solo falta que se vayan.

YoonGi suspiró tembloroso, frotando sus manos en la tela de su pantalón.

—Tranquilo, todo saldrá genial. —le sonrió de manera en que pudiera transmitirle su tranquilidad. Min asintió repetidas veces, inhalando y exhalando para controlarse a él y a su lobo.

Dió unos pasos hacia adelante para acercarse a JiMin. El rubio se percató de su presencia y se levantó del sillón, apresurado y algo con algo de torpeza, dejando salir una leve risita de sus labios.

—¿Listo, bonito? —sonrió de lado, observando de arriba a abajo lo hermoso que se veía JiMin.

—Listo, hyung. —se paró frente a él y se animó a tomar la mano de el pálido, sintiendo sus mejillas calientes indicando que se estaban ruborizando.

Todos observaban en silencio, disfrutando de la hermosa imagen que les brindaban. TaeHyung casi llorando, recordando todas esas veces en que su hermano le preguntaba cómo se sentía enamorarse. Y ahora lo estaba viviendo.

Se sentía como un padre orgulloso, y eso que JiMin no se va a casar. No quería ni imaginar cómo se pondrá cuando ese momento llegue.

—¡Ya váyanse! Se está haciendo más noche y no quiero que regresen tan tarde. —apresuró SeokJin, aplaudiendo y caminando a la puerta.

—Nos vemos más tarde, chicos. —YoonGi caminó hacia la puerta junto con JiMin, aún tomados de las manos.

—¡Disfruten de su caminata! —JungKook movía sus manos de un lado a otro, despidiéndose con emoción. —Ah~ esos dos me dan diabetes. —dijo para TaeHyung.

—A mi también, Kookie. —el peliplateado entrelazó su mano con las del menor.

SeokJin seguía en la puerta, viendo como se alejaban lentamente hasta que por fin dejó de tenerlos en su campo de visión. Cerró la puerta y entró a la cabaña.

Era una muy bonita tarde-noche, el cielo estaba pintado de tonos cálidos con nubes contrastando con el. Los rayos del Sol ya no eran visibles y la Luna comenzaba a hacer su aparición, resaltando sobre todo el bello cielo. Parecía como si ese día fuera hecho especialmente para ellos. El clima era agradable, templado y perfecto para salir a caminar.