Capítulo Seis

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Luego de que Derek lo regañara por decirle que faltaría al entrenamiento, Stiles se despidió de el lobo con un "Hasta luego amargado", y volvió a la tarea de hacer dormir a su hijo.

Hijo, le parecía raro llamarlo así, prefería decirle bodoque, sip, ese era mejor, Isaky era su bodoque.

—Vamos Isa, ¿Por qué no puedes dormir?—Pregunto viendo al niño que estaba sentado en la cama jugando con sus propios pies, como si fuera lo mejor del mundo.

Isaky estaba que se tambaleaba del sueño, sus ojitos luchaban por mantenerse abiertos, lo que hacía que Stiles no entendiera porque no se dormía.

—¿Hijo?

La voz de su padre llegó desde la sala, tomándolo por sorpresa y confundiendolo, se suponía que su padre no llegaba hasta las diez de la noche.

Para su sorpresa, eran las once, cuatro malditas horas en las que Isaky se había esforzado por no dormirse.

—¿Qué sucede?—Pregunto su padre entrando al cuarto.

—No se duerme, ¿No puedo darle una pastilla para dormir o algo de eso?

—No muchacho, aún tienes mucho que aprender—Hablo el Sheriff soltando un suspiro—Toma a Isaky en brazos y arrullalo, eso es lo que los hace dormir, sentir el calor de otra persona los hace sentir seguros...

Stiles se perdió a mitad de lo que decía su padre, concentrándose en la pequeña bola de carne que tenía en brazos, ese bodoque que estaba cayendo dormido mientras se acurrucaban en sus brazos.

El Sheriff guardo silencio viendo a su hijo y su nieto, Stiles a sus 18 años seguía sorprendiendolo, nunca se imaginó tener un nieto tan pronto, pero aún así estaba feliz, había criado un hijo maravilloso, no cualquiera se hace cargo y toma las responsabilidades de tener un hijo y criarlo, sabe lo difícil que es, aún más siendo padre soltero, pero sabe que su hijo podrá salir adelante.

Sonrió de lado, viendo cómo su hijo se acostaba en la cama, con el pequeño sobre su pecho, tratando de no despertarlo.

—Deberías dormir tu también—Sugirió su padre en voz baja acercándose a taparlo con las colchas—Necesitaras toda la energía posible apartir de ahora.

Stiles sonrió, y asintió, viendo a su padre devolverle la sonrisa antes de salir del cuarto, cerrando la puerta tras él.

—No sé nada de bebés, y tu no sabes nada del mundo—Murmuró Stiles acariciando el cabello de su hijo—No diré que fuiste planeado porque estaría mintiendo, pero si te diré, que apartir de ahora trataré de darte lo mejor de mí, y seremos un equipo, el equipo Stilinski, una familia de puros machos.

Stiles sonrió y dejando un beso en la frente de su hijo, continuo acariciando su cabello, hasta que el sueño le llegó.

Honey, this is Beacon HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora