Lo sentí como un baldazo de agua fría, mi pie que lo sentía palpitante dejó de molestarme y me pitaron los oídos. ¿En serio ésto era real? ¿Ean es mi verdadero prometido?
-¿Disculpa?. - Evan con toda la indignación del mundo se dio la vuelta aún conmigo en brazos y lo enfrentó. - ¿Dices que eres su prometido?
Rió sin una pizca de gracia y nunca había sentido tanta ira emanar de él
-Te escapaste!. - lo acusó. - cuando supiste que tú serias el heredero de la empresa, simplemente desapareciste sin dejar rastro. Fuiste al extranjero supuestamente para estudiar, fue la escusa más estúpida de la vida. Empujaste toda la responsabilidad sobre mis hombros
Se tensó notablemente
-¡Tenía 14 puñeteros años! ¡No pensaba más que jugar fútbol! , pensaste acaso por un segundo que podría con toda una empresa?. Supiste todas las noches que me pasé en vela tratando de entender gráficos y lecturas que ni siquiera daba en el colegio? ¿Te imaginas todas las reuniones codeándome con políticos corruptos?.
Ataje la respiración al saber las verdades crudas que decía. Por un momento fugaz pasó el dolor por el rostro de Ean pero luego desapareció, abrió la boca para hablar pero Evan negó con la cabeza
-No. No lo niegues. - inhaló y exhaló. - deja de joderme Ean, que estés aquí no significa que tengas ni un solo derecho de reclamar lo que ya no te pertenece. Ella es mía, es mi mujer y tú no te pondrás en medio. De ninguna manera.
El corazón me latió en los oídos y me sentí mareada. El dolor en el tobillo volvió repentinamente
Estire su camisa para llamar la atención
-Evan. - susurré.
Él dejó de discutir, me prestó completamente su atención y la arruga en su frente desapareció
-Ángel?. - me contestó y parpadeo varias veces como para aclararse la mente.
-Evan. - repetí. - No me siento..
Las fuerzas desaparecieron de mi cuerpo, el mundo se puso boca para arriba y cerré los ojos dejándome llevar. A un lugar donde no existe el dolor, las mentiras ni las preocupaciones(...)
-Deberías dejarla descansar.- gruñó una voz que reconocería hasta debajo del agua
-¿Yo?. - era una voz suave, grave que denotaba diversión. - eres tú quien no la dejó sola desde que se desmayó
-Fue tu culpa!. - estalló la primera voz
-Shhhs.-lo calló la voz divertida. - yo no fui quien la jaló por casi todo el jardín siendo que tenía un tobillo inflamado
Las voces seguían discutiendo por encima de un murmullo y cada vez los oía más claro
Me removí incómoda en la cama y las voces se silenciaron. Agradecí eso en mi fuero interno. El silencio no duró mucho
-Salgamos para que pueda descansar sin discusiones. - dijo la voz grave
-Detrás de ti Ean. - la voz de Evan denotaba autoridad, lo que me pareció peculiar, siendo que es el menor
El sonido de la puerta al cerrarse me sacó de mi letargo
Me incorporé lentamente y quedé sentada contra la cabecera de la cama. Miré a mi alrededor y todo me pareció extraño, no estaba en mi cuarto ni en el de Evan.
Todas las paredes estaban de color blanco, había pocas cosas pero sí muchos medicamentos en varias vitrinas. Había una mesita del color de las paredes, con un gran signo de más (➕) en color rojo, supuse que estaba en la enfermería de la mansión
Ya nada me sorprendería de esta casa, me podrían decir que tienen una pista de hockey y a mi ya no me sorprendería
Muevo mis pies y enseguida hago una mueca de dolor, levanto las sábanas blancas y me estremezco. Tengo mi tobillo derecho vendado, pero me sigue doliendo. Por suerte ya no es como hace rato. ¿Hace rato, cuándo? ¿Cuánto tiempo estuve aquí?
Recuerdo todo lo que pasó. ¿Qué fue todo eso? Ean realmente se veía amable, radiante e incluso se veía como un verdadero príncipe.
Todo lo contrario a Evan, él es rudo, tosco, tenaz y hablando de él "Ella es mía, es mi mujer"
Agarro una almohada y la coloco sobre mi rostro, estoy segura de que estoy roja como un tomate. ¿Porqué tuvo que decirlo en voz alta? Un cosquilleo intenso se apodera de mi vientre y.. No! No! No! Giro de un lado a otro en la cama
Supongo que toda su familia ha esperado por un largo tiempo para que Ean regrese, pero no estoy segura de que esto está bien, o que debe seguir así.
Me coloco boca abajo y pongo la barbilla encima de la almohada como soporte. ¿Qué está pasando con mi vida?
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El Contrato
Roman d'amourMe llamo Abbey Howland, provengo de una familia muy humilde pero honrada. Voy a un colegio normal y soy la típica chica que tiene su duo de amigas. Estudiante de secundaria que le encanta comer y jugar Me veo en aprietos, cuando mi vida gira 180 gr...