Capítulo 16

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Narra Guillermo

Dirigí mis manos dentro de mis pantalones, comenzando masturbarme.

Hace mucho no lo hacía, no sé si porque no sentía la necesidad de hacerlo, o al estar tan "ocupado" lo pasaba de largo.

Voy al baño a limpiarme las manos y..bueno, ahi abajo.

Tocan la puerta de la habitación, y sin esperar mi respuesta entran.

-Hey, soy tu Germany, tranquilo pajín.

-Andate a la mierda.

Seguramente espero a que terminara afuera y luego entro. No me preocupaba igualmente, el tema era que no me diga ese apodo frente a otros o moriría de vergüenza.

-¿Tan malo vas a estar con el otro como para andar haciéndote pajas?- dice algo divertido.

Sonrió de igual manera. No me puedo molestar, yo le hubiese dicho lo mismo.

-Hace mucho no me hacía una, en verdad. Y con él no he avanzado en nada.

-No me jodas, ¿En serio que no? Si a esta edad las hormonas vuelan hasta en el momento más cursi.

Reímos bajito y vamos a sentarnos al comedor.

-Bien, y..¿Ya conociste a alguien que te interese? ¿O piensas volver con ella?- digo yo, acordándome de lo que pasó.

-Creo que si me interesa alguien- dice tapando con sus manitos su cara sonriente.

Es lo más tierno que conozco.

-¿Quien es? ¡Dime quién es!- digo sonriente, emocionado.

-No te lo voy a decir- dice bajito.

-Oh vamos, yo te cuento todo.

-¡No me contas casi nada!

-¡Sí que te cuento!

Nos quedamos en silencio un rato y después nos abrazamos. Que tontos.

-Bien, ya sé quién es- digo sonando seguro de mis palabras.

-Ahre.

-Es el rubio, ¿No? ¿Joaquín era?

-¡No soy gay!- dice rojo hasta las orejas después de unos segundos.

-Quizas solo te gusta el- digo mirándolo atento.

-¿Puede pasar eso?- me dice algo tímido.

-¡Entonces si es él!

-¡No es él!

Río porque el dice eso, pero todas sus reacciones demuestran lo contrario.

-¿Y ya se besaron?

Germán se queda callado de brazos cruzados.

-Dale, hablame- hago puchero acariciando su pelo.

-Casi..le corrí la cara.

Lo miro frunciendo el ceño. ¿Germán a él?

-Ah no, vos sos tremendo pelotudo- le digo dejando se acariciarlo, para pasar esta mano por todo mi rostro.

-¡Ya sé que no reaccione como quería, pero cuando me arrepientí él ya se estaba yendo corriendo literalmente!

Oculta su cabeza entre sus rodillas. Me acerco un poco más a él y nos quedamos así un rato, haciéndonos mimos y dándonos algunos consejos entre nosotros.

-Chau, pajín.

-Chau, Germany.

-¿Pajín?

Ambos volteamos a la tercera voz que apareció. Viendo a Emilio.

El Chico TransDonde viven las historias. Descúbrelo ahora