Seis

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Maratón 3/3

Respetando la privacidad de su madre Jin cerró la puerta, tras el extraño incidente llamaron al médico del pueblo que parecía saber el problema que su madre tenía, pero a pesar de sus preguntas ninguno quiso contestar, su madre no parecía capaz de responder y el médico debía respetar la privacidad de su paciente por mucha familia que fueran.

Aún quedaban horas para la comida y sus ganas de estudiar habían desaparecido por completo por lo que Seokjin decidió hacer aquello que le distraía en los malos momentos; cocinar.

Tenía que mantener la concentración para que la receta saliera a la perfección, controlar la cantidad de ingredientes, el tiempo de cocinado, la cantidad de condimentos era fundamental para el plato.

Así que se dirigió a la cocina y cocinó pero al revisar pudo comprobar que los ingredientes no eran los suficientes para hacer los platos que quería, por lo que decidió ir al mercado.

Un poco de aire no le vendría mal.

Subió a su habitación cambiándose a un sencillo conjunto sin preocuparle que los calcetines que se había puesto fueran de diferente color, en el baño, irónicamente, se retocó un poco más de la cuenta por si cierto omega hacia aparición y finalmente salió de su casa.

[...]

Después de pagar los calabacines, caminó tranquilo mirando las tiendas y puestos que había en el mercado, vendían desde verduras hasta artesanía del mar, incluso esos ungüentos, de no sé qué pez, milagrosos que te quitan 20 años de encima.

Ya tenía todos los ingredientes para el plato que pensaba hacer; bimbimbap pero aún era temprano y Jin prefería quedarse un rato más dando vueltas. Estaba pensado en que a Jimin y sus amigos les gustaría ver el mercado, quizás la semana que viene los llevaría.

--¡Seokjin!.

Uno de los compañeros de su padre lo llamaba, desgraciadamente era uno de los más cotillas, siempre buscando descubrir los secretos de los demás para luego esparcirlos por todo el pueblo.

--Hola...

Sin importarle el claro desagrado del chico Chin-mae saludó.

--He oído qué te ha tocado ser el guía de los forasteros, ya sabes el hijo del alfa y sus amigos...He oído que uno de ellos es su pareja.

Jin avanzó por los puestos ignorando al hombre pero este no iba a parar hasta sacar algo.

--Hacen una pareja muy linda, ese omega tiene un rostro muy bello al igual que su cuerpo que es...

--Me tengo que ir,--Dijo Jin parando abruptamente--¿si?, tengo que hacer la comida y no puedo perder tiempo. --con todo su cuerpo en tensión le mandó una sonrisa a Chin-mae-- Si tienes preguntas ve hasta la casa del Alfa, seguro que estará encantado de ver como te preocupas por la vida personal de su familia.

Sin borrar la falsa sonrisa, se dirigió a la salida del mercado, notando una profunda molesta que sabía no provenía solo de él.

Respiró profundamente, oliendo el mar qué lo llamaba y SeokJin no pensaba ignorarlo, así que caminó sin prisas hasta el comienzo de la playa donde la arena se fusionaba con la roca. Se quitó los zapatos y empezó a adentrarse.

Afortunadamente su gente era limpia y cuidaba su playa como cualquier otro lugar de su hogar por lo que no tenía que cuidar sus pies de posibles restos de cristal o cualquier otro desecho, podía disfrutar del fresco tacto de la arena que aliviaba sus pies del calor del verano, el viento le proporcionaba un frescor a su húmeda piel.

En esos momentos Jin se alegraba de haber nacido en tan bello lugar, disfrutaba de cosas que otros no habían visto en su vida, como el mar, era tan descabellado pensar que había gente que nunca pudo contemplar el mar en toda su vida cuando para él era algo cotidiano, con lo que había crecido. Comprendía en pequeña medida que era algo que debía cuidar puesto que no iba a estar siempre en su vida, no tenía deseos de pasar siempre su tiempo en el pueblo, él quería salir, descubrir, llenar sus ojos de nuevos paisajes y su cabeza de nuevas culturas, expandirse.

Pero sus sueños eran difíciles de realizar, difíciles de financiar y debía sacrificar otro sueño para conseguirlos.

Suspiró cansado de auto lamentarse y emprendió camino a su casa, caminando por la arena con sus zapatos en una mano y la compra en la otra pero algo le hizo parar. Cierto omega se encontraba no muy lejos haciendo fotos, llevaba una camisa azul y unos pantalones cortos blancos, sus pies descalzos y sus zapatos no se encontraban a la vista.

Lentamente, sin estar completamente seguro de si debía molestarlo, el alfa caminó hacía el chico que no se sorprendió pues pudo olerlo hace rato.

Jimin bajó la cámara, que pertenecía a su amigo Jungkook, y miró a Jin con una sonrisa. --Hola, hemos decidido hacer un poco de turismo por nuestra cuenta, no te importa, ¿verdad?.

Jin negó absolutamente avergonzado y un poco conmovido por la consideración del omega.--Podéis hacer lo que queráis, solo soy un guía.

--Eres nuestro amigo, hyung, quizás nos conocemos de poco, ahora que lo pienso ni dos días, -dijo riendo- pero ya te hemos cogido cariño.

Con una cálido sentimiento en su pecho, el alfa carraspeó intentando disimular sus nervios.--Ah...¿y Jungkook y Taehyung?.

--Haciendo payasadas como siempre,--Dijo girando el cuerpo hacía el mar, en cuya orilla una pareja jugaban a tirarse agua a pesar de tener la ropa puesta y saber que se iban a ganar un sermón de cierto amigo-- Kookie me ha dejado su cámara para hacer fotos mientras están jugando.

El sonido de una foto hizo que Jin mirara a Jimin, que había sido pillado tomándole una foto. Avergonzado evitó la mirada del pueblerino.

--Perdón, es que tenía que tomártela.

--No soy muy fotográfico.--Dijo resignado.

El omega abrió los ojos sorprendido de las palabras del hermoso alfa, no podía creer que pensara tan descabellada idea.

Incapaz de contenerse, dijo la verdad que todos sabían.--Eres hermoso SeokJin hyung, no sé quién o qué te ha hecho pensar lo contrario pero te aseguro que todos pueden ver en ti un digno modelo de Miguel Ángel.

Mientras hablaba el omega se había ido acercando al alfa hasta que sus rostros no se separaban por centímetros, ninguno se percataba de la intima escena que protagonizaban, se encontraban perdidos el uno en el otro. Sintiendo sus alientos chocar contra sus bocas, tímidamente sus manos se apoyaban en el cuerpo del otro.

--JIMIN-SHIII

Alfa defectuoso (Jinmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora