Todo pareció moverse lentamente.
Ni siquiera fue consciente de que los bomberos habían llegado, tampoco fue consciente de que cruzara las manos y comenzara a rezar, mucho menos sintió dolor en las rodillas cuando se dejó caer al suelo. Todo permaneció detenido, los sonidos se amortiguaron, el tiempo se detuvo, su pecho comenzó a doler, dejo de respirar, uno... dos...
Su mente se inundó de momentos.
Su voz diciendo cuanto la amaba antes de marcharse, el televisor trasmitiendo el accidente. Los paramédicos llegando con heridos al hospital, su mirada antes de cerrar los ojos para siempre.
El tiempo se volvió inexistente en aquella situación, el pasado y el presente perdieron su línea divisoria, Sandra no sabía si las suplicas que lanzaban al cielo eran para el hombre que había salvado a aquellos niños en un autobús escolar o para el chico que estaba dispuesto a buscar a una pequeña entre las ruinas. Se quedó ahí en medio del caos deseando un regreso. ¿Del pasado? ¿Del futuro? No importaba, simplemente deseaba que alguien regresara.
Permaneció con las manos entrelazadas y los ojos cerrados, esperando y cuando volvió a abrir los ojos lo vio caminando hacia ella con la cara cubierta de hollín, llevando en los brazos algo envuelto en la manta. Se levantó y con dedos temblorosos retiro la manta y sonrió.Frente a ella se encontraba una hermosa niña de no más de 2 años, llorando, confundida, sucia, pero aparentemente sana. La tomo en brazos y la entrego a los paramédicos
- Yo me encargo de ella – dijo uno de ellos al tomarla en brazos
- Y yo me encargo de él – dijo Sandra sin poder mirar aun a Dorian
Levanto la mirada y fijo la vista en Dorian. Por un instante no pudo saber a quién miraba, si al hombre de sus memorias aquel que había partido hace años o al hombre enigmático que se presentaba una y otra vez de forma inesperada en su vida. Dio un paso al frente acercándose a él un paso y otro más, el alivio de verlo a salvo le dio paso a la furia. Cuando estuvo frente a él y sin importarle si estaba herido o no lo golpeo en el pecho.
- Eres un maldito loco, te pudo haber pasado algo – dijo mientras subía la voz con cada palabra
- Pero esa niña...– comenzó a defenderse Dorian
- Los bomberos ya estaban en camino, alguien más pudo haberla ayudado
- No sabíamos si teníamos tiempo – volvió a rebatir
- Pudieron ser no uno sino dos heridos, por tu falta de escrúpulos
- Lo siento – se disculpó en baja voz
- No sé qué voy a hacer contigo
Sus manos temblaban, sus ojos ardían, el miedo la domino y entonces lo abrazo. Fuertemente, cerca, muy cerca de él, tanto que estaba segura que escuchaba el sonido del corazón de Dorian, palpitando fuertemente contra su pecho, sano, fuerte, vivo. Cerró los ojos y permaneció ahí escuchándolo latir.
- Qué bueno que estas bien – susurro ocultando su rostro en el hombro del chico.
- Lo siento, la próxima vez lo pensare mejor – respondió mientras acariciaba su cabeza
- La próxima vez seguramente harás lo mismo
- Si – volvió a acariciar la cabeza de Sandra y la beso – seguramente la próxima vez hare lo mismo
- Hemos terminado con los heridos – le informo el paramédico acercándose a ellos – usted también debería ir al hospital
- No, yo... - Dorian comenzó a buscar pretexto y entonces
De pronto escucho aquella voz y Sandra se sintió confusa una vez más. Lo miro durante un momento, se percató de que el caos había terminado.
El tiempo continuaba su curso, los lugares permanecían en su sitio, la muerte quedaba de nuevo sepultada y la vida se erguía triunfante, la silueta de un hombre se desvanecía mientras otra permanecía a su lado. El pasado y el presente volvían a estar separados. Los recuerdos volvían a ser un susurro en su mente mientras él ahora la golpeaba de frente. Levanto la vista y fijo los ojos en Dorian y esta vez encontraron solo una mirada y solo un rostro. Sin pensarlo acaricio su cara y trato de sonreír.
- Necesitas una revisión – fue lo único que pudo decir
- ¿Sandy? – le pregunto Dorian desconcertado - ¿Qué...
- Si gusta podemos llevarlo en una de las ambulancias – ofreció uno de los paramédicos
- Estamos bien, caminaremos – dijo Sandra mientras subía a una ambulancia – vamos
Miro a Dorian y se percató de la incertidumbre que trasmitía su mirada
- ¿Dorian?
Esta vez quien esquivo la mirada fue él. Esperaron a que las ambulancias se marcharan y caminaron hacia el hospital, que por suerte solo se encontraba a unas cuantas calles. Mientras caminaban hacia su destino en silencio uno junto al otro sin mirarse y sin hablar Sandra creyó escuchar a Dorian susurrar.
- No soy él
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La travesía de nuestro amor
ChickLit¿Que sucede cuando lo que mas quieres y amas se desvanece de pronto? ¿cuanto tiempo puede pasar para olvidar aquel amor? ¿Cuando tiempo tarda un corazón roto en sanar? La vida no es justa y eso lo sabe ella a la perfección, los finales felices no so...