Narra Guillermo.
-Oh Dereck, creo que eso es inútil.
Estábamos tratando de hacer una torta. No teníamos licuadora y agarramos..nose, algo parecido.
-Tenés razón- pronuncia mirando decepcionado nuestra mezcla.
-Bueno, hagamos otra cosa.
El agarra el control y prende el televisor, eligió una cancion por lo que veía de reojo y cuando comenzó a sonar ambos sonreímos.
Nos paramos y comenzamos a mover nuestros cuerpos sin un sentido.
Las canciones seguían pasando y pasando. Perreamos, reímos, sudamos y finalmente caímos exhaustos a mi sillón.
Ni me pregunten en qué momento fue, pero ambos habíamos retirado nuestra remera dejando el sudor expuesto y escuchando nuestras respiraciones agitadas.
Nos miramos y volvimos a reír hasta que mi estómago comenzo a doler.
Estos últimos días venía Dereck a casa, Germán había desaparecido. Igualmente no me preocupaba, siempre desaparecía por un tiempo, y luego lo tenía pegado a mí como si fuera mi sombra.
La puerta se abre y veo a Emi en la entrada.
Había olvidado la puerta sin llave, pero..jamás había pasado sin tocar. Tampoco estaba enterado que las tardes que me ausentaba con el, me juntaba con Dereck.
-Hola- digo sonriente.
Dereck suelta una última risita y me la contagia a mi. Nose de que se reía, pero también me causaba gracia.
Emi devuelve el saludo y va hasta Dereck estrechando su mano sin muchas ganas.
Dereck al rato se despide dejamos solos.
-¿Todo bien lindo?- sonrío palmeando al costado del sillón.
-Si- dice algo seco y se sienta alejado.
-¿Que pasa?
-Oh nada, perdón por interrumpir su diversión- dice con voz molesta.
-¿Me estás jodiendo?- digo tratando de no reír, pero dejando escapar una sonrisa.
-Guillermo por favor, sin remera, sudado, y riéndose de no quiero pensar en que.
Se cruza de piernas y centra su mirada en el televisor.
-Estabamos bailando- digo tranquilo.
-Okey- se acomoda mejor en el sillón.
-Vaaamos, no seas asi- digo tomando su mano.
Me mira molesto, y esperaba a que aparte su mano rápidamente, pero no fue así.
En cambio sentí el peso de su cuerpo sobre mí, y sus labios rozando los míos.
-No quiero encontrarlos así de nuevo, maldita sea- murmura.
Sonrío y rápidamente volvemos a besarnos.
Recorre con sus pequeñas manitos mi piel descubierta, bajando sus besos a mi cuello.
¿Cómo se supone que mi cuerpo no reaccione?
Un gemido suave sale de mis labios cuando Emi roza con su rodilla suavemente mi entrepierna.
-Perdon- digo separándome un poco.
Sino las cosas llegarían algo lejos, y se que Emilio todavía no quiere. O mejor dicho, no se anima.
Él también es consciente de lo que está provocando y se separa un poco.
ESTÁS LEYENDO
El Chico Trans
Fanfictionesto no sera el común diario donde la mayoría de nosotros nos desahogamos, me animé a escribir una historia como cualquier otra ;)