Capítulo 11.

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Antes de que cayera al suelo, la cogí en brazos y con delicadeza la dejé en el suelo. Rápidamente alcé las piernas de Paula intentando que recuperara la consciencia, la señora miraba atónita. Poco a poco, mi compañera abrió los ojos recuperando la consciencia.

- Paula, ¿Estás bien?-le pregunté acariciándole la frente.

- Sí, solo que... Ella... Ella estaba muerta.-decía señalando a la octogenaria.

- Eso te hicieron creer.-pronunció la a anciana.- Me fui a recorrer el mundo, quería hacer un gran viaje antes de morir, pasar por todos los continentes. El viaje no lo hice sola, sino con mi compañera, idea que a tu padre horrorizaba y antes de apoyarme, se reveló poniendo en mi contra a todos tus tíos. Me dijeron que si me iba con ella, para ellos iba a estar muerta y bueno, ya veo que me quisieron enterrar antes de tiempo.

- ¿Tu... Tu compañera? ¿Julia?- preguntó Paula desubicada desde el suelo.

- Sí, hija, Julia. Tú ya sabes que ella y yo bueno, nos queremos mucho y tu padre eso no lo entiende. Él preferiría que continuara con tu abuelo aunque me aportara lo mismo que un ficus.

Paula la escuchaba como si tuviera delante de sus ojos un fantasma. En cierto modo, ella así lo creía.

- ¿TÚ Y JULIA ESTÁIS LIADAS?- preguntó Paula impactada.

- ¿No te habías dado cuenta? Niña te creía más viva.-respondió la anciana riendo.

Paula me miró a mí como buscando alguna respuesta, yo solo pude sonreír y encoger los hombros.

- ¿Y vosotras dos...?- inquirió la anciana sonriente.

- Oh, no, no, abuela, ella ya está ocupada.-dijo Paula menguando su voz a la vez que lo pronunciaba.

- No sabes lo que te pierdes querida, Paula es una muchacha con mucha bondad en su corazón, además que es guapísima, ¿no la ves?- dijo mirándome.

- No lo dudo, señora...-dije mirando a Paula.

Se hizo un silencio un tanto incómodo, la octogenaria había entrado en terreno pantanoso y rápidamente se notó.

- ¿Por qué no me enviaste ninguna carta o algo haciéndome saber que estabas viva? Te eché muchísimo de menos.-dijo Paula.

- Cariño, te envié cartas cada semana, pero supongo que tu padre las vio y te las escondió. Estaba muy dolido. No lo entendía.-dijo con pena en sus ojos.

Paula se quedó en silencio, su cabeza iba a dos cientos por hora. Por su gesto intuía que todo aquello le estaba sobrepasando en cierto modo. Invitamos a la abuela de Paula a pasar y nos servimos una infusión. Paula estaba nerviosa, apenas daba con las tazas y las cucharillas así que me encargué yo de prepararlo todo, además creí que sería conveniente que ellas tuvieran su momento a solas. Cuando terminé de prepararlo todo vi como Paula estaba abrazada a su abuela mientras lloraba desconsoladamente. Preferí quedarme en la cocina algún instante más, ella necesitaba eso, sacar de su pecho todo lo que había guardando en lo más profundo de sus entrañas. A veces la vida es así, da giros que nos obligan a enterrar en lo más profundo de nosotros mismos mil historias y sentimientos. A veces, no se vive, solo se sobrevive y sobrevivir deja sus secuelas.

Cuando Paula se calmó, fui hacia el salón con las infusiones. Al pasar por el lado de Paula le acaricié el hombro y le dediqué una sonrisa, quería que supiera que me tenía a su lado, con ella. La abuela de Paula sacó de su bolso unas fotografías y nos empezó a contar su largo viaje. La tarde avanzó y la octogenaria decidió volver al hotel donde se hospedaba. Había viajado desde Sevilla, su nueva residencia para encontrar a Paula. 

- Debes estar en shock, ¿no?-dije sentándome en el sofá al lado de Paula.

- Pues tú dirás, llevaba 15 años creyendo que estaba muerta y resulta que... no lo estaba y que me lo hicieron creer por estar con una mujer... No quiero ni imaginar qué harán cuando se enteren de que soy bisexual, Malú.-dijo en tono serio.

- Ey, ahora no pienses en eso, estás en Barna, conmigo, no te preocupes de eso.-dije abrazándola.

Se acurrucó en mis brazos y se acomodó en mi pecho.

- No te vayas de mi lado, por favor.-dijo en un leve susurro.

- No me iré, te lo prometo.-dije sin dejar de abrazarla.

Alzó la cabeza y se me quedó mirando, bajó su mirada a mis labios y volvió a mis ojos. Sin vacilar si quiera me besó.


Otro más! Sé que ha sido más cortito pero con el tiempo que tengo, prefiero que sean más cortos y pueda intentar subir más. Espero que os haya gustado! Dejad vuestras impresiones y preguntas en los comentarios!!!

Besos, 

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