Dieciocho

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Comenzó a notar una punzada en su cabeza,  no había dormido bien y su cuerpo estaba cansado.

SeokJin no había salido en todo el día de la habitación, el tiempo pasando hasta que tuvo que encender la luz artificial de las lámparas para iluminar la habitación.

No había hecho mucho, por no decir nada aquel tiempo. Algunas fotos y mensajes para Taehyung y Jungkook que preguntaban por el estado del omega, juegos con su madre como el "veo, veo" o "el tres en raya". Jimin seguía dormido, su cuerpo recuperando las energías gastadas.

La enfermera había vuelto, pudiendo comprobar a su paciente sin problemas. Les comunicó que la morfina había sido bajada y ahora si debían estar atentos a cualquier posible movimiento.

Respecto al otro sujeto del hospital, Seokjin había decidido dejarlo apartado pero no por ello olvidado, tenía pensado tomar cartas en el asunto. Debía ser una oportunidad de la Diosa.

—Bolita.

Miró a su madre que le indicó con la cabeza hacía un Jimin despertándose. "Por fin" pensaba el Alfa.

Las manitas del omega se agitaban como intentando agarrar algo, quizás cierto Alfa que sin dudarlo tomó su mano notando el fuerte agarre. Pequeños sonidos salían de los labios del omega, preocupando un poco el corazón de los presentes, parecía asustado.

—Jimin.

SeokJin lo llamó esperando que su voz ,al ser conocida, lo calmara y tuvo razón, el corazón de Jimin se relajó y sus ojos se abrieron parpadeando por la luz.

—¿Que...?

—Shh, —le calló la madre de SeokJin— no hables, la anestesia debe haber dejado tu garganta seca. SeokJin, voy a llamar a la enfermera.

—Mamá espera...

Le iba a decir a su madre que había un botón en la cama para eso pero prefirió quedarse un momento a solas.

—Alfa..

Besó sus manos sin poder evitar tener una sonrisa en su cara. Se sentó en la cama con cuidado, de no dañar ninguna parte del omega, y acarició sus cabellos una vez más. Era adicto a su suavidad.

—Estás a salvo en el hospital, Jungkook te encontró. ¿Estás bien?.

Era un pregunta retórica pues podía sentir dentro de su pecho que si lo estaba.

La puerta se abrió dando paso a su madre y la enfermera de Jimin. 

—Me han dicho que cierto jovencito ha despertado.

Graciosas palabras puesto que era evidente que aquella enfermera no tenía una edad muy diferente a la suya.

Tocó por aquí y por allá, revisó las maquinas conectadas a Jimin y apuntó en una ficha los resultados.

—Parece que todo es correcto, como siempre. Escucha Jimin, te voy a hacer unas pequeñas pruebas de rutina, ¿vale?.

La mirada de la chica conectaba tanto con su paciente como aquel a su lado, pidiendo ambos permisos.

—Vale.

Tras la aprobación de Jimin, esta comenzó a preguntar si sabía donde estaba, que día hora, si recordaba algo.

El omega procedió a relatar como tras salir de la casa a tirar la basura había empezado a sentir cierta inquietud, no pasó nada hasta que al volver un hombre se acercó por detrás, amenazándole con una navaja, su voz no parecía tener ninguna clase de acento siendo bastante neutra, su olor tapado por unos neutralizadores. Su vestimenta era totalmente negra, sin acceso a su rostro pero tras un forcejeo pudo arrancarle el gorro, su pelo era rubio.

Alfa defectuoso (Jinmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora