Diez años atrás
Mientras corría de un lado a otro trayendo resultados de laboratorio, solicitudes para radiografías, consentimientos informados, alguien la llamo a sus espaldas.
- ¿Casi terminas pequeña? – cuando Sandra volvió la mirada el Doctor Cabera estaba frente a ella, con un cabello totalmente negro, y menos arrugas alrededor de sus ojos
- Si doctor en un momento estaré con usted – dijo la chica mientras revisaba su cuaderno de notas – solo debo de llevar esto al expediente del paciente
- Perfecto, comenzaremos en 5 minutos y tu me entregaras la guardia
- Si
Sandra corrió rápidamente a la sala contigua, busco el expediente correcto, coloco los resultados de laboratorio y regreso donde la esperaba el Doctor Cabrera y sus otros compañeros respiro profundamente, no debía estar nerviosa. Camino lentamente y se acercó al médico que le sonreía, frente a la cama del paciente.
- Adelante ¿que tenemos aquí?
- Si, el señor Rogelio acudió el día de ayer presentando....
Por la siguiente hora la chica explico y presento a todos los pacientes de la sala de urgencias. Era bastante cansado ser la única interna sin un residente durante las guardias pero eso solo significaba más procedimientos para ella. Algo que sus compañeros no podían hacer al tener a médicos de mayor rango en sus guardias nocturnas.
Las noches eran totalmente una locura: consultas, ambulancias, procedimientos, pacientes, familiares, y todo era para ella sola. Al principio había estado nerviosa al ser la única que haría guardia sola y lo estuvo aún más cuando le dijeron que su residente había sucumbido ante la presión y había renunciado, el pánico la había invadido, sin embargo todas las personas habían sido amables con ella. Claro todos menos el doctor Cabrera.
La primera vez que lo había visto fue en una guardia nocturna, mientras el cubría el puesto del médico de guardia, en ese momento él creía que ella era la nueva residente, él nunca se lo pregunto solo lo había supuesto por todo la habilidad y soltura que ella aparentaba en la sala de urgencias. Eso había terminado con múltiples regaños y mucho trabajo extra para Sandra, días después cuando este se presentó por la mañana en el servicio y pregunto por la residente todo el mundo le explico que ella solamente era una de las internas y no una residente con lo cual el se volvió un poco, solo un poco más amable.
A partir de ese día el doctor Cabrera la habías tomado como pupila, situación que la alagaba. Eso no significaba que fuera más amable o tuviera menos obligaciones sino todo lo contrario. Significaba mas trabajo y más esfuerzo, pero otro medico había dicho que solo se tomaba un pupilo cuando se veía potencia en él. Y al parecer ella mostraba eso.
Presento a todos sus pacientes y al final de la ronda tenia anotados todos los pendientes por realizar durante esa guardia. El Doctor Cabrera sonrió satisfecho.
- Perfecto, parece que todo está en orden, felicidades
- Gracias – dijo Sandra mientras anotaba el ultimo pendiente para realizar ese día
- ¿Cuánto tienes en el servicio? – pregunto el medico mientras firmaba la última solicitud de laboratorio
- Es mi segunda semana –respondió la chica un tanto orgullosa de sí misma
- Vaya y no te has puesto a llorar, es buena señal. Entonces estas preparada para todo – dijo el Dr. Cabrera y Sandra no supo si reír o no porque de hecho la primera vez que lo conoció estuvo a punto de derramar varias lagrimas
- Aun no estoy preparada para todo pero gracias
- ¿Cuanto tiempo llevas en el hospital? – pregunto mientras caminaban hacia la sala de médicos
- Este es el tercer servicio así que llevo 4 meses y medio – Dijo la chica sorprendida de los rápido que pasaba el tiempo
- Sorprendente, miro los expedientes – yo hare las notas mientras que terminas los pendientes, y la siguiente urgencia es tuya doctorcita
- Gracias
Sabía que no era gran cosas ya antes había atendido urgencias menores. Sin embargo siempre era agradable que fuera tomada en cuenta por los médicos. Durante las siguientes horas hizo curaciones, tomo muestras, realizo notas y muchas cosas más. Al final solamente faltaban los resultados de los análisis. Camino por los pasillos del hospital, se encontró por los pasillos con algunos compañeros y conversaron de los infiernos que eran sus servicios, aunque para Sandra no era así. Cuando estaba llegando a la sala de urgencias encontró a un hombre mayor alrededor de los 50 con la cara completamente pálida y la ropa manchada de sangre. Al verla camino rápidamente para hablarle.
- ¿Es usted doctora? – pregunto el hombre y Sandra pudo notar las gotas perladas en su frente, parecía agitado
- Si – respondió automáticamente la chica – ¿le sucede algo?, ¿puedo ayudarlo?
- No. yo no tengo, estoy bien pero el chico que está en esta habitación tiene unas cortas muy feas – dijo el hombre señalando una de las salas de curaciones
- Bueno, entonces iré a verlo
Camino con paso firme hacia la sala de curaciones en donde encontró a una enfermera llamada Betty, retirando una camisa del brazo del chico mientras los reconfortaba con palabras de aliento. La chica permaneció parada mientras miraba a su paciente, era un chico joven de no más de treinta años atlético, su tez era blanca aunque no demasiado, quizás la palidez que mostraba en aquel momento se debía a los acontecimientos que acababa de ocurrir, tenía el pelo negro corto y poco ensortijado, trataba de sonreír a la enfermera aunque claramente se encontraba nervioso.
Ella no sabia en ese momento que ese hombre cambiaria su vida para siempre.
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La travesía de nuestro amor
ChickLit¿Que sucede cuando lo que mas quieres y amas se desvanece de pronto? ¿cuanto tiempo puede pasar para olvidar aquel amor? ¿Cuando tiempo tarda un corazón roto en sanar? La vida no es justa y eso lo sabe ella a la perfección, los finales felices no so...