Capítulo 41 Aaron.

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(Este capítulo fue editado).

Pasaban las horas lentamente, era como cuando estaba en la escuela y estábamos en la última clase de día y el reloj sabía que estábamos ansiosos por salir, así que el tiempo iba más despacio haciendo que fuera una tortura, sólo que aquí no sabía si saldría, saber que tal vez no volvería a ver a mis hermanos o a Rubí, Carl, a mi grupo...

-Estas callada, ¿En que piensas?-. No puede ser que Daryl sabe lo que me pasa aún estando separados por una gran pared.

-Nada, solo quiero salir de aquí-. Dije, estaba a punto de llorar, pero no sirve de nada llorar ahora.

-Tranquila amor, te prometo que te sacaré de aquí y todo será como antes, te prometo que estarás de nuevo con Rubí y tus hermanos-. Sus palabras me daban más nostalgia, pero no quería que se diera cuenta, así que respire hondo.

-Gracias-. Fue lo único que pude decir. Al otro lado de la gran pared que nos separaba, se escuchaba que estaban golpeando algo. -¿Qué haces Daryl?-. Dije curiosa.

-Busco una forma de salir, estas paredes están viejas, tal vez se puedan caer si las pateo-. Mire las paredes de mi cuarto y si se veían desgastadas, talvez con unos cuantas patadas se puedan caer, me levanté y empecé patear las paredes con toda la fuerza que mi cuerpo tenía. -Daría lo que fuera por verte dando golpes a las paredes, te verías tan sexy-. Podríamos morir y hace bromas, es que es igual que su hermano.

-Concéntrate Daryl, si salimos de aquí, te prometo que te haré un privado golpeando paredes-. Dije aún pateando con todas mis fuerzas.

-Ya quiero verlo-. Seguimos por unos diez minutos pateando hasta que mi pared se hundió un poco.

-Lo estamos logrando Daryl, mi pared se hundió si seguimos caerá-. Dije agotada.

-Bien, hay que seguir, la tiraremos, tenlo por seguro-. Se escuchaba agotado.

-Te parece si ¿tomamos descanso?-. Las piernas me ardían y me dolían las plantas de los pies.

-Si, será lo mejor-.Me tumbé en el suelo, ya faltaba poco. -Sabes que no me iré de aquí sin mi ballesta ¿verdad?-. Lo decía de juego ¿cierto?.

-¿Es una broma Daryl?-. 

-Claro que no es una broma, mi ballesta es mi mejor amiga, la amo tanto como a ti, incluso más-. Me reiría si no estuviera tan cansada.

-De acuerdo de ahora en adelante harás el amor con ella, y dile a tu preciada ballesta que te de el gran y suculento baile privado que te iba a hacer mientras golpeaba las paredes del hospital-. Dije con tono de burla.

-Créeme que no movería sus caderas tan delicioso como tú, cuando estas encima de mi-. Dice con un tono de deseo.

-¿En verdad te acuerdas de eso ahora? ¿en este lugar?-. Dije desconcertada, solo piensa en sexo o ¿que?.

-Tu sacaste el tema cuanto te pusiste celosa de la ballesta-. Dijo sin culpa alguna.

-Ja, ja, celosa ¿yo? de ¿esa arma sin vida?-.

-Si-. Dijo sin más.

-Solo un poco-. Dije de forma de burla, reímos. 

Nos levantamos y seguimos pateando las paredes, pensé que la pared nunca caería pero cuando vi que la mía cada vez se estaba hundiendo más no paré. Seguí hasta que parte de la pared se cayó.

-Daryl lo logré, hice un hoyo-. Dije mirando a través de el. -Y se ve el bosque-. 

-Muy bien, ahora con tus manos trata de hacer ese hoyo más grande-. Y eso hice con mis manos jalaba las piedras del alrededor para tirarlas. Y así hasta que fue lo suficientemente grande para poder pasar por el. Salí y mire la pared de Daryl y tenía una lámina, por eso no se hundía. Me devolví a la celda.

El Destino Nos Unió Por Algo. (Daryl Dixon y Tú). Temporada 1 °TERMINADA°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora