Capítulo 17

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Narra Guillermo.

-Oh Dereck, creo que eso es inútil.

Estábamos tratando de hacer una torta. No teníamos licuadora y agarramos..nose, algo parecido.

-Tenés razón- pronuncia mirando decepcionado nuestra mezcla.

-Bueno, hagamos otra cosa.

El agarra el control y prende el televisor, eligió una cancion por lo que veía de reojo y cuando comenzó a sonar ambos sonreímos.

Nos paramos y comenzamos a mover nuestros cuerpos sin un sentido.

Las canciones seguían pasando y pasando. Perreamos, reímos, sudamos y finalmente caímos exhaustos a mi sillón.

Ni me pregunten en qué momento fue, pero ambos habíamos retirado nuestra remera dejando el sudor expuesto y escuchando nuestras respiraciones agitadas.

Nos miramos y volvimos a reír hasta que mi estómago comenzo a doler.

Estos últimos días venía Dereck a casa, Germán había desaparecido. Igualmente no me preocupaba, siempre desaparecía por un tiempo, y luego lo tenía pegado a mí como si fuera mi sombra.

La puerta se abre y veo a Emi en la entrada.

Había olvidado la puerta sin llave, pero..jamás había pasado sin tocar. Tampoco estaba enterado que las tardes que me ausentaba con el, me juntaba con Dereck.

-Hola- digo sonriente.

Dereck suelta una última risita y me la contagia a mi. Nose de que se reía, pero también me causaba gracia.

Emi devuelve el saludo y va hasta Dereck estrechando su mano sin muchas ganas.

Dereck al rato se despide dejamos solos.

-¿Todo bien lindo?- sonrío palmeando al costado del sillón.

-Si- dice algo seco y se sienta alejado.

-¿Que pasa?

-Oh nada, perdón por interrumpir su diversión- dice con voz molesta.

-¿Me estás jodiendo?- digo tratando de no reír, pero dejando escapar una sonrisa.

-Guillermo por favor, sin remera, sudado, y riéndose de no quiero pensar en que.

Se cruza de piernas y centra su mirada en el televisor.

-Estabamos bailando- digo tranquilo.

-Okey- se acomoda mejor en el sillón.

-Vaaamos, no seas asi- digo tomando su mano.

Me mira molesto, y esperaba a que aparte su mano rápidamente, pero no fue así.

En cambio sentí el peso de su cuerpo sobre mí, y sus labios rozando los míos.

-No quiero encontrarlos así de nuevo, maldita sea- murmura.

Sonrío y rápidamente volvemos a besarnos.

Recorre con sus pequeñas manitos mi piel descubierta, bajando sus besos a mi cuello.

¿Cómo se supone que mi cuerpo no reaccione?

Un gemido suave sale de mis labios cuando Emi roza con su rodilla suavemente mi entrepierna.

-Perdon- digo separándome un poco.

Sino las cosas llegarían algo lejos, y se que Emilio todavía no quiere. O mejor dicho, no se anima.

Él también es consciente de lo que está provocando y se separa un poco.

El Chico TransDonde viven las historias. Descúbrelo ahora