Y el tiempo...

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Ahora estaba frente a aquella sala de hospital sosteniendo una mano inmóvil, que ya no sabía si realmente le pertenecía a la persona que ella amaba. Verlo así tan apacible, tranquilo, no iba con él definitivamente ya no era él. Tomo fuertemente la mano y casi sin ser consciente de ello comenzó a hablar.

- Yo, no sé si me escuchas, yo... - trato de contener las lágrimas – no sé qué voy a hacer, el que toma las decisiones en pareja eras tú. Siempre eres tú, solo puedes ser tú. El único que me conoce, que me soporta y ahora, yo...

De pronto vio que alguien estaba parado junto a ella. Lo conocía era un medico con el que a veces hablaba

- Hola Doctora. Yo.... Lamento mucho lo que...

- Sera mejor que vayamos donde están sus padres – dijo deteniendo su platica

- Entiendo

Llegaron a la sala de espera donde sus suegros habían permanecido. Cuando vieron que ella se acercaba se pusieron rápidamente de pie

- Querida ¿qué sucede?

- Este es el neurocirujano que hizo un estudio a Rodrigo para saber algo más sobre el daño que tiene por el golpe que recibió en la cabeza. Acaba de traer los resultados

- Antes que nada quisiera decirles que lo lamente y que...

- No se ofenda pero solamente dígame que pasa con el estudio – lo corto Sandra

- Sí, claro... - miro los resultados – a pesar de que su cuerpo está respondiendo favorablemente el daño en u cerebro fue mayor de lo que se creía – extendió una hoja hacia Sandra – Sus funciones cerebrales son nulas.... Lo siento

- ¿Qué quiere decir eso? – pregunto de pronto la madre

- Lo que ya sabíamos querida – dijo su suegro tomando la mano de su esposa - No hay nada más que hacer

- Dios... - la mujer se cubrió en el pecho de su esposo

- Bueno, si me permiten yo.... – el chico extendió un tríptico hacia la doctora – han pensado que harán...?

- Yo.... – la chica tomo el tríptico

- ¿Qué es eso?

- Donación de órganos – respondió Sandra sin mirar siquiera la hoja

- Él puede...

- Si

- Si donamos sus órganos ¿que pasara? – pregunto el padre de Rodrigo al medico

- Prepararemos todo, la cirugía se haría aquí, sería lo mas pronto posible, si así lo desean. A lo sumo algunas horas más para preparar los traslados a los diferentes hospitales. Si quieren puedo dejarlos para que lo piensen

- No, él lo hubiera querido así, ¿donde firmamos? – respondió de pronto su padre con una leve sonrisa

- Bueno...

- De hecho seria la Doctora Sandra quien autorizaría ella es la albacea del paciente

- Oh, ya veo – ambos miraron a Sandra – querida....

- Yo... no lo se – estaba totalmente anonadada – yo...nunca hablamos de esto... yo

- Es lo que el hubiera querido – dijo su suegro mientras la tomaba de la mano – le gustaba ayudar

La travesía de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora