Fría

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Luego de haber pedido a Paolo, el de la panadería, una caja de cigarros y un agua. Y Ryan un emparedado acompañado con otra caja de cigarros, nos sentamos en las mesas pequeñas que estaban ahí afuera. No había muchas personas así que no se escuchaba la bulla que hacían las personas cuando hablan todos a la vez.

Saque un cigarrillo, lo encendí y le di una calada. Lo necesitaba, hace días que no aspiraba el humo que poco a poco me iba matando, y con el tiempo lo lograría. No era una adicta al cigarro pero cuando pasaba por situaciones de ansiedad, que era casi todos los días, necesitaba dar un respiro aunque irónicamente el cigarro me lo quitaba.

Estaba tan absorbida en mis pensamientos, y Ryan comiendo su sándwich.

Lo observe detenidamente y me pregunte ¿Como puede ser tan jodidamente sexy? Esos ojos claros que te atrapan, sus labios, la mirada tan seria y sexy que siempre tenía. Mierda. ¿Por qué tiene que tener una actitud de gilipollas? O mas importante ¿Que hago aquí con el si es un gilipollas?

Pero pensando y pensando solo tenía más preguntas que respuestas. Aún no entendía si lo que sentí en el momento de ver a Ryan con la zorra rubia fueron celos, o si solo era la amargura de que tuviera las piernas mas largas y perfectas que vi.

-¡Tierra llamando a Stonem!- Me saco Ryan de mis pensamientos.

-¿Que?- Conteste seca.

-Haz estado fumando y mirando al vacío como si planearas algo por los últimos minutos.

No me había dado cuenta pero se comió todo su sándwich y había empezado a fumar.

-Estaba pensando algo.

-¿Que cosa?- Preguntó.

-Nada importante.

-Dime.

-No.

-¿Por qué no?

-¿Por qué lo tienes que saber todo Ryan?

-Me gusta saber lo que la gente piensa de mi- Dijo en tono engreído.

-No todos piensan en ti.

-Tu ahorita si lo estabas haciendo.

-¿Como puedes saberlo?

-Te me quedaste viendo.

-Solo porque quería comprobar algo- Dije.

-¿Que cosa?

-¿Solo haces preguntas?

-A veces.

-Es irritante- Dije ya cortando el tema, o intentando hacerlo.

-Te tengo una ultima pregunta.

-Dispara.

-¿Por qué te fuiste después de que llego la rubia a mi lado?

-Ni si quiera sabes su nombre, increíble- Bufé -Solo estaba cansada y ella se veía como si quisiera estar a solas contigo, yo sobraba.

-¿No estabas celosa?

Tal vez, pensé.

-No.

-¿Ni un poco?- Dijo acercándose a mi, tan cerca que podía sentir como el humo del cigarrillo iba hasta sus pulmones y regresaba.

Si, volví a decir en mi mente.

-No.

-Eres muy buena mintiendo Stonem. Pero luego de vivir con una mentirosa profesional se cuando mienten las personas y cuando no.

Intentalo de nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora