Perdida

81 8 0
                                    

Después de hablar la noche anterior. Jonathan no estaba seguro de que forma iban a desarrollarse la cosas con Sandra.

Aunque claro nunca creyó que sucederían del modo que lo hicieron

En mitad de la noche un grito aterrador lo despertó de forma abrupta.

Era Sandra.

Se levantó rápidamente de su cama y corrió hacia la habitación de la mujer, cuando intento abrir la puerta se percató de que estaba cerrada con llave, entonces comenzó a tocar la puerta.

- Sandra ¿estás bien?

- Si – parecía agitada – estoy bien... estaré bien...

Espero que ella abriera la puerta pero eso no sucedió, decidió acercarse a la puerta y ver si era posible escuchar algo, entonces un leve susurro indescriptible llego a sus oídos, no entendía que era pero sabía que no era buena señal. Volvió a llamar a la puerta.

- ¿Puedo pasar? – pregunto nervioso

- Estaré bien, solo.... 30 segundos... solo... 30 segundos

Espero. No sabía si realmente tenía que contar hasta 30, pero no lo hizo, solamente permaneció ahí y cuando la puerta se abrió vio que Sandra llevaba su ropa deportiva

- ¿Te encuentras bien? – pregunto preocupado

- Si, lo siento. Una pesadilla – todo esto lo dijo sin mirarlo a la cara – perdón, quiero hacer un poco de ejercicio

- Pero... - miro su reloj de mano eran las 3 de mañana

- Solo, me entraron ganas de caminar, es mejor hacerlo dentro a estas horas – dijo mientras caminaba hacia el cuarto de ejercicio – descansa, buenas noches

- Si....

La vio marcharse a la habitación pero no dijo nada, no encontró motivo alguno para detenerla.

A la mañana siguiente, la encontró desayunando ya lista para ir al trabajo, ella le dio los buenos días y platico de las noticias del periódico pero en ninguna ocasión miro su rostro, aunque tampoco se forzó a sonreír. Un gesto que agradeció.

- Hoy es jueves – dijo Jonathan mientras tomaba un sorbo de te

Lo menciono pues en las pocas semanas que habían trascurrido todos los jueves y martes Álvaro venia al apartamento a cocinar, algo que Jonathan apreciaba demasiado ya que a él no se le daba tan bien el arte culinario.

- Sí. lo lamento Álvaro tiene una entrevista de trabajo y dijo que iba a cocinar algunos platillos que estuvo preparando así que parece que estará agotado creo que hoy no vendrá

- No importa solo estaba probando suerte

- Podría traer algo para la cena – dijo de pronto Sandra mientras comenzaba a lavar sus platos

- Oh, seria de mucha ayuda en la editorial estamos algo ajetreados

- De acuerdo

Miro su reloj y se fue.


Cuando Jonathan llego ya se encontraba preparando un discurso de disculpa, miro nuevamente su reloj, eran las 11:45 de la noche, su trabajo se había prolongado por largo rato e incluso no había llamado a Sandra para disculparse. Cuando llego al departamento espero encontrar una nota en la barra de la cocina y comida en la nevera pero en vez de eso encontró todo tal cual lo dejo antes de irse a trabajar.

La travesía de nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora