La primera charla.

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- El medico vendrá enseguida – de pronto la enfermera vio a Sandra – ah, ahí está uno, doctora venga a ver esto por favor

- Si – se a cerco rápidamente – hola, dijo tratando de parecer segura – ¿qué sucedió?

- Estaban en una construcción y una varilla se cayó desde la parte alta, iba a caerle a uno de los obreros pero por suerte Rodrigo lo empujo aunque pago caro su heroísmo porque rasgo su brazo y creo que algo más le cayó en la cabeza

- Estoy bien – miro de pronto a Sandra – de verdad no duele mucho el brazo, lo único malo es que mi cabeza punza un poco, pero no creo que sea nada serio

- Bueno eso lo decidiré después de echar un vistazo – dijo la chica mientras se colocaba un par de guantes – veamos

Inspecciono la herida, y al parecer solo se vio afectada la piel, el hueso y vasos sanguíneos importantes estaban intactos, después de revisar eso, dio la vuelta y se dispuso a revisar la herida en la cabeza

- Ok, esa herida si me duele un poco. Solo con cuidado

- Descuida

Se movió lo más despacio que pudo y descubrió otra herida muy pequeña en su cabeza, mientras la examinaba el chico comenzó a hablar.

- Y ¿tú serás mi doctora?

- Si, ¿porque? – pregunto Sandra mientras continuaba con su examen clínico

- Nada solo... - dijo encogiendose de hombros -  curiosidad

- Ok – lo miro un momento y le ofreció una sonrisa – tendremos que coser la herida del brazo y creo que la cabeza también

- ¿Dolerá doctora? –pregunto el joven mirándola con una media sonrisa

- No, te podremos algo para que no duela – miro a Betty – podrías traerme el material por favor

- Si – dijo la enfermera mientras se marchaba de la habitación.

- Y ¿qué hacías en la construcción? – lo miro un momento, el llevaba puestos un pantalón de vestir y unos zapatos lustrados – no pareces ser un albañil

- No lo soy – respondió rápidamente – soy arquitecto

- Vaya – lo pensó un instante y ese trabajo parecía encajar mejor con el

- Bueno aun no, solo falta unos días – miro sus manos y después a la chica –pronto me entregaran el título, prácticamente lo soy

- Te creo

Y sin querer se vio sonriéndole a ese chico que tenía frente a ella y sin se consiente de ello, ella simplemente se encontraba ahí, mirando fijamente sin decir nada, mirando a un desconocido y pensado que tenía una linda mirada y una hermosa sonrisa. Por suerte o por desgracia, no lo sabía, una voz la sacó de sus pensamientos

- Aquí tiene doctora

- Gracias – dijo la chica apartando rápidamente la mirada y retirando los guantes de látex para reemplazarlos por unos nuevos.

Comenzó a suturar la herida del chico, tratando en la medida de lo posible evitar quedar hipnotizada por su mirada, ¿Qué le pasaba? De vez en cuando hacia alguna pregunta que este respondía amablemente y sonreían

- ¿Todo bien doctora? - pregunto de pronto el superior de Sandra desde la puerta de la habitación

- Si, una herida en brazo y cabeza

La travesía de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora