Honey, this is Beacon Hills

Capítulo Veintiséis

—Derek.

Nada.

—Dereeeeeek.

¿Es que acaso el super oído del lobo no capta el susurro?

—Derek, Der, Derek, Dereksito, Derek, Hale, Miguel, Miguelito, Miguelin, Miguelón, Derek Hale del monte de Miguel.

—Stiles, ¿Qué diablos?, ¿Sabes qué hora es?

—No me grites—Murmuró el castaño soltando un sollozo.

—No te grité.

—Me estás hablando mal—Dijo el castaño sin dejar de sollozar.

Derek suspiro sentándose en la cama y acercándose al castaño, atrapandolo en un abrazo.

—Lo siento amor, sabes que me molesto si no duermo—Trato de excusarse el lobo.

—Sabes que yo ni duermo—Replicó el castaño molesto.

Derek suspiro negando con la cabeza, y atrayendo a Stiles hacia su cuerpo cuando el castaño hizo amago de soltarse.

Los cambios de humor de Stiles lo estaban matando, y los gritos de Kira a Scott también le daban dolor de cabeza.

Kira y Stiles estaban de cuatro meses, cuando Deaton se enteró de eso, dijo que era algo del lobo de Scott con Stiles.

Ambos chicos se conocieron de pequeños, por lo que siempre estuvieron el uno para el otro, lo mismo sucedería con sus hijos.

Alan había dicho que era porque el lobo de Scott había presentido el embarazo de Stiles, y para que su sobrino no esté solo le dió un amigo, posiblemente uno de los dos se adelantará o atrasara para nacer al mismo tiempo, cosa que les pareció escalofriante.

—¿Qué necesitas cariño?—Pregunto Derek en tono suave para tratar de calmar el enfado de Stiles, mientras repartía besos en el cuello del castaño.

—Tu hijo quiere...

—Si es alguna fruta fuera de estación tendrás que esperar hasta mañana cariño—Interrumpió Derek tratando de no hacerlo enojar.

—No, no es eso, solo quería helado—Murmuró el castaño acurrucandose en el pecho de Derek—Pero ya le dió sueño porque ya no está pateando.

Derek sonrió, y llevo una de sus manos al vientre de Stiles, acariciando donde se sentía más duro, donde estaba su hijo.

Un pequeño golpesito se sintió bajo su mano, haciéndolo sonreír.

—Derek, no lo molestes—Se quejó entre dormido Stiles.

Derek sonrió y se acomodó con Stiles en su pecho para que el castaño pueda dormir.

En ningún momento Derek quitó la mano del vientre de Stiles, ni cuando tuvo que taparlos, ni cuando sus ojos se cerraron por el sueño.