Capítulo 14

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Evan seguía fulminándolo con  la mirada mientras que Ean lo miraba con una sonrisa de suficiencia en el rostro
Evan abrió la boca para protestar de nuevo pero Ean se adelantó
-No seas tan frío hermanito. - sus ojos casi imperceptiblemente se cerraron un poco más, analizándolo y luego volvió a sonreír. - Abbey me invitó.-Dijo con simpleza
Estábamos caminando por varias horas, recorriendo el shopping entre los tres
Evan cada tanto gruñendo y Ean soltando risitas de burla
-Evan. - lo llamé, tirando de nuestras manos enlazadas para desviar su atención del hermano mayor que caminaba como si fuera el dueño del mundo enfrente de nosotros
-Podemos tomar..?
No terminé la oración Ean ya había entrado en una de las tiendas y desaparecido de nuestras vistas
-Angel?. - me instó a seguir Evan mirándome con curiosidad
-Ehmm yo.. - desvíe la vista a la tienda de helados en donde quería entrar a saborear uno y en donde Ean había ingresado
Ean salió unos segundos después con dos helados en las manos. Uno ya lo venía tomando mientras el otro lo balanceada en su mano libre
-Para ti hermosa dama. - dijo con un acento francés marcado.
Arquee las cejas inquisitiva
-Estuve en el extranjero recuerdas?. - me dijo con dulzura
A mi lado sentí a Evan tensarse
-Deja de flirtear con mi novia. - dijo de mal humor
-Uffaa. - distorsiono su rostro. - por qué te preocupas tanto hermanito?. - preguntó retoricamente Ean con esa famosa sonrisa de medio lado que ya me estaba acostumbrando a ver
-Gracias Ean. - agradecí con un asentimiento de cabeza.
Y entrelace de nuevo los dedos de Evan y los míos. Tiré de él para que apuremos el paso
Ean nos siguió rezagado, pero sentía a Evan todavía muy tenso.
Trate de hacerlo sonreír con alguno que otro chiste que hacía, pero él simplemente me miraba como diciendo "en serio? Ahora estas contando chistes?". Rápidamente cerré la boca, porque conociéndolo como lo hago, le está exasperando el parloteo
Llegamos a una joyería enorme, ingresamos y al instante sentí como Evan separaba nuestras manos e iba a la ventana más cercana
Su rostro impasible, aparentemente sereno me daba escalofríos. Sabía por alguna extraña razón que él estaba de todo menos tranquilo
Fije la vista en Ean al otro lado del local, y él me dio una sonrisa de 250 voltios, que podría dejar en el piso derretida a cualquier mujer. Desvíe inmediatamente mi vista. No, estoy con Evan.
Me encogí de hombros. Si ninguno de ellos querían estar conmigo, bien, yo sola miraré las joyas. Pasé por una fuente enorme y hermosa que se encontraba a lado de un espejo enorme. La fuente derramaba agua cristalina y hasta se me ocurrió tocarla, pero detuve esos pensamientos. Vinimos aquí para ver joyas no fuentes.
Veía muchas piedras preciosas, talladas, pulidas, y extremadamente grandes pero ninguno que realmente me llamaba la atención
Mire a Evan y seguía con el rostro volteado hacia la ventana ajeno al entorno. Ean seguía en el mismo lugar, mirando unos anillos con ojo crítico. Pero obviamente no se podía pasar por alto la coquetería con que la recepcionista lo estaba tratando. Suprimí una sonrisa. Ean era todo un galán aún cuando no se lo proponía ah?
Llegué a la última mesa que se encontraba cerca de Evan y barrí con la mirada las distintas joyas que se encontraban allí. Eran mucho menos extravagante que las demás y eso me gustó.
