Cuatro

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Maratón 1/3

El silencio dominaba la mesa puesto que el trío seguía mirando a Jin a la espera de que este hiciera algo.

--¿Qué?. --Preguntó Jin recibiendo un par de cejas levantadas.-- Ah, no, no.

--Por favor, porfi, porfi, porfi...--Suplicó Jimin agarrando al alfa de las manos y dándole una mirada que ganaría al gato más tierno.

Ante el efímero contacto Jin pudo sentir cómo su corazón salía de su pecho haciendo que le fuera imposible negarse a la petición del tierno omega.

-Bueno pero solo un pequeño entrante.

Los tres amigos gritaron de júbilo celebrando mientras Jin entraba en la cocina del local. Esta se componía de los instrumentos básicos para cocinar en su mayoría presentes desde los inicios lo que hacía que la comida tuviera un toque distinto a cualquiera otra cosmopolita.

Los cocineros saludaron a Jin con entusiasmo demostrando lo mucho que habían echado en falta al chico. Tan cercana era su relación que sin queja dejaron a Jin utilizar el espacio para hacer Chon, una especie de tortilla de marisco que usualmente se come como acompañamiento.

--Siempre te olvidas del delantal.

Jin notó como unos brazos le colocaban el delantal reglamentario y el característico olor a algodón que emanaba la hija del dueño.

--Estoy cocinando.--Espetó Jin rotunda pero amablemente. --Ya te he dicho mil veces que no me interrumpas mientras lo esté haciendo.

--Aish, Jinipooh eres muy soso, hace tanto que no te veo. --Dijo la chica abrazándolo y posando su cabeza en el hombro del chico.-- ¿No me has echado de menos?.

El alfa miró a la chica con el ceño fruncido.-- Yo no he sido la que se ha ido un año a París a estudiar.

Esta se quejó abrazando a Jin con más fuerza mientras soltaba quejidos de cachorrito.--Eres malo~

Rindiéndose tras varios intentos de no recibir respuesta se separó del cocinero aún rondando a su alrededor.

--Los chicos de fuera... Son los acompañantes del Alfa, ¿verdad?. Pensaba que iban a ser distintos, más...

--¿Qué esperabas? ¿trajes de neón, hologramas y coches voladores? -- Se burló Jin.

--Jinipooh no te burles de mí. Yo solo esperaba gente menos ordinaria. -- Mientras hablaba la chica podía oír lo estúpida que sonaba. -- Son guapos.

--Están pillados.

--Mmm...pero uno de los alfas está libre, ¿no?. Me gustan el que tiene cara de niño, ya sabes, ese con los ojos redondos y paletas grandes, cómo un conejito.

Seokjin se mantuvo por unos segundos en silencio pensando si debería decir la verdad o inventar una excusa.

--...Ya tienen pareja. --Terminó diciendo. La verdad a medias parecía la mejor opción por ahora.

--Bueno, quizás puedo hacerles cambiar de opinión.

--Nada de líos, son los acompañantes del Alfa.

La chica se alejó con una vaga respuesta, lo cierto es que ella sólo quería a un alfa y no se encontraba lejos pero este no parecía verla más que como una niña caprichosa.

[...]

Fácilmente, sin el menor problema, Jin cocinó el sencillo pero rico plato y salió de la cocina en unos 20 minutos con el plato de Chon en la mano llamando la atención de los chicos que aspiraron profundamente el apetecible olor que emanaba.

--Se me está cayendo la baba.--Dijo Jungkook limpiándose ,como bien dijo, el rastro que le caía por la comisura.

Jin se sentó poniendo el plato en el centro junto con tres pares de palillos para que pudieran comenzar a comer. A pesar de estar aparentando tranquilidad dentro suyo sabía que las palabras de los tres forasteros iban a marcar profundamente su autoestima.

Con un "buen provecho" comenzaron a degustar las tortillas, Jin observaba atento sin decir palabra alguna pero no tardó en escucharse, casi, gemidos gustosos y palabras de felicidad que provocaron un sonrojo en sus mejillas.

--Sí no estuviera con Jungkook me casaría contigo solo por un plato de estos al día-- Dijo Taehyung aún sintiendo el sabor en su boca.

--Esto está riquísimo Jin Hyung-- Secundó Jimin.

Sin dejar de comer el alfa restante alagó a Jin y aunque este no pudo entender palabra alguna las 7 tortillas que había comido le dejaban claro la opinión de este.

Así pasaron la comida entre silencios provocados por las bocas llenas y los sonidos gustosos de la comida tan rica que estaba comiendo.

[...]

--Voy a explotar.-- Dijo Taehyung soltando un silencioso eructo.

--Por 2.-- Dijo Jungkook.

--Por 3.-- Finalizó Jimin.

--¿Esto es lo que se siente estar embarazado?.--Siguió el primero.

--No sé, dinos Jimin.--Dijo el otro alfa recibiendo un cate del nombrado.

--Qué va a saber Jimin si es más virgen que el aceite de oliva.

Taehyung intentó esquivar el cate inminente pero el omega tenía buena práctica de los años al lado de los dos tontos alfas.

Jimin ignoró a la pareja que ahora tenía una mano roja marcada en sus nucas y se dirigió al tan callado Jin.

--Realmente tus Chon eran riquísimas, ¿donde aprendiste?.

--Mi madre solía hacerlas para mi padre cuando era joven y cuando ella no pudo me enseñó a mi.

El omega se entristeció. --¿Ella está...?

Jin avergonzado negó.--No, no, ella está viva. Solo...es complicado.

Jimin puso su mano encima de la del alfa intentado transmitir su apoyo, nunca había sufrido una pérdida puesto que toda su familia estaba bien pero algo dentro suyo percibía la tristeza de Jin como si fuera en carne propia.

Unas risitas llamaron la atención de la pareja, Taehyung y Jungkook los miraban de un manera extraña que Jimin sabía que no era nada buena, era la misma mirada que ponían antes de trazar un plan de emparejamiento.

--No.--Espetó Jimin recibiendo unas manos levantadas.

--¿Nos vamos?, estoy cansado del viaje.--Puchereó Jungkook apoyando su cabeza en el hombro de Tae.

--Claro, perdona, vamos. Os llevaré a la casa.

Salieron de local no sin antes pagar la cuenta y entraron en el coche, Jimin en el copiloto y los novios detrás quedándose dormidos durante el viaje.

El vehiculo permaneció en un cómodo silencio hasta llegar cuando Jimin despertó a Taehyung que fue dentro de la casa con un Jungkook aún dormido en brazos. Jin acompañó a Jimin en la puerta, sintiéndose como en una escena de película después de la cita.

Miró a Jimin que estaba apoyado en el umbral de la puerta observando sin atreverse a romper el tranquilo momento y dejar al alfa marchar.

Por su mente pasaban decenas de pensamientos qué hacían a su corazón revolcarse y su estómago palpitar, ninguno tan fuerte cómo para volverse realidad.

"Yo" dijeron a la vez. Tras disculparse y animar a continuar al otro Jin decidió que era momento de irse.

--Espero que os lo hayáis pasado bien, mañana nos vemos aquí después de comer.

Se inclinó respetuosamente como debía hacer un alfa vulgar como él ante un omega como Jimin.

El chico observó cómo el coche levantaba una capa de polvo al acelerar y entró maldiciendose en su cabeza por lo tonto cobarde qué había sido al dejar al alfa marchar sin más.

Alfa defectuoso (Jinmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora