Capítulo 16

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Entramos en la discoteca, cada vez más gente de clase nos miraba hasta el punto de molestarme tanta mirada fija en nosotras. Adrián se acercó incómodo.

- Morenita, no quiero alarmarte, pero la cosa se está yendo de madre. Lo ha visto mucha gente.-dijo cabizbajo.

Quería ayudar pero no sabía cómo, estaba agobiado. Miré el teléfono, el vídeo tenía más de diez mil reproducciones en menos de media hora y estaba por todas partes. No mentiré, me jodió que corriera como la pólvora pero tuve una idea. Sonreí y le abracé.

- Morenito, no te preocupes. Del barro salimos nadando, como siempre.-dije sonriente.

Me miró algo desconcertado, sabía que iba a contraatacar pero no sabía por donde podía salir. Vanesa me miraba de la misma manera. Sonreí de nuevo y me alejé hacia el dj. Una vez en la cabina, este me miró algo atónito.

- ¿Qué haces aquí?-preguntó sacándose uno de los cascos.

- Necesito que me dejes hablar por el micrófono.- dije señalando el micrófono.

- A ver, chica, yo no puedo ir dejando el micrófono a todo el mundo, ¿entiendes?-dijo seco.

- Es importante, están difundiendo un vídeo mío. Un vídeo íntimo.-dije algo molesta sin moverme del sitio.

El dj me miró, resopló y miró hacia adelante.

- Toma.-dijo sacando un micrófono de debajo de la mesa de mezclas.-Tienes cinco minutos.

- Me sobran tres.-dije sonriente cogiendo el micrófono.

Cogí el micrófono, estaba algo nerviosa, nunca me había expuesto de esta manera pero la situación lo requería. Pensaba emprender medidas legales, pero tampoco iba a dejar que tuviera el minuto de gloria ella y toda esa gente que llevaba rato mirándonos como si fuéramos objeto de feria. 

- Queridas y queridos compañeras y compañeros.-dije acercándome el micro a los labios.- Sé que os resulta divertido, morboso, erótico incluso ese vídeo que se está difundiendo donde aparecemos Vanesa y yo manteniendo relaciones sexuales. Os parece tremendamente divertido compartirlo y seguir difundiéndolo, ¿os hace mejores personas? ¿mejores educadoras y educadores? No lo creo sinceramente. Reflexionad sobre vuestro comportamiento en esta situación, ¿qué haríais vosotros si estuvierais en nuestro lugar? Porque no somos ni las primeras ni las últimas personas en el mundo que tienen relaciones sexuales. ¿Qué haréis cuando tengáis que impartir educación sexual a vuestros alumnos? ¿También condenaréis la libertad sexual? No sé, plantearos algunas preguntas, a ver qué respuestas os ofrece vuestro interior.

Solté el discurso y se hizo el silencio. Adrián desde abajo empezó a aplaudir, me miraba sonriente igual que Vanesa. Bajé de la cabina, no esperaba ningún tipo de disculpas, tan solo que la gente reflexionase. Justamente, éramos futuras maestras, ¿cómo futuras educadoras podían comportarse de este modo tan abusivo, violando la intimidad ajena y difundiendo este tipo de contenidos sin atisbo alguno de consciencia y empatía? ¿Eso íbamos a transmitirles a nuestros futuros alumnos? Mi objetivo era llamar a su conciencia para que despertasen de esa vorágine de apariencias, superficialidades y frialdad en el que se habían sumido. Me acerqué a Vanesa y me acarició la mejilla.

- Gracias por ser tan valiente.-dijo acarcándose a mí.

Sonreí y le besé. Fue un beso tierno, lleno de una libertad que visto lo visto, pocos de aquella sala conocían. Al separarme vi a Adrián detrás de Vanesa sonriente. Era un sol de persona, estaba convencida de que sería un grandísimo profesor porque era una grandísima persona que llenaba de luz solo con estar cerca.  Ojalá y nunca le borrasen esa maravillosa energía que nacía desde su interior.

La noche transcurrió y el vídeo dejó de circular con tanta viralidad por las redes. Aún así, cuando salimos de la discoteca, fuimos a comisaría para interponer la demanda tal y como había avisado. No quería que esto quedara impune, no veía justo que se creyera intocable o con el derecho de hacer y deshacer sin tener consecuencias. Así que decidimos denunciar la situación. Una vez fuera de allí invité a Vanesa a quedarse a dormir en mi piso, incialmente no quería, alegaba que no quería molestar ni incomodar a nadie, que era tarde. 

- Con más razón. Te vienes para mi piso que está más cerca, es tarde para que tengas que andar más.-respondí sonriente.

Sonrió y rió levemente.

- Bueno, tú ganas, me quedaré, pero porque eres tú eh.-dijo acercándose a mi boca.

Corté la distancia besándola, mordiendo su labio inferior antes de separarme. Sonrió y me devolvió el beso voraz agarrándome de la mandíbula. Fuimos dándonos besos (y tumbos) por las calles hasta llegar a mi portal. Allí me empotró contra la pared y la voracidad de los besos aumentó. Mis manos y las suyas viajaban por debajo de nuestras ropas. Mi calle vacía fue testigo de la reconciliación más ansiada aquella mañana. 



Aquí tenéis otro capítulo más, espero que os haya gustado. Dejad en los comentarios los sucesos que creéis que acontecerán en los próximos capítulos! 

Beso apretao',

BrokenLines.

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