Intentalo de nuevo

Ryan McKennen

En el carro estaba junto a Sabrina y al otro lado tenía la ventana. No quería mas peleas hoy porque la verdad ya era suficiente con Ryan y Adam. Estaba aburrida de tener que ignorarla y pretender que no me importaba, cuando en realidad aunque fuera una perra, la quería.

-Sabrina- Dije volteándome a mirarla -La verdad es que hoy es el día de perder la conciencia y no quiero tenerte en mis pensamientos de culpa cuando llegue el momento de decir verdades, así que ¿Que te parece si hacemos como si nunca hubiésemos estado peleadas?

Aunque eso solo va hacer que las peleas se acumulen y explotes, dijo la voz en mi cabeza.

-Vale- Terminó por decir y reímos.

-Basta de cursilerías- Dijo lele -Agarren sus bolsos que ya llegamos al club.

El tío encargado de los autos abrió las puertas para poder bajarnos.

-Trátalo bien, es mi bebe- Le dijo lele pícara al tío.

-Claro que si señorita-

-Troconis.

-Muy bien señorita Troconis.

Llegamos a la puerta del club y le dije a lele:

-No podías resistirte cierto?

-Ah vamos Ef! El tío está buenísimo, y la noche de hoy es para divertirnos.

Reí.

Terminamos de entrar al club y el ambiente era de bueno no se podría describir. Habían tías topless, las cuales eran las camareras, tíos con solo pantalones y mucho olor a cigarrillo y alcohol por supuesto.

-¿Que coño de club es este Cassie?- Pregunte.

-Es nuevo, y todos los tíos buenos vienen acá.

-Parece un club de nudistas mas bien.

-No seas una snob Ef.

-El hecho de que uses ese término me impresiona, pero me impresiona aún mas el hecho de que lo haz usado de manera incorrecta.

-¿Que?- Cassie tenía una cara de confusión -Haz hablado muy rápido.

-Olvídalo.

Me sonrió y se dio la vuelta para seguir caminando.

-¡Vamos a bailar!- Gritó Sabrina.

-¡Si!- Dijimos al unisonido.

Llegamos hasta la pista de baile y la música era muy buena. Habían muchas personas bailando también, muchas de ellas se veían que no sabían bailar o que ya estaban muy borrachos como para saber que clase de música bailaban. Yo solo reía por todo y bailaba con mis amigas.

Luego de un buen tiempo bailando, revise mi teléfono y tenía tres llamadas de Jules y un mensaje de Ryan.

-¡Ya vuelvo!- Les grite, ya que por la música no se podía oír casi nada.

Fui hasta la barra y pedí un martini. Me lo entregaron casi de inmediato sorprendentemente. Lo tome de un gran sorbo y lo puse de nuevo en la mesa.

-¡¿Me puede servir un cosmopolitan?!- Grite al cantinero.

-¡Enseguida!- Respondió este.

Aún tenía el teléfono en la mano, lo desbloquee y vi el mensaje de Ryan:

Ryan:
Stonem, llámame cuando puedas.

¿Para que lo llamaría? Esta es mi noche de liberación.