Please, say it back.

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[17 DE OCTUBRE DE 2019. 

CASA DE LA FRATERNIDAD. 1:46 A.M. FIESTA. 

"BESOS GRATIS"]

Nunca habían amado tanto que Zayn se hubiese unido a una fraternidad como en ese momento. Todos se encontraban en la fiesta. Cara y Ashley habían llegado a la fraternidad saludando a los chicos, siempre siendo el alma de la fiesta. Ahora ambas se encontraban en el centro del círculo que ellas habían formado, bailando juntas mientras la gente les aplaudía. 

Liam se encontraba junto a Niall brincando, bailando y riendo a carcajadas por las ocurrencias del teñido. Niall ya había hecho de las suyas hace una hora. Había conseguido que el chico, el cual había visto en la cafetería, le invitara un trago y le diera su número. Ahora se encontraba recorriendo toda la fraternidad con alegría, de vez en cuando parándose a hablar un poco con el canadiense. Agradeció que Liam le había estado hablando a Shawn del teñido desde que este llegó a la fiesta. 

Zayn por su parte estaba junto a los otros anfitriones de la fiesta repartiendo bebidas, fumando y, en ocasiones, bebiendo el mismo. Los chicos le habían visto besarse con una que otra chica. Louis se encontraba junto a Harry bailando y tomando shots, desafiándose entre ellos para ver quién podía terminar de beber primero. Harry dejaba de escuchar la conversación, los comentarios o las bromas del ojiazul en ciertas ocasiones, quedándose embobado con su mirada o su rostro. Louis notaba eso, pero lo ignoraba. 

Ya se sabía que el grupo terminaría a las cuatro de la mañana, todos en el departamento de Louis, Liam o Niall, jugando algún juego estúpido hasta que fuese el siguiente día y tuvieran que volver a clases o a casa.

─Lou, ¿qué sucedió con Danielle hoy? ─cuestionó el rizado en un tono alto mientras bailaba junto al ojiazul.

─Me ayudo a estudiar, Hazzy. ─contestó Louis sonriendo. Harry alzó sus cejas sin creerle del todo─. ¡Lo prometo! Además, solo tengo ojos para ti. ─comentó Louis coqueto para después reír. Sólo un profesional en conducta hubiese notado el dolor en aquella risa. 

Harry sonrió mientras seguía bailando, ignorando aquel comentario. Ignorando su corazón desenfrenado en su pecho, ignorando aquellos sentimientos que florecían; tratando de tomarlos y estrujarlos para después, lanzarlos contra el suelo y pisotearlos, para que no pudiesen salir a la luz. No podían, no debían. No era un secreto que Louis era coqueto, era su forma de ser, de moverse y de hablar. Louis era coqueto por naturaleza, era por eso que tenía a casi todos a sus pies y el rizado no era una excepción. 

Harry sintió que alguien lo tomaba del rostro y lo volteaba, estampando sus labios contra los de él. Cerró sus ojos devolviendo el beso. Sabía que estaba besando a una chica, sus labios sabor coco por el labial la delataban. Tomó aire al separarse y comenzó a reír.

─¡Besos gratis, Ricitos! ─comentó la chica antes de darse la vuelta y desaparecer entre la multitud mientras bailaba. Harry negó con su cabeza volviendo su vista a Louis, quien había dejado de bailar y se encontraba con los brazos cruzados.

─¿Lou? ─cuestionó el ojiverde con confusión.

─Maldito traidor. La besaste bastardo, hijo de puto. ─Le recriminó Louis con enojo. Harry casi sonríe al saber que Louis, aún borracho, recordaba la regla que se impusieron mutuamente sobre los insultos. Louis y Harry hacían eso, se insultaban cambiando los insultos que, normalmente, involucran a sus madre por unos que involucran a sus padres biológicos.

─¿Qué sucede, Louis? ─cuestionó Harry con algo de diversión y preocupación. Queriendo burlarse pero sin hacerlo.

─¿Qué sucede, Louis?─ imitó el ojiazul para después darse la vuelta y comenzar a caminar hacía el segundo piso. Harry lo siguió mirando la torpeza en los pasos de su mejor amigo, Louis estaba borracho.