Completa oscuridad

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Sandra tenía 6 meses de embarazo y a pesar de que solamente tenía 3 meses de haberse enterado ahora se cuidaba meticulosamente, nuevamente comenzaba a irradiar felicidad, todo el mundo la veía feliz sonriendo. Mirando a los niños, esperando.

- Doctora viene otra ambulancia – dijo de pronto la enfermera

- Si gracias en un momento voy – dijo Sandra mientras apartaba un poco el celular que tenía en la mano

- Y bien ¿cómo estás? – pregunto la voz de Erika desde el teléfono – ¿qué tal la futura madre?

- Bien, solamente que a veces tengo estas nauseas horrendas pero son un precio pequeño por todo lo bueno que vendrá – dijo sonriendo mientras miraba su vientre

- Sí, me alegro por ti

- Yo también – froto su vientre - lo siento tengo que colgar una ambulancia bien en camino

- Cuídate

- Si y nos veremos este fin de semana para que te muestre la primera foto de esta hermosura

- Genial

De pronto entro una camilla llevando a un hombre que forcejeaba contra las correar que lo mantenían atado, bañado en sangre y gritando a todo pulmón todas las maldiciones que conocía.

- ¿Qué me tienes? – pregunto Sandra mirando al paramédico

- Es un drogadicto. Ataco a dos personas, antes de intentar dispararse

- Bien, llamen al Doctor Cabrera creo que necesitaremos su ayuda – se acercó un poco al hombre – está bien señor, solo queremos ayudarlo

- Déjenme – grito el hombre mientras continuaba forcejeando con las ataduras

- ¿Sabe dónde está? – le pregunto Sandra

- Suéltame maldita. Lo vas a pagar

- Tranquilo solamente lo ayudaremos o ese sangrado no se detendrá – Sandra se acerco

- No te me acerques – volvió a gritar el hombre

- Bien necesito....

Comenzaron a dar órdenes pero el hombre no dejaba de moverse. En un momento uno de los enfermeros auxiliares desató las correas que lo mantenían sobre la camilla.

Todo paso tan rápido

El hombre se soltó de un de las ataduras y golpeo al enfermero y esté cayó al suelo noqueado, de pronto se acercó a una mesa que tenía dispuesto instrumental médico y tomo un bisturí. Todo el mundo se quedó inmóvil esperando el siguiente movimiento del hombre.

- Escucha tranquilo – dijo Sandra mientras se alejaba de él – nadie quiere hacerte daño

- Como si fuera a creerte perra – bramo el hombre mientras blandía el bisturí frente a todos

- ¿Qué quieres que hagamos? –dijo Sandra manteniendo las manos levantadas

- Déjenme ir – miro a todos lados – apaga las naditas cámaras

- No hay cámaras aquí – dijo Sandra mientras trataba de razonar con el

- Claro que sí. ellos me vigilan – levanto la mano hacia el techo

- ¿Quien? – pregunto Sandra tratando de ganar tiempo

- Todos. quieren matarme – mientras lo decía continuaba agitando el escalpelo

La travesía de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora