Veinticinco

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Bajaron con la linterna del móvil iluminando su camino hasta llegar al final de las interminables escaleras donde un lago pasillo les esperaba, entre sus paredes se encontraban puertas cerradas pero la que más llamaba la atención era la del final que desprendía una luz a través de su abertura. Probaron abrir las demás, no sin antes escuchar por si alguien se situaba al otro lado, pero ninguna cedió cosa que frustraba a los chicos pues así no conseguirían ninguna pista.

Mientras revisaban las puertas pasó más tiempo del esperado permitiendo que alguien entrara en la casa, una voz familiar resonó con eco por el pasillo.

—¿Gilhangje?

Jin pudo sentir como se le ponía la piel de gallina y su pecho dio un vuelco. Arrastrado por Jimin acabó entrando en la misteriosa habitación del fondo que sólo contenía barriles, los mismos que vieron semanas atrás. Se escondieron detrás de un grupo de ellos rezando por no ser encontrados.

—¿Gilhangje?

La voz del hombre les era familiar con razón ahí estaba el dueño del lago probando su más que confirmada teoría de que era la cabeza de aquel extraño delito. Por un momento Jin pensó que no tenía sentido que se llamara a si mismo pero con la adrenalina del momento lo dejó pasar.

El hombre suspiró saliendo de la habitación con un sonido del cerrojo que les dejó encerrados dentro. 

Esperaron prudentemente por si volvía, cuando el largo silencio les abrumó se acercaron a la puerta. Si, estaba cerrada.

—¿Qué vamos a hacer?.

Decidieron investigar primero la habitación, barriles, barriles y poco más. Era un sótano de piedra que impedía que el calor del verano penetrase en sus paredes conservando mejor lo que aquellos barriles contenían.

Jin se giró para ver como Jimin abría uno de ellos, corrió apartando su mano de la sustancia posiblemente venenosa.

—¡¿Qué estás haciendo?!.

Jimin lo mandó callar.— Estoy extrayendo una muestra para poder averiguar que es.

—Es peligroso.

—No se preocupe hyung —dijo con un coqueto guiño— yo siempre llevo protección.

Entonces Jin se fijó en los guantes en su mano y la extraña mascarilla en su cara, en sus dedos tenía una especie de bastoncillo junto a un vial como los de las series de crímenes.

—¿De donde has sacado eso?.

Jimin señaló su riñonera donde guardó varias cosas previendo que iba a necesitarlas.

Resignado soltó a Jimin que siguió a lo suyo mientras él se dirigió a la puerta probando inútilmente a abrirla. Pudo comprobar que la cerradura no era de mucha calidad, el pestillo que cerraba estaba visible.

Jin recordó su época de estudiante donde muchas de las puertas se quedaban cerradas en el recreo teniendo que esperar los alumnos a que el profesor o conserje abriera pero ellos tenían un sencillo truco para abrirlas.

Miró por la habitación buscando algo que le sirviera.

—¿Qué buscas?.

Jin se giró a Jimin que se encontraba detrás suya curioso, disimulo un poco su susto y le contó.

—Necesito una especie de palo duro, algo que haga palanca pero que quepa por la rendija.

Buscaron pero en esa habitación no había nada parecido.

—Aquí no hay nada. —Dijo Jimin que miró el móvil por si Taehyung le había llamado. No tenía mucha cobertura.

Unas llaves cayeron al suelo y la bombilla interna de Jin se encendió. Se acercó a la puerta probando y llegaban bien al pestillo, sin mucho esfuerzo abrió la puerta. Se asomó viendo una luz debajo de una de las puertas, debía ser Gilhangje.

Los chicos subieron por las escaleras rápidamente, saliendo luego de la casa con éxito. Sin mirar atrás se montaron en el coche conduciendo a la taberna donde les esperaban Taehyung y Jungkook.

Jimin se relajó en el asiento dejando que el viento golpeara su cara con su mano buscó la de Jin que se mantenía en las marchas, sonrió cuando este le apretó fuerte.

—Espero que a Tae y Kook les haya ido mejor. Nosotros no hemos averiguado nada.

—¿Nada?— dijo Jin mirando brevemente a Jimin sin querer distraerse de la carretera— tenemos su base y el lugar donde guardan los barriles, además de una muestra que nos dirá que es esa sustancia.

—Bueno, tan mal no ha sido. Supongo que quería más aventura.

—¡¿Más?! casi muero del susto cuando se acercó Gilhangje.

—Soy un omega al que le gusta la adrenalina, —con una sonrisa se acercó a Jin y le dio un casto beso en la mejilla disfrutando de las mejillas sonrojadas del alfa— vas a tener que aprender a seguirme el ritmo.

Minutos después entraron a la taberna acercándose a la mesa donde la pareja de alfas comía.

—¿Ya estáis comiendo? ni os dignáis a esperar.

Jimin levantó una mano parando a Tae que tenía la boca llena de comida. Después de pedir reanudaron la conversación.

—Ese hombre es un snob, con ese pelo engominado y su traje pijo. Adoro gucci pero hasta a mi me parecía excesivo llevar tanto accesorio. Tenía toda la pinta de mafioso.

Tanto Jin como Jimin se extrañaron por la descripción que distaba de la imagen que habían visto en la casa. Ellos lo recordaban con su pelo encrespado y su encorvada espalda.

—¿Viste el bastón?—continuó Jungkook— cada vez que caminaba lo estampaba contra el suelo.

—Esto...chicos, ¿de quién habláis?.

Los cuatro se miraron.

—De ese tipo... el dueño del lago. ¿Gilhangje? creo que se llamaba aunque pensaba que se llamaba Yeong.

—Lo cierto es que ha pegado un cambio desde la primera vez que lo vimos.— Tae asintió.



La mente de Jin comenzó a rememorar todo lo que había visto y oído. Taehyung y Jungkook decían haber visto al dueño del lago, Gilhangje o Yeong, pero ellos lo habían visto en la casa. Quizás había ido después de verlos y se había puesto más cómodo. Su madre también cambiaba mucho de apariencia en su casa de tener un aspecto formal en su casa vestía con sus batas de osos, sus zapatillas con agujeros y a veces una bolsa en la cabeza cuando se teñía el pelo.

—¿A que hora os fuisteis?. —Preguntó Jin.

—Pues...—Jungkook miró a Taehyung.— Creo que hace una hora.

—¿Seguros?.

—Si ¿por qué? —Dijo Taehyung con un puchero empezando a molestarse por tanta pregunta.

—Es imposible Tata, nosotros estábamos hace una hora en la casa y lo vimos.

—Bueno nosotros también estuvimos con él estoy seguro.

Se quedaron en silencio pensando, las dos parejas juraban haberlo visto. Por un lado Jimin y Jin saben que lo vieron pues era el mismo que se presentó la primera vez, Yeong. ¿Era un impostor?. Taehyung dijo que se llamaba Gilhangje justo el mismo nombre que Yeong estaba diciendo, deben conocerse. Jin cada vez estaba más perdido.

—Puede ser...—los tres miraron a Jungkook— es una idea bastante loca pero—

—¡Dila ya!.

—¿Y si son gemelos?.


Alfa defectuoso (Jinmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora