Entramos dando tumbos al portal, allí sus manos fueron viajando por todo mi cuerpo mientras nos comíamos a besos. La temperatura corporal iba aumentando. La ropa sobrabra y por eso fue volando dejándonos piel con piel. Ella y yo. Sus manos amenazaban el ritmo de mi respiración, pero yo, lejos de quejarme, le pedía más. Ella sin reparo alguno daba cabida y camino a nuestros instintos feroces. Ambas sumergidas en un trance carnal donde no había más mundo que nuestros cuerpos, sobre este orbitaban nuestros deseos, impulsos y almas.
Estuvimos haciendo girar todo nuestro cosmos hasta que nuestros cuerpos sacaron bandera blanca, ya no podían más. Sonreímos contra nuestras bocas, exhaustas y con una capa de sal cubriendo nuestros cuerpos. Subimos al piso acarameladas. Empuñé la llave y abrí la puerta, allí estaban Paula y Álvaro dormidos en el sofá con la televisión encedida, se habían dormido mirando Netflix. Entre besos fuimos a mi habitación donde después de una noche intensa, por fin dormimos.
Al día siguiente, tuvimos que bajar a la facultad para hacer una tutoría con el tutor de prácticas de la universidad. Era un tipo de reunión para compartir la experiencia, puntos de mejora, qué nos había sorprendido y cómo nos habíamos sentido. En la puerta estaba Adrián fumando.
- ¡Hombre morenita!-dijo nada más verme.
Le saludé dándole un abrazo. Abrazó también a Vanesa.
- Vaya caras eh. Dormir no mucho.-dijo riendo.
Le di un golpe en el hombro mientras reía.
- Espera, tienes aquí un...
- No jodas Adri, no. Que me he mirado esta mañana y no tenía nada.-dije nerviosa.
- Tienes un poco de resaca.-dijo riendo.
- Es que no sé ni porqué te creo, de verdad.-dije rodando los ojos.
Me encendí un cigarro y los tres nos sentamos a hablar en la entrada.
- ¿Y tú qué? Porque yo te vi un par de veces y la primera estabas con Claudia pero la segunda vez estabas con un maromazo, eh.-dije sonriente.
- Bueno, tú sabes, perreo pa' los nenes, perreo pa' las nenas.-comentó Vanesa riendo.
- A ver, que ya sabéis que yo soy un amante de dar amor a todo el mundo.-dijo dando una calada a su cigarro.
- Es un catalan lover, ¿sabes?-dije mirando a Vanesa.
Los tres nos reímos. Adrián era la típica persona que no se clasificaba, no te decía que era hetero, tampoco homosexual, ni tan siquiera se ponía la etiqueta de bisexual. Él únicamente fluía y con eso, él tenía bastante. Mientras hablábamos en un ambiente animado, llegó Clara y su séquito. Como de costumbre nos miraron por encima del hombro. Algo alejadas de nosotros se encendieron un cigarro sin quitarnos la mirada de encima. Quería provocarnos.
- ¿Tenéis fuego?-dijo con su maldita sonrisa ladeada.
Resoplé riendo. Esta chica no tenía límite, ni aun con la demanda puesta se calmaba. Respiré hondo y Vanesa me hizo un gesto dando a entender que no hiciera caso, que precisamente quería eso.
- Ayer conocí a tu amigo, Héctor, un chaval simpatiquísimo.-dijo sacando el humo de su boca.- Le dije que se pasara hoy, que estarías muy contenta de verle.
Mi cabreo iba en aumento. La mierda, para no perderse se junta, de ahí que se hubiera hecho amiguita de la carroña de Héctor.
- Mira, ahí viene.-dijo señalando hacia la derecha.
Miré y efectivamente, era Héctor, pero no veía solo, iba con él Pablo. Miré a Clara la cual miraba sonriente la estampa.
- Ahí están tus amigos, ¿no saludas?-dijo con una maldad intríseca que tumbaba.
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INDOMABLE
Fiksi PenggemarEl alma indomable de quien se alimenta de sus sueños y de la vida, no entiende de rutina, frenos ni muros.