El Chico Trans

capítulo 32

El rubio se estaba arreglando para ir a una fiesta, se había colocado unos jeans nuevos, color bordo ajustados al cuerpo, con una camisa negra y puntitos blancos.

Sin saber que Guille también iría.

No tenía ganas, pero se había dejado convencer por Dereck, al fin y al cabo es una fiesta, además, Guille extrañaba mucho el alcohol en su sangre.

Guille llego junto a Dereck, le presento a un par de amigos, charlaron un rato y sin darse cuenta, después de un par de copas se levanta de su silla, y el mareo viene a el.

Sonríe, extrañaba esa felicidad, y a su cuerpo poder moverse libremente sin que nadie lo mire mal.

Comenzó a bailar con dos pares de chicas, muy lindas a decir verdad. Y una vez que comparten un par de besos, algo toca su hombro, dándose la vuelta dificultosamente enfoca la vista en unos zapatos negros de cuero.

Sube su vista de apoco, tomándose el tiempo de recorrer el fabuloso cuerpo de esa persona. Cuando sube a su rostro, comienza a reír.

Que boludo, ¡Era Emilio!

El contrario le sonríe, completamente sobrio. A lo que Guille responde con una risotada escandalosa, no escuchada por la música tan alta.

Emilio prefiere ir al baño con él, sería más fácil charlar solos ahí.

-Hola- hipea- ¿Que haces aca?

-Un amigo me invitó y no me negué, hace mucho no salía. ¿Estás borracho?- dice con una pequeña sonrisa.

-Claro que no- ríe acercándose a él -¿Porque vinimos acá?

-Nos escuchamos mejor, afuera hay mucha música, ¿No lo crees?

-Si..- su vista se enfoca en sus labios -Y ya que no hay nadie podemos aprovechar.

Guille se acerca a la boca de Emi, el cual corre su rostro divertido. Vaya que estaba borracho.

Pensaba que se separaría molesto, pero lo que hizo después lo hizo ponerse bastante nervioso.

Guille no separo sus labios de la mejilla de Emi, bajandolos por su mandíbula, cuello. Quedándose en éste último, dándole algunos lametazos provocativos.

-Guille, no. Estás muy borracho- se separa.

Guille lo mira con las cejas arrugadas, volviendo a atacar su cuello, agarrando su cintura y acariciándolo suavemente, con dulzura. Parecía que en verdad no quería nada más que besos.

-Hey, amigo, te dijo que no- resuena una vos gruesa, alguien lo toma por los hombros y Guille se da vuelta tambaleante.

-No te metas- le dice con un puchero, golpeando inútilmente su pecho

-Tranquilo, yo me hago cargo- le dice a Emi, agarrando a Guille de la mano, el cual le sonríe bobamente.

-No, ¿que le vas a hacer?- le dice al grandulon.

-Nada que le disguste- le guiña un ojo, para acontinuacion rodear a Guille por la cintura provocativo.

-Eso, nada que me disguste, ¿no?- dice Guille fuera de sí, no entendía a lo que se refería, simplemente se dejaba llevar por las sensaciones.

-Exacto.

Emi se queda boquiabierto cuando se lo lleva a una habitación. No haría nada, ellos no son nada, y Guille tampoco se estaba negando.

Acaricia su frente sacándose un poco el sudor, la situación lo estaba poniendo de los nervios.

[...]