Veintiocho

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Maratón 3/3

Adoro vuestros comentarios <3. 

La cosa llega a su momento cumbre.



Jungkook, junto con Taehyung, decidió esperar a su padre fuera, no tardaría más de unos minutos le dijo. Jimin quería hacer más preguntas por lo que esperaba a que Yeong, que se había desmayado por la paliza, despertase. Jin en todo momento a su lado, a pesar de lo poco que le gustaba la situación, no quería dejarlo solo. Ji-ho había desaparecido de nuevo alegando que iba a controlar el perímetro en caso de otro posible ataque. 

SeokJin se acercó a Yeong observándolo sin querer tocarlo, no podía ver su cara ya que el pelo la tapaba. Sentía remordimientos pero no podía olvidar que esta persona había colaborado en el ataque que casi mataba a Jimin.

Se giró observando a su novio que estaba sentado en el sofá observando al hombre, se sentó a su lado y apoyó su cabeza en el hombro ajeno.

—Ya se acabó.—Respiró la dulce esencia.

—Supongo.

La voz de Jimin se notaba seria y es que algo dentro de él le decía que tuviera cuidado, no podía ser tan fácil.

—Voy a cambiarme, no quiero recibir a El Alfa en pijama.

Jimin vio a Jin dirigirse a su habitación, se quedó mirando a Yeong de nuevo y sin causa alguna movió el cuerpo del otro para ver si despertaba de esa manera dándole pequeños manotazos. Levantó la cabeza y volvió a soltarla viendo como caía con el pelo tapando de nuevo su cara, giró alrededor mirando cualquier signo de movimiento, incluso le sopló en la cara.

Aburrido fue con Jin a quién sorprendió medio desnudo de cintura para arriba.

—Vaya, vaya. ¿Estás tratando de seducirme?.

Pasó su manos por la suave piel hasta apoyarlas en los amplios hombros y lo besó.

—Espera, —dijo Jin apartándolo— bastante tengo con que nos hayan visto Jungkook y Taehyung como para que nos vea El alfa.

—Buuu, aburrido.—lo señaló amenazante— No te vas a librar.

—Aprovecha y cámbiate. Yo vigilaré.

Después de la afirmación de Jimin, salió hacía el salón. Yeong seguía igual de quieto que siempre. Pensó en que su madre debía estar esperando un mensaje de su parte, lo de quedarse a dormir había sido algo no planeado. Su madre sabía que era la casa de El alfa y eso la dejaba más tranquila pero aún así su instinto la llamaba a estar pendiente de su cachorro.

Utilizó el móvil de Jimin para llamarse a si mismo puesto que lo había perdido de nuevo, su móvil estaba en el sofá metido en uno de los huecos, habrá quedado ahí durante su sesión de besos.

—No te muevas, no grites.

Un brazo lo agarró por el cuello pegándolo a Yeong, sentía su garganta presionada ahogándolo, su respiración aceleraba por la adrenalina del susto no lo mejoraba. 
Habían sido demasiado ingenuos, dejando que este de alguna manera escapase de sus ataduras.

Caminó paso a paso a través de la casa pasando por la cocina donde pudo notar como además algo afilado presionaba su espalda. Esta gente tenía algo por los apuñalamientos.

Sin noticias de Jimin salieron por la puerta de atrás, Jin no podía creer que nadie se había dado cuenta de su desaparición ¿donde estaba Ji-ho?.

Entonces el sonido de una pistola, ahora sin seguro, pudo escucharse detrás, su cuerpo giró rápidamente enfrentado a la persona que era Ji-ho con un gran revolver apuntando hacía los dos.

El agarre se torno más fuerte, en su cuello un afilado cuchillo casi perforaba su yugular, el aliento caliente chocaba en su oreja.

—Si te acercas le rebano el cuello.

Jin cerró los ojos por un segundo siendo consciente de que estos podían ser los últimos instantes de vida que tendría. Ya no podría mudarse a la ciudad, ni entrar en la escuela de cocina, nunca podría ver a Jimin. Dios Jimin... se sentirá destrozado sin hablar de su madre. ¿Esto afectaría a su enfermedad? sabía de algunas madres que morían de la tristeza de haber perdido a sus hijos.

Abrió los ojos notando que había perdido gran parte de la conversación.

—Esto no tiene por qué acabar mal y lo sabes. Nadie tiene que ser herido esta noche.

—¡Eso díselo a mi cara! Maldito hijo de—.

—Te lo repito por última vez suelta al chico y deja el cuchillo en el suelo.

El pecho de Yeong retumbó mientras se reía. —¿Me crees estúpido?.

Ahora el cuchillo estaba en su mejilla que había sido cortada haciéndole sentir un familiar escozor.

—Se que estoy rodeado y tenéis más que suficientes pruebas para hacer que me pudra en la cárcel. Para vuestra mala suerte no tengo interés en morir encerrado en cuatro paredes como la maldita escoria que mi familia creé que soy. Si no hubierais hurgado donde no os llaman esto no habría pasado porque no pienso ser el único que muera hoy como un estúpido del que se reirán, si es necesario voy a llevarme conmigo compañía para que este pueblucho de mierda recuerde quién es Lee Yeong.

Vio como el cuchillo subía con la intención de ser encajado en su garganta y cerró los ojos sin atreverse a verlo. Yeong seguía detrás de él haciendo imposible para Ji-ho dar un tiro sin tocarle a él.

Pum...pum...pum.

Su corazón retumbaba en sus oídos inservibles por el disparo, un cuerpo caía. Sus ojos enfocaban hacía Jungkook que lo sacudía, veía sus labios moverse pero sólo escuchaba un pitido ensordecedor. 

Su cuerpo flotaba balanceándose en el mar, sentía las olas acariciarle cuando se concentraba. Estaba en paz casi sin sentir nada, las manos que le movían eran imperceptibles como si su piel estuviera anestesiada.

Miraba la película ante sus ojos, muchas personas conocidas estaban a su alrededor. Ahora un luz le cegaba pero unas manos le impedían alejarse de ella, Jin sólo quería cerrar los ojos y dormir. 

Sabía que le estaban preguntando cosas que él no era capaz de entender en ese momento, se dejaba llevar por las luces molestas de la habitación.

Eventualmente lo acostaron en una cama, ahora tampoco era muy consciente de donde se encontraba pero había menos personas y podía dormir. Una mano agarró la suya, el tacto era familiar y le calmó haciéndole caer en la inconsciencia. 


Alfa defectuoso (Jinmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora