Narra Guillermo
Dirigí mis manos dentro de mis pantalones, comenzando masturbarme.
Hace mucho no lo hacía, no sé si porque no sentía la necesidad de hacerlo, o al estar tan "ocupado" lo pasaba de largo.
Voy al baño a limpiarme las manos y..bueno, ahi abajo.
Tocan la puerta de la habitación, y sin esperar mi respuesta entran.
-Hey, soy tu Germany, tranquilo pajín.
-Andate a la mierda.
Seguramente espero a que terminara afuera y luego entro. No me preocupaba igualmente, el tema era que no me diga ese apodo frente a otros o moriría de vergüenza.
-¿Tan malo vas a estar con el otro como para andar haciéndote pajas?- dice algo divertido.
Sonrió de igual manera. No me puedo molestar, yo le hubiese dicho lo mismo.
-Hace mucho no me hacía una, en verdad. Y con él no he avanzado en nada.
-No me jodas, ¿En serio que no? Si a esta edad las hormonas vuelan hasta en el momento más cursi.
Reímos bajito y vamos a sentarnos al comedor.
-Bien, y..¿Ya conociste a alguien que te interese? ¿O piensas volver con ella?- digo yo, acordándome de lo que pasó.
-Creo que si me interesa alguien- dice tapando con sus manitos su cara sonriente.
Es lo más tierno que conozco.
-¿Quien es? ¡Dime quién es!- digo sonriente, emocionado.
-No te lo voy a decir- dice bajito.
-Oh vamos, yo te cuento todo.
-¡No me contas casi nada!
-¡Sí que te cuento!
Nos quedamos en silencio un rato y después nos abrazamos. Que tontos.
-Bien, ya sé quién es- digo sonando seguro de mis palabras.
-Ahre.
-Es el rubio, ¿No? ¿Joaquín era?
-¡No soy gay!- dice rojo hasta las orejas después de unos segundos.
-Quizas solo te gusta el- digo mirándolo atento.
-¿Puede pasar eso?- me dice algo tímido.
-¡Entonces si es él!
-¡No es él!
Río porque el dice eso, pero todas sus reacciones demuestran lo contrario.
-¿Y ya se besaron?
Germán se queda callado de brazos cruzados.
-Dale, hablame- hago puchero acariciando su pelo.
-Casi..le corrí la cara.
Lo miro frunciendo el ceño. ¿Germán a él?
-Ah no, vos sos tremendo pelotudo- le digo dejando se acariciarlo, para pasar esta mano por todo mi rostro.
-¡Ya sé que no reaccione como quería, pero cuando me arrepientí él ya se estaba yendo corriendo literalmente!
Oculta su cabeza entre sus rodillas. Me acerco un poco más a él y nos quedamos así un rato, haciéndonos mimos y dándonos algunos consejos entre nosotros.
-Chau, pajín.
-Chau, Germany.
-¿Pajín?
Ambos volteamos a la tercera voz que apareció. Viendo a Emilio.
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El Chico Trans
Fanfictionesto no sera el común diario donde la mayoría de nosotros nos desahogamos, me animé a escribir una historia como cualquier otra ;)