Salí corriendo, no entendía nada. Aquello había sido cruel, ¿por qué estaba besando a Clara? ¿y por qué justo después de todo lo que había pasado en la biblioteca? Millones de preguntas se me venían a la cabeza, el sentimiento de inferioridad volvía a tocar a mi puerta. Volvía la oscuridad. Tal vez había sido demasiado ilusa, ¿quién iba a querer algo más allá que sexo conmigo? No creía en cuentos de hadas, nunca lo había hecho. Pero tal vez eso era un golpe demasiado fuerte, de ella no esperaba algo similar.
Llegué al piso, calada de agua, ni tan siquiera había abierto el paraguas. Paula me miró impactada, corrió hacia el baño y me trajo una toalla.
- Pero, ¿Malú qué ha pasado?-preguntó envolviéndome en una toalla.
No pude responder. Me acurruqué en la toalla. No podía parar de llorar. La sien me iba a estallar. Paula me abrazó contra su pecho y empezó a masajearme la espalda. Pocos minutos después recibí un mensaje:
Vanesa: No es lo que parece, tengo que hablar contigo.
Lo miré, incrédula, ¿no era lo que parecía? ¿es que acaso había alguna otra interpretación? ¿Ahora me tomaba por estúpida? Lo que me faltaba. Empecé a cabrearme. Paula me observaba, sin saber muy bien cómo actuar pues no sabía nada de lo que había sucedido. Abrí el chat y lo dejé. Que viera que lo había visto pero no le había respondido. Ahora quien no quería hablar era yo. No quería saber que realmente había sido todo mentira, que tal vez yo había sido una más a la que engatusar, que había sido una estúpida por creer que iba a encontrar a alguien que me quisiera por como soy interiormente.
Me duché y me puse ropa seca. Seguía sin entender nada. Pasó la tarde y seguía en shock. Álvaro y Paula empezaban a preocuparse. Apenas había articulado palabra desde que había llegado a las dos de la tarde. Eran las nueve de la tarde. Mi cabeza me pedía estallar, pero una parte de mí empezó a preguntarse si realmente podía existir una segunda lectura de la situación, si podía haber otra explicación. Apenas dormí esa noche. Lo poco que dormía las pesadillas me lo ahogaban. No sabía qué era mejor, dormir con pesadillas o estar despierta con mi mente yendo a cien por hora sin frenos. El día siguiente Álvaro me invitó a ir a la biblioteca con él, prometiendo que iba a estar a mi lado sin dejar que alguien me hiciera daño. Pensaban que lo del día anterior tenia que ver con la gentuza que me destrozó la vida en el pasado. Inicialmente me negué, no quería volver a la biblioteca. Pero Paula me insistió en que en dos días tenía el examen de psicología y debía centrarme en eso. Ella sabía de lo que se me resistía esa asignatura. Finalmente, ante la insistencia de Paula y a la que se sumó Álvaro, accedí a ir. Eso sí, bajo la promesa de que no se iba a separar de mí.
Pusimos rumbo a la biblioteca, esta vez en la primera planta ya encontramos sitio así que nos pusimos a estudiar. Logré disipar mis dudas, parecía que todo aquel temario encajaba en mi cabeza. Álvaro se levantó dirección al baño, yo aproveché para sacar de la mochila el té que me había preparado en el piso y descansar un poco. De pronto vi dos siluetas acercarse lo lejos. Se fueron acercando, volviéndose nítidas. Eran Vanesa y Clara. Iban cogidas de la mano. Mi cara era un poema. Deseaba irme de allí. Empezaba a enfadarme, ¿no era lo que parecía pero iba por la biblioteca cogida de la mano de Clara? Pasaron por mi lado, casi sin apenas mirarme. No entendía su reacción, su cambio de actitud tan radical en tan poco margen de tiempo.
Álvaro salió del baño, al ver mi cara se acercó de prisa.
- Ey, ¿pasa algo?-dijo mirando hacia los lados.
- No, está todo clarísimo.-dije mirando hacia Clara y Vanesa.
Miró justo hacia donde yo miraba, su cara cambió radicalmente.
- Pero... ¿no estaba contigo?-preguntó desconcertado.
- Bueno, no había nada serio pero tampoco esperaba encontrarme esa estampa después de follar con ella.-dije seca.
Su expresión iba sorprendiéndose a cada nueva información. Estaba descolocado.
- ¿Y te ha dicho alguna cosa?-continuó preguntando.
- Pues que no era lo que parecía. Lo típico que dices cuando la cagas y quieres dar la imagen de santo, imagino.-dije volviendo la mirada hacia otro lado.
- Tú mereces más que esto, Malú. Ni se te ocurra sentirte inferior, ¿vale?-dijo cogiéndome de la barbilla para que le mirase.- En cuanto acabes los exámenes nos vamos de fiesta y la liamos como nosotros sabemos. Tú no te quedas en casa rayada y menos por alguien que te da tal puñalada.-dijo convencido.
Sonreí. Aunque Álvaro parecía que iba a lo suyo y le daba igual todo el alrededor, realmente cuando se le necesitaba, estaba. Entre esas melenas rubias recogidas en un perfecto moño y esos ojos preciosos había un gran corazón amable y sincero.
¡Hasta aquí el capítulo de hoy! Me gustaría que dejarais en los comentarios qué os ha parecido, por qué creéis que Vanesa está actuando así y qué os parece este regreso de Álvaro en la novela.
Beso apretao',
BrokenLines.
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INDOMABLE
FanfictionEl alma indomable de quien se alimenta de sus sueños y de la vida, no entiende de rutina, frenos ni muros.