Veintiséis

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Por llamada del padre de Jungkook los tres chicos tuvieron que irse a preparar la maleta recondandoles que en 2 días se irían de aquel lugar.

Cuando SeokJin llegó a casa sintió como si saliera de otra vida, sus padres estaban tomándose una siesta y Hoseok miraba la televisión.

—Hola, ¿qué haces aquí?.

—Ya que Jimin se va en unos días me parece tonto gastar en una pensión y le pregunté a tu padre si me podía quedar.

Se dejó caer en el sofá quitándose los zapatos. Cerró los ojos pensando si dormir un poco.

—No sé si sabes que tu madre tiene el síndrome de Ariadna.

SeokJin miró a Hoseok.—¿El síndrome de Ariadna?.

—Ariadna fue una princesa omega que fue abandonada por el alfa Teseo mientra dormía, afortunadamente el Dios Dioniso la salvó pero eso es otro tema. Por ello se le llama el síndrome de Ariadna a aquellos omegas que padecen por el abandono de su alfa.

—Este síndrome... ¿puede dejar alguna secuela?.

—A veces, depende de como se comporte el alfa y de la fuerza del omega. Tu madre se ve una mujer fuerte no creo que debas preocuparte.

Suspiró cansado de tantos problemas por lo que decidió que una tarde de tranquilidad no le vendría mal. Por si mismo no se atrevía a investigar nada.

Continuó viendo la televisión con Hoseok, de vez en cuando charlaban sobre temas que surgían de los acontecimientos de la serie o programa que veían haciéndose inconscientemente más cercanos. Quizás estaba un poco loco pero la forma de pensar de Hoseok le parecía un toque refrescante a la mentalidad cerrada de aquel pequeño pueblo.

—Chaval, — su padre bajaba por las escaleras quitándose las legañas de los ojos— trame una cerveza.

SeokJin se levantó cumpliendo la petición de su padre que ahora se encontraba sentado en su sitio con los pies apoyados en la mesa, sin decir una palabra agarró un cojín y lo puso debajo de los pies. Esa era la condición en la que su madre permitía que pusiera sus pies arriba o sino dañaría la madera.

—Chaval, —sus peludos brazos pasaron por los anchos hombros de Jin— me tienes que presentar a ese omega tuyo. ¿Cómo se llamaba? —primera lata de cerveza terminada— Mi...Ki...

—Jimin, padre, se llama Jimin. Se lo intentaré presentar.

Se levantó a por otra cerveza que sabe que su padre le pediría. 

—¿Mamá no baja?.

—Nah, dijo que quería hacer la cama y ordenar la habitación. 

La mirada preocupada de Jin se conectó con Hoseok que fue arriba a revisar a la mujer. Jin sabía que era otro de sus mareos.

—Padre, —continuó cuando captó su atención— ¿se va a ir de nuevo a pescar?.

—Es lo que toca chaval, una casa no se sostiene sola.

Miró hacía la escalera un momento por temor a que su madre los escuchara, le había prometido quedarse al margen pero no podía aguantar más.—No sé si mamá te ha dicho algo, no lo creo. Desde hace unos meses tiene mareos y ha perdido mucho peso, ella no quiere que te lo diga y por eso tienes que hablar tú con ella.

—¿De que estás hablando?.

Su padre había dejado la cerveza, su mirada dándole toda la atención, la televisión había quedado en segundo plano.

Alfa defectuoso (Jinmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora