-Podes quedarte si queres, es tarde..
Germán lo mira con desaprobación, volteandose a él.
-Me invitaron a..ya sabes- rasca su nuca nervioso.
Dereck asiente, sabiendo que es una excusa, el olor a marihuana ya lo había traído, y en verdad Germán no pensaba fumar más. No tenía más.
El mayor se levanta y deja los platos debajo de la canilla, después lavaria. Se queda sentado en la silla que hay ahí, no iba a volver, sabía que lo haría sentir mal.
Pero no escucha la puerta ser cerrada, entonces se levanta a hacerlo. Quizás lo olvido. Quizás estaba muy drogado, por eso lo beso.
Pero Germán se encuentra acomodándose en el sillón arreglado por Guille hoy temprano.
-Me quedare- dice con media sonrisa.
-Ya veo..puedes ir a mi cama mejor.
Germán lo mira incrédulo y Dereck se corrige.
-Yo dormiré ahí, claro. Solo que sos el invitado y me sentiría mejor si se que estás durmiendo cómodo- dice nervioso, sintiendo como se calienta su rostro
-Bueno, entonces ire- se levanta, y Dereck señala la puerta una vez que están cerca.
-Gracias- dice Germán.
-No es nada.
Ambos no se mueven donde se encuentran. Dereck se acerca más a el, y al no ser apartado, busca los labios del contrario.
Pero se estrellan contra su mejilla. Germán había corrido la cara.
Se siente tan estúpido, era obvio que lo había besado inconscientemente.
Definitivamente no le resulta atractivo a nadie.
-Lo siento- pronuncia Dereck, yéndose al sillón nuevamente.
Ni bien se acuesta, queda dormido.
. . .
-Buenos días Emi- pronuncia adormilado Guillermo.
-Buenos dias- dice Emi aún con los ojos cerrados, abrazando al mayor por debajo de las sábanas.
-¿Que querés hacer hoy eh? Hay que aprovechar los hermosos cuatro meses que llevamos.
Reparte besos en la piel expuesta del rubio, y este último disfruta de cada mimo que recibe de Guille.
-Quiero dormir.
Guille frunce el ceño, él de verdad quería hacer algo lindo hoy, tenía hasta guardado un hermoso regalo en su habitación.
-Yo no- menciona sincero.
Emi finalmente abre sus ojos, entrando los del contrario. Lo que hace que Guille sienta mariposas en su estómago.
Lucía realmente bien, su pelo rubio alborotado, sus ojos miel (pero ahora algo verdes a la luz del sol), sus hombros al descubierto mostrando su piel pálida. Le parecía realmente hermoso, una obra de arte digna de admirar.
-Bien- dice levantandose de mala gana.
Rápidamente lo agarra de la cintura, evitando que se vaya de malhumor. Hacía mucho frío esa mañana, entendía que no quisiera salir. ¡Pero eran sus cuatro meses!
Reparte besos por su cuello y caricias por su cuerpo. Ninguno siente excitacion sin embargo, ambos estaban muy encerrados en su burbuja como para notar que sus movimientos podían ser realmente provocadores.
-A mi me hablas bien- dice Guille posesivo, mordiendo levemente su cuello.
-Mmh, si, si- dice abrazando a su novio.
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El Chico Trans
Fanfictionesto no sera el común diario donde la mayoría de nosotros nos desahogamos, me animé a escribir una historia como cualquier otra ;)