Las cadenas muy finas eran tan delicadas que me fascinaron. Pero me quedé de piedra al ver una de las pulseras. Se veía muy delicada, de plata brillante, tenía colgantes pequeños en forma de corazones pero lo que más me llamó la atención fue la inicial que tenía. Era una elegante "A" intrínseco, la letra de quien lo hizo debe ser hermosa, otorgaba a la muñequera un aire de elegancia y una muy sutil sensualidad
Chillé sin darme cuenta y Evan se giró hacía mi alarmado, pero cuando vio que estaba bien simplemente giró de nuevo el rostro hacia la ventana mirando a los transeúntes pasar
-Evan. - lo llamé con emoción. - Ven a ver esta hermosa pulsera
Evan ni siquiera se inmutó, hizo un sonido de exasperación y después de unos segundos respondió
-No me interesa. - dijo secamente sin siquiera voltear a ver la hermosa joya.
Herida por soy indiferencia dejé la joya en su lugar y me dije mentalmente. "Él sigue estando de mal humor, estoy arruinando completamente esta cita y no puedo hacer nada para que se sienta mejor"
Con los hombros caídos me giré para darle un último vistazo a Ean pero choqué por segunda vez con su pecho
-Cuidado princesa. - dijo sosteniendome. - creo que ya se te ha hecho costumbre chocar contra mí
Solamente reí por su ocurrencia y me separé
En el momento no había captado que él traía algo en la mano pero cuando lo alzó me fijé. Era un hermoso collar de diamantes, eran piedras grandes y pulidas, de un hermoso color zafiro como sus propios ojos
Me llevó lejos de Evan y me hizo voltear a una de las paredes del lugar en donde tenía un enorme espejo y se colocó atrás mío.
Miré mi reflejo y el de él detrás de mi. Era por lo menos una cabeza más alto que yo, su cabello era tan negro como la noche y contrastaba con el rubio del mío, pero en sus facciones había amabilidad y cariño. Su sonrisa traía una paz inconfundible
-Mira. - susurró en mi oído, su aliento hizo que los bellos de mi nuca se erizaran. Empezó a colocarme enfrente el collar y automáticamente levanté mi cabello para que lo pudiera pasar por mi cuello y colocarlo correctamente
Mientras lo pasaba me volvió a susurrar
-Te quedan mucho mejor los diamantes que la plata. - y supe al instante que él me había pillado observando la pulsera de plata. Me sonroje completamente y solamente ahora fui consciente de su cercanía. El calor que emanaba su cuerpo, su colonia a rosa negra, su cálido aliento en mi oreja y sus dedos rozando suavemente mi nuca trabajando para abrochar el collar
Antes de que pueda decirle que pare o apartarme de la prisión de sus brazos un tirón violento me sacó de allí. Inmediatamente sentí un pecho cálido en mi espalda
-No trates de obsequiarle nada a mi prometida. - dijo Evan con determinación y temblando de la ira
-Entonces no la dejes sola porque te la pueden robar, o te la puedo robar. - dio de nuevo su media sonrisa y cuando terminó la oración me sujetó del brazo libre y me atrajo hacia su pecho. Me moví unos centímetros pero esta es la situación más incómoda de la vida. Evan me sujeta por un lado y Ean por el otro. Siento sus respiraciones pesadas y listas para cualquier cosa, el ambiente es tan o más denso de lo que fue cuando nos encontramos en la plaza. Hasta a mí se me dificulta respirar
Levanto la cabeza y los dos se están retando con la mirada como cuando Ean llegó por primera vez a la mansión hace unos días atrás.
Esto no puede ser así, son hermanos por el amor de Dios!
Me zafo del agarre de los dos, retorciéndome como un gusano y sin importarme que se arrugue mi ropa
Retrocedo todavía con la cara encendida
-Bueehh. - levanto las manos tratando de apaciguarlos. - Calmense ustedes dos, por el amor de Dios son herma..
No pude terminar mi argumento, porque retrocedí tanto que caí estrepitosamente en la fuente que estaba dentro de la joyería
Chille con fuerza y todas las personas en mayor parte chicas, nos miraban como tratandonos como locos. Bueno que una chica rubia esté ahora dentro de una fuente no es normal
Resople frustrada en la fuente, pero Ean solo me dio una sonrisa de medio lado, como divirtiéndose de mi situación. Evan tenía el rostro serio, dio media vuelta y antes de avanzar me dijo.
-Buscaré una toalla
Y salió fuera del local, puesto que estábamos en una joyería supuse que no vendían nada de toallas o ropa
-Ven princesa. - Ean me ofreció una mano para salir. -arreglaremos esto

Ean hizo unas cuantas llamadas para preguntar donde estaba el local más cercano de ropa y caminamos un largo rato buscando, yo todavía mojada y empapando todo el pasillo
Al fin después de caminar mucho y de que casi darme hipotermia llegamos a un lugar muy elegante de ropas. Hasta casi no quise entrar porque mojaría todo. Ean le restó importancia e ingresamos
Una chica alta, esbelta y con el cabello marrón corto nos recibió
Amablemente le pedí ropa y ella me condujo al vestidor.
Me trajo un sinfín de vestidos, uno más glamuroso que otro, pero al fin me decidí por uno sencillo. Era de un color coral claro y tenía unos cuantos brillos esparcidos por el vestido. Era de tirantes simplemente y una tela muy suave
Salí del vestidor tímidamente para encontrarme a Ean sentado perezosamente en uno de los sofás
Cuando fijó su atención en mí todo su rostro se iluminó e hizo que mi cara se sonrojara colosalmente
-Eres hermosa. -dice desinhibido
Me aclaro la garganta
-Ean, no estoy segura de que debas comprarme..
-Tonterías, el dinero no es problema. -bufa. - de todos fue mi culpa de que hayas caído en la fuente
-Pero..
Él niega con la cabeza
-No te preocupes princesa. - sonríe cordialmente. - te queda perfecto
Mi cara se calienta al instante y desvío la mirada. Se supone que ellos son hermanos?
Ean tiene tanta cordialidad y Evan es todo frío, pero aún así me gusta Evan.. Él me trae muy...
-Donde está Evan?.-pregunto mirando a  todos lados
No no no, y si se enojó y se fue? Y si me dejó porque lo ofendí?
-Yo.. - busco con más atención a los lados. - debo ir a buscarlo, debo traerlo de nuevo, debo disculparme..
-No te preocupes, él puede llamarnos al celular si se encuentra en problemas. - Ean dice con tranquilidad
-No.. Yo debo ir..
Sin esperar me muevo rápidamente hacia la puerta de salida, pero una mano cálida asió mi muñeca y me devolvió a mi lugar
-No debes atosigarlo. - me mira de pronto serio. - hay veces en donde se le debe dejar solo
Lo miro atónita, que está diciendo?
-He estado observando mucho hoy, prácticamente desde que nos encontramos en la plaza. - mira un punto en el piso pulido. - Evan no ha cambiado en nada desde que éramos niños. Él solamente piensa en sí mismo, es frío, calculador y ni siquiera te aprecia.
Arrugo el ceño
-No tienes porque estar  obligada a estar a su lado sabes?. - me mira al rostro intensamente mientras suelta mi muñeca y entrelaza nuestros dedos
Yo le devuelvo la mirada y mi propia cara se vuelve triste
-Yo lo sé. - miro un punto también en el piso pensando. - él es frío, bruto y poco razonable pero..
Suelto mis manos de las suyas y le miro al rostro con una sonrisa
-Pienso que nunca él me dejaría a mi suerte, por más que esté enojado conmigo, Evan nunca me haría daño de tal forma. Sí, eso es lo que pienso.
Sin esperar su respuesta, giro sobre mis talones pero escucho un susurro muy bajo
-Como lo pensé, yo la quiero para mí
Mis piernas ya están en movimiento cuando escucho ese susurro. ¿Qué? ¿Debería..? No, solo es mi imaginación, Ean no dijo nada, además de que Evan me necesita. Debo encontrarlo y ver que no esté en problemas. Debo disculparme por arruinar todo
Mis pensamientos se detienen cuando ya la adrenalina corre por mis venas, mi corazón late muy rápido y mis piernas siguen moviéndose con rapidez
Su rostro sonriendo viene a mi mente y mi corazón se salta en mi pecho.
Exactamente, no importa si es frío o egocéntrico, yo lo quiero y eso no va a cambiar con ninguna situación
Debo decírselo, él ya sabe sobre mis sentimientos, pero debo decírselo correctamente...

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