Un novio de mentira

Mi primer día del mayor infierno

Narra Leo:

- Bueno ¿En que estábamos? - contestó ella acercándome a mi para besarme pero en eso suena mi celular

- Maldición jajaja - contesté

Saque mi celular de mi bolsillo y vi que es Paulina. Le dije a Artemis que me esperara y me pare para contestar la llamada.

- ¿Qué quieres? - pregunté enojado

- Ay Leo, tranquilo- respondió ella

- ¿Qué quiere Paulina?, estoy ocupado.

- Ay si ocupado, mejor dime qué estás con tu querida novia Artemisa - respondió

- ¿Ya me vas a decir que es lo que quieres?, me estás quitando mi tiempo

- Muy bien corazón, quiero que vengas a mi casa hoy. Mis papás y mis hermanos no van a estar.

- Jajaja no gracias.

- Okey, no te voy a rogar tu sabrás, creo que al rato iré a ver a Artemis para decirle todo ¿Cómo vez?

- Le dices algo y te juro que...

- ¿Qué?, Si no quieres que tú linda relación muera haz lo que te digo ¿Okey? - contestó alzando la voz

- Está bien, voy al rato

- Así me gusta chiquito.

- ¿Algo más? - pregunté enfadado

- No, de hecho todo bien, te veo al rato.

- Adiós.

Colgué la llamada y me fui denuevo con Artemis, nos dimos un beso y regresamos al salón.

(.........)

Cuando pasaron las demás clases, mis amigos se fueron al igual que las amigas de mi novia y ella y yo estuvimos caminando al estacionamiento.

- ¿Salimos hoy amor? - preguntó Artemisa.

- No voy a poder - contesté

- Bueno, nos hablamos al rato ¿okey?

- Sí, te amo y te vas con cuidado ¿Okey? - respondí

- Si papá jajaja te amo - contesto y después me dio un beso.

Espere a que él amor de mi vida se fuera en su coche y después me subí al mío para irme con Paulina.

(..........)

Cuando llegue baje y fui a tocar la puerta.

- Hola guapo - contestó ella  abriendo la puerta

- Ya estoy aquí - respondí pasando a la casa

- Tranquilo - dijo cerrando la puerta.

Me senté en la sala y Paulina llegó y me beso.
Pero después me separé y le dije.

- ¿Esto es lo que quieres de verdad? - pregunté

- Sí - contestó

- Ten en claro que solo lo hago para que no le digas nada a Artemisa

- Claro que me queda claro - contestó

- Y también que no te amo, ¿entiendes? -

- Ya besame - dijo ella jalandome del cuello.

La empecé a besar y nos fuimos a su cuarto.
Cuando entramos comenzó el primer día del mayor infierno de mi vida. Solo le estaba haciendo el amor imaginando a Artemisa para que no me diera asco al tocarla.