Quince

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Antes de comenzar quiero decir una cosa que me acaba de pasar y me parece que se debería controlar/disimular por respeto. 

Si tenéis una lista de historias que ya no os gustan no la nombréis de manera que la autora sepa que es una lista para eso porque se va a sentir mal.

Yo no me lo tomo a muy serio, que no digo que no me haya dolido, pero hay gente que si, y de todas me parece un falta de respeto a mi historia. 

La chica que lo hizo sabe quién es y no leerá esto porque como os dije metió la historia en su lista de "sin terminar de leer-aburridas", yo tengo ese tipo de listas y lo pongo con siglas para no hacer daño a nadie.

Dicho esto quiero aprender de mis malas experiencias y preguntaros si os va gustando la historia y que partes no, de esa manera cambiaré cositas para que os guste más.

Gracias a las lectoras que comentáis y leéis mi historia, espero de corazón no decepcionaros.




Su madre no se encontraba en la planta baja así que SeokJin decidió subir a la habitación sospechando que algo malo pasaba. Efectivamente, su madre estaba acostada en la cama con los ojos cerrados y su respiración agitada con un silbido ronco al pasar el aire.

Lentamente se acercó tomándole la temperatura con la mano, su frente estaba sudorosa de la fiebre.

Al sentir el tacto frío su madre abrió los ojos -- ¿SeokJin?.

-- ¿Cómo te encuentras?.

Volvió a cerrar los ojos ante el mareo que le llegó. -- Bien, un poco mareada.

-- Mamá no me mientas.

Sintió la mano de su madre acariciar su brazo suavemente, podía ver como le temblaba ante el esfuerzo. -- ¿Quieres que te traiga algo, mamá?.

Sabía que el médico le había recetado un té especial para cuando tuviera síntomas fuertes, aunque ya no hacía tanto efecto como antes. No sabía exactamente que contenía pero tenía un olor dulce por lo que Jin probó un sorbito a escondidas, acabó averiguando que los tés no suelen saber como su olor indica.

Calentó el agua y puso la bolsita con la extraña hierba en ella, mientras subía las escaleras un color negro tiñó el agua caliente y ese olor característico se propagó por el aire.

-- Gracias, bolita. -- Dijo su madre cuando le acercó el té.

Acomodó los cojines para que estuviera cómoda y se dedicó a observarla mientras bebía.

-- ¿Cuando va a venir papá?.

-- No lo sé, bolita, sabes que puede tirarse meses.

--Si pero hace nada estuvo aquí, tiene que volver pronto, ¿no?.

Se encogió de brazos sin saber que decirle a su hijo. Sabía que estaba preocupado por su salud y debía admitir que ella misma lo hacía, su loba lloraba por su alfa, ella lloraba por su marido.

-- Mamá...

-- ¿Qué tal con Jimin?.

SeokJin estaba cansado de que su madre evitara el tema y tenía claro que él iba a encargarse de decirle a su padre si ella no lo hacía. Por no agitar a su madre le siguió la corriente.

-- Bien, no sé, me gusta pero se que se irá cuando acabe el verano y yo me quedaré aquí. No lo tomo como algo serio.

-- Puedes irte también.

Alfa defectuoso (Jinmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora