Capítulo 18

1.7K 57 8
                                    


Aitana

La noche de ayer la dediqué a pensar e intentar asimilar lo que había pasado ese día. El cambio repentino de actitud de Vicente me dejó desconcertada al principio pero no me desagradó en absoluto. Le di largas porque en mi mente en ese momento pasaba otra persona por mi cabeza, la misma que cuando iba a dejar descansar a mi mente mandó un mensaje a mi móvil que no pude evitar abrir.

Luis 23:37
"Holiiii ¿como fue el día al final?"

No pude evitar la sonrisa que me salió al leerlo.

Aitana 23:38
"La verdad es que ha ido muy bien😊"

Tardó en contestar unos dos minutos y cuando empezaba a desesperarme llegó la respuesta que encogió un poco mi corazoncito.

Luis 23:40
"Bueno... me alegro por ti... supongo"

Aitana 23:41
"No ha pasado nada de lo que estás pensando Luis, mañana por la mañana desayunamos juntos y hablamos ¿vale?

Aceptó la propuesta así que ahora me dirijo a su puerta cuando van a dar las nueve de la mañana. He bajado antes de nada a una churrería cercana para no tener que ir a desayunar a otro sitio, solo tengo la esperanza de que Roi no esté en casa.

Toco al timbre y me abre un Luis frotándose los ojos y sin camiseta. Tengo que tragar saliva para asimilar la imagen que tengo delante.

-Hola, te he despertado ¿verdad? -le digo tomándome la libertad de entrar.

-Sí bueno pero habíamos quedado así que me lo merezco por despistado -me río mientras él se percata de la bolsa que tengo en la mano- ¿has traído desayuno? -asiento- eres adorable.

Sacamos entre los dos todo lo que hay dentro de la bolsa y nos sentamos a desayunar.

-Creo que ayer te montaste una película que no es del todo cierta -le digo riendo mientras mojo un churro en la taza.

-Dijiste que había ido bien ¿no? -asiento- pensé que habríais arreglado las cosas, no sé.

-Bueno, hablamos un poco y me pidió perdón por todo, parecía sincero la verdad. Después me pidió una última oportunidad y le dije que no estaba segura de poder hacerlo por diferentes motivos -me sonrojo al pensar en el de más peso pero no especifico en voz alta- me beso para comprobar si yo seguía sintiendo algo y no pude corresponderle. Parece que lo entendió y acabamos prometiendo vernos algún día en Barcelona.

La cara de Luis reflejaba algo de sorpresa, creo que no se esperaba ese desenlace y le ha dado un poquito de esperanza.

-¿Entonces sigues sin arrepentirte de lo del otro día? -pregunta visiblemente sonrojado.

-Puede que fuera una de las razones por las que le he dado largas a Vicente -ahora la que se sonroja soy yo.

Se levanta del taburete y viene hacia el mío. Acerca nuestros cuerpos lo suficiente para que se me corte la respiración por su inesperada acción. Por mi cabeza pasan muchas cosas pero la que más destaca son las ganas evidentes de rozar sus labios, pero es él quien se adelanta y acaba juntando nuestras bocas. El beso se alarga menos de lo que me gustaría y lo sustituye después por un abrazo.

-¿Y como estás por todo lo demás? -se interesa.

-Bien la verdad, mi abuelo tiene superpoderes -suelta una carcajada- ¿sabes que mañana empiezo a dar clases de piano?

Mi abuelo me había animado a hacerlo, Luis también pero mi inseguridad infinita había podido más. Al final si que va a ser verdad que mi abuelo tiene superpoderes porque aunque estuvo un rato intentando que entrara en razón lo consiguió bastante rápido.

NUNCA PUDE REEMPLAZARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora