Cap. 1

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Ya había revisado persona a persona de todos los congresos, menos el de Asia, y el otoño ya había empezado... no había siquiera podido volver a conseguir llamar a mi madre o a Chad y Andre... nadie.

No empezaría el curso, ya me habían dicho que este año lo mejor era que no estudiara, empezaba a creer que estudiar simplemente no era algo que iba a volver a ocurrir.

Gracias al Maestro mis habilidades estaban creciendo y volviéndose más poderosas... a todo el mundo le encantaba y los demás Archer ya lo sabían, ahora me halagaban tanto como a Claus. Aunque Claus cada vez se estaba volviendo más serio y distante con todo lo que estaba ocurriendo.

Volvía a ser capaz de dirigirle la palabra a Gracia, a ella le encantaba y volvía a ser como antes de que discutiéramos. Abel era igual que siempre, aunque algo en su aura se volvía violeta cuando me veía.

–Aike? –Dudó Siro devolviéndome a la realidad.

Levanté la cabeza del cristal de la ventana y dejé de ver el horrible tiempo de Canadá en estas fechas para mirar el interior de nuestra habitación.

Los blasones y colores puros e impecables de la familia Archer estaban por todas partes. Empezaba a sentir que me observaban con superioridad, aun dudando que fuera digno de siquiera caminar por estos pasillos.

Siro me miraba desde el marco de la puerta esperando una respuesta. Cargaba con la pesada capa familiar que había tenido que lavarse. Al contrario que el resto del impoluto uniforme y accesorios solo tenía una capa.

–Estoy bien, no te preocupes –Repetí como incontables veces sonriéndole con calma.

Él prefirió no insistir al saber que me había convertido en una tumba con respecto a muchas cosas y entró en la habitación cerrando la puerta definitivamente para guardar la capa mientras yo volvía a apoyar la cabeza en el cristal sintiendo el frío del exterior en mi sien.

Desde aquí podía ver un nido de pájaros en un árbol cercano, creo que dentro de poco lo abandonarían.

Ellos eran libres, sería lo más inteligente.

Pillándome por sorpresa Siro pasó una manta por encima de mis hombros aprovechando que no estaba apoyado en la pared y se sentó a mi lado en el descansillo de la ventana tapándose también con la manta y apoyando su cabeza en mi hombro.

Su liviana aura blanca seguía siendo como el soplo de aire fresco que siempre necesitaba, y ahora lo necesitaba más que nunca.

Si solo... solo... a quien iba a engañar? Hacia bastante tiempo que no encontraba forma de añadirle algo a esta situación que la mejorara.

–Tienes 18 años y siento que estas tratando de fingir tener 50 –Murmuró Siro abrazando mi brazo izquierdo en el que se apoyaba.

–Es lo que esperan de la impoluta familia Archer –Contesté siendo una conversación que habíamos aplazado todo lo posible mantener.

Pero toda esta situación ambos sabíamos que me impedía tener ningún tipo de duda o miedo, si flaqueaba durarían hasta de mi sombra.

–Claus se marcha... no va a volver a casa, pero tampoco se va a quedar aquí –Contó con algo de amargura en la voz.

–Habéis discutido? –Pregunté sabiendo que había dado en el clavo con lo rápido que cambió su aura.

–Con toda esta situación... separarnos... –Trató de explicarse sin necesidad de afirmar para saber que lo sabía.

–Estará bien, él necesita arreglar otras cosas propias antes que atender a todo esto. Claus es libre y ha decidido, no le puedes reprochar su decisión –Respondí haciendo que soltara mi brazo para abrazarlo y que él me abrazara de vuelta.

Black (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora