la ultima oportunidad (2)

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- Bueno, esta es una parada que me esperaba – confeso mientras pensaba que libro añadiría a su colección

- Bueno, veamos si esperas lo siguiente

Entraron a la librería, Sandra estaba a punto de perderse entre los anaqueles, libros e historias cuando Dorian le indico que debían subir al primer piso. Sandra lo miro desconcertada esa sección solamente era para niños y adolescentes, una sección que últimamente no frecuentaba mucho.

- Sube en un momento te alcanzo – le indico Dorian mientras se acercabaa una de las empleadas – sin protestar

- Está bien

Cuando subió las escaleras se dio cuenta de que un grupo de niños estaban sentados en la pequeña sala de lectura. Cuando entro todos volvieron la vista hacia ella y le saludaron, ella solo atino a devolver el saludo y permanecer de pie esperando a Dorian.

- Perfecto ya están aquí – dijo pasando de largo a Sandra y acercándose al grupo de niños quienes lo recibieron sonrientes – vamos a empezar – mientras lo decía se colocaba frente a el pequeño grupo de niños

- ¿Qué vamos a hacer? – pregunto desconcertada Sandra

- Leer - dijo colocándose un enorme sombrero que lo hacía ver de lo más gracioso – ven

- Pero....

- Muy bien, muy bien, el día de hoy nos ayudara esta hermosa señorita

Los niños comenzaron a aplaudir y de pronto comenzaron a preguntar que era ella. A Sandra le desconcertó el uso del "que" en vez de "quien"

- ¿Qué soy? – replico la pregunta mirando desconcertada a Dorian

- Ella es una hechicera

- ¡¡ WOW!! – corearon los niños

- ¿Yo? – pregunto desconcertada Sandra

- Si – Dorian se dirigió a los niños – con sus hechizos restaura el cuerpo y los corazones de soldados heridos y criaturas mágicas

- ¿A ti te ha curado? – pregunto uno de los pequeños

- Si y a muchos, muchos otros los ha curado con su sonrisa mágica

- Siiii – dijeron los pequeños mientras la miraban – queremos que sonría. ¡¡Que sonría!!, ¡¡¡que sonría!!!

Sandra trato de sonreír pero en ese momento se sentía sumamente nerviosa

- Tal vez mas tarde por ahora continuemos con la lectura

- ¡¡Siii!!– los niños estaban realmente emocionados.

- El día de hoy tu dirás los diálogos femeninos – mientras lo decía le colocaba unas alas de color blanco y una diadema con orejas de gato

- De acuerdo

Dorian tomo un libro infantil de gran tamaño y lo coloco sobre un respaldo y comenzó a leer. Los pequeños reían y se asombraban conforme la lectura se desarrollaba y a pesar de que al principio Sandra estaba algo nerviosa su lectura se fue volviendo cada vez en algo más fluido, al final cuando Dorian les dijo que era momento de despedirse ellos aplaudieron y les dieron las gracias. Sandra no pudo hacer otra cosa más que sonreír, estaba totalmente conmovida.

- Esa es... - dijo un niño

- ¿Qué cosa? – pregunto Sandra mirando la pequeño

- Nada – comento el pequeño totalmente ruborizado.

Cuando estaban por ir a la planta baja Sandra decidió que era momento de preguntar

- ¿Haces eso seguido?

- Cada mes – confeso él mientras se retiraba el gorro

- Vaya – estaba sorprendida

- Ellos son niños de un orfanato algunos tiene dificultades visuales y otros auditivas las monjas a veces leen para ellos peso no de esta forma, me entere de este programa y de vez en cuando vengo para leerles un poco – sonrió mientras le ayudaba a Sandra a quitarse las alas – es divertido

- Gracias – fue lo único que la chica pudo decir

- ¿Por qué?

- Nunca había hecho esto, en verdad fue genial

- Que puedo decir así soy yo – de pronto parecía recordar algo – espera aquí

- Si

Cuando Dorian regreso llevaba un libro consigo, se lo entrego a Sandra

- ¿Qué es?

- Sé que quizás ya lo tengas pero este es una edición limitada

Sandra miro el libro y lo reconoció enseguida, lo había pedido prestado en la biblioteca de la universidad hacia algún tiempo. Era un hermoso libro. Pero desgraciadamente encontrarlo era muy difícil. Ella lo había buscado por algún tiempo sin tener suerte.

- ¿Cuánto tiempo tienes observándome?

- Pronto lo sabrás – dijo mientras frotaba la nuca – solo espera un poco mas

- Esperare

Salieron de la librería y Sandra solamente esperaba que la siguiente parada fuera un restaurante o algo que involucrara comida pues a esas horas del día se estaba muriendo de hambre

- Creo que es hora de comer – comento para su suerte Dorian mientras miraba su reloj

- Perfecto

- Hoy probaras la mejor comida


La travesía de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora