Capítulo 31

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Guille se despierta por la luz que entra en el cuarto, mira la cama de Emi, y este ya no se encuentra. Seguro que era algo tarde

-Por fin despertaste- dice Emi entrando a la pieza, con un juego de sábanas debajo de sus brazos

-Mmh, si- dice limpiando sus ojos totalmente

Emi sigue ordenando un poco su pieza cuando Guille va al baño, sacudiendo y doblando las sábanas perfectamente, guardandolas en el mismo cajón y llevando el colchón con facilidad debajo de su cama.

Guille, mientras tanto, sacaba del estuche sus lentes de contacto, poniendoselas. También saco un tarrito de vidrio pequeño con base, el cual recargaba seguido. No lo usaba para su cara, si no para sus marcas, las que marcaban su cirugía.

-¿Guille, estás bien? Llevas mucho tiempo ahí.

-Emm, si, es solo que crei haber perdido una lente.

-¿Necesita ayuda?

-No, gracias.

Emi se sienta en el borde de su cama, y la examina. Tantas cosas vividas en ella.

Espera uno minutos más, y decide entrar al baño cuando nota que nada más pone excusas.

Lo ve concentrado, con su lengua afuera mientras es apretada por sus dientes, sus cejas algo fruncidas, y en sus manos, un líquido color piel.

Cuando nota su presencia, comienza a lucir incómodo, pero sigue con su trabajo.

-¿Que mierda haces?- ríe bajito Emi. Le parecía algo tonto maquillar eso.

Pero a Guille algo desagradable le recorrió su estómago, pensando que se había burlado de alguna forma.

-Las tapo un poco.

-¿Porque?

Frunce el ceño confundido, no había razones para hacerlo, a Emi desde siempre le habían parecido bonitas.

-No me gustan tanto ahora.

Lo que tenemos casi todos. Guille paso feliz después de la extracción de sus senos, que ni le prestaba atención a esas marquitas, pero ahora sí.

-Pero si antes no les dabas atención..

-Ahora si, Emilio- dice terminando, guardando sus maquillajes en estuche.

-Lo veo muy tonto.

Emi se cruza de brazos, y Guille lo mira molesto.

-¡Pero si es cierto!- lo detiene -Antes ni las mirabas, no tenías vergüenza de mostrarlas.

-¡Ahora sí Emilio! ¡Ahora, si!- grita más fuerte que el, y le da la espalda.

Coloca su camisa arriba, muy cuidadosamente, pues tardaba un rato en secar su trabajillo.

Emi lo recorre con la mirada por atrás, ¿Enserio le preocupaba tanto? Si el es lindo..a quien miente, es hermoso. Y no porque se lo diga el, varios opinaban lo mismo.

-No me mires asi- dice Guille mirándolo fríamente, atando sus zapatillas

-Oh vamos, ¿me perdonas?- lo abraza, entrelazando sus propias manos en la barriga de Guille.

-No debo perdonar nada- dice acomodando su pelo en el espejo.

-¿Para quien te pones tan guapo, eh?

Emi dice divertido, y Guille decide empezar a caminar. Pero Emi pone sus brazos más firmes, sin dejarlo escapar.

-Andate a la mierda.

El Chico TransDonde viven las historias. Descúbrelo ahora