Epílogo

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Terminé de colocar los platos en la mesa y sonreí satisfecha con el resultado. La comida se veía deliciosa y los adornos estaban colocados de la manera perfecta.

– Ya están llegando los invitados, amor. +Kunhang me abrazó por detrás y dejó un beso en mi hombro. –Wow, todo se ve hermoso, Zhou... Qinyuan estará muy feliz.

– ¡Mami, papi!–la cumpleañera llegó corriendo con un regalo enorme en las manos.–Miren lo que me regaló tía Kyung.–levantó con dificultad el regalo y sonrió ampliamente, mi amiga llegó segundos después sujetando a su pequeño hijo Jiangchen.

– Espero que te guste, cariño. –dijo Kyung y mi hija corrió a abrazarla.

– Gracias, tía.–unos amiguitos de Qin llegaron y se la llevaron a los juegos que estaban en el patio trasero.

– ¿Y Xiaojun? –le pregunté a mi amiga.

– No pudo venir, Zhien está enferma y se quedó cuidándola.–asentí.

Sí, Kyung y Xiaojun terminaron juntos. Y se preguntarán, ¿qué pasó con Renjun? Pues ellos estuvieron juntos mucho tiempo, incluso tuvieron a la pequeña Zhien pero su relación no funcionó, simplemente el amor se acabó. Cuando Xiaojun se mudó a Corea y se conocieron... Fue como amor a primera vista, recuerdo ver el brillo en los ojos de ambos.

A Xiaojun no le importó que ella tuviera una hija, al contrario, la ama y cuida como si fuera suya. Él siempre quiso hijos, y apesar de que aquella vez que Mewnich le dijo que estaba embarazada sintió miedo, también sintió emoción, iba a ser padre y eso lo ponía feliz. Su corazón se rompió cuando se enteró de que ese embarazo era una mentira para que se casara con ella.

Volviendo a la historia de Kyung y Xiaojun, se casaron después de medio año de relación, se amaban tanto que no les importó apresurar las cosas. Un año más tarde tuvieron al pequeño Jiangchen, ese bebé llegó para alegrarles aún más la vida.

– Zhou, Zhou... ¡Zhou!–me sobresalté al escuchar el grito de Kyung, Kunhang comenzó a reír.

– Perdónala. Últimamente está así... Tal vez sea por el embarazo. –mi esposo acarició mi vientre y besó mi mejilla.

– El bebé hace que Zhou viaje a otro mundo.–ambos comenzaron a reír e hice un puchero.

– No se burlen de mí, tontos.–me separé de Hendery y golpeé su estómago.

– En fin... ¿Ya saben que será el bebé?–negué.

– Aún no pero siento que será niño. ¿Tú qué dices, amor?–dijo mi esposo volviendo a abrazarme.

– También siento que será niño... Necesitamos un niño, ya tenemos tres niñas así que nos hace falta un niño.–dije pegándome más a Kunhang. Cuando Qinyuan cumplió cuatro años decidimos intentar tener otro bebé, al primer intento quedé embarazada pero la sopresa fue que no sólo era una bebé, sino dos hermosas bebés; XinWen y XinYi.

– Recuérdenme regalarles condones.–comentó Kyung divertida.

– No, gracias. No me gustan.–bromeó Hendery besando mi mejilla, solté una risa y me separé para comenzar a servir la comida.

(...)

– Abre el último regalo, Qinqin.–le entregué el regalo que los padres de Hendery habían llevado. Mi niña abrió el regalo con mucha emoción, le encantaban los regalos de sus abuelos. Era una muñeca de porcelana. Qin a sus siete años mostraba interés por las cosas viejas y de colección.

– ¡Es muy linda!–gritó Qin y reí, me recordó a Kunhang cuando íbamos a comprar las cosas para los bebés; sus ojos se iluminaban y tenía una enorme sonrisa.

Qinyuan salió corriendo a su habitación llevando los regalos que más le habían gustado. Miré a Kunhang, las gemelas estaban jugando con su cabello mientras reían y él estaba completamente dormido.

Comencé a llorar en silencio. Cuando llegamos a Corea nunca imaginé algo así, tal vez tenía una mínima esperanza de que Hendery me correspondiera, pero esa esperanza murió cuando comenzó a salir con Dasu. Y cuando se comportó como un asqueroso patán conmigo, rompió mi corazón. Admito que Mark me ayudó a reconstruir mi corazón apesar de que me engañó.

Luego Hendery volvió a comportarse como el chico lindo que era, volvió a enamorarme, aunque seguía siendo un total idiota. Me costó mucho volver a confiar en él después de lo que hizo con los condones, durante el embarazo no tuve sexo con él ni una vez, menos después. Pasó más de un año para que volviera a querer tener sexo con él.

Creía que me iba a dejar por esa razón pero en realidad hizo de todo para volver a ganarse mi confianza. Me enamoré aún más.

– ¿Por qué lloras, amor?–miré a Kunhang y negué secando mis lágrimas.

– No es nada. Las hormonas, ya sabes.–le sonreí. –Soy muy feliz. –dije y sonrió acariciando el cabello de XinWen. Las gemelas ya se había quedado dormidas sobre su padre.–Te amo mucho.

– Te amo mucho más, Qian Zhou.–me acerqué a él y puse mi cabeza en su hombro. Bajé la mirada al sentir unas manitas en mi vientre, Qin me estaba abrazando. Sonreí ampliamente mirando a mi bella familia.

Era un sueño hecho realidad. Mi sueño hecho realidad.



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Ésta historia ha llegado a su fin. Muchas gracias a todos por leerla. En verdad no creí que alguien la leería, la comencé mucho antes de que WayV debutara incluso, sólo quería hacer una historia de Hendery porque me enamoró a primera vista xd

Muchas gracias por darle una oportunidad a esto, no saben lo feliz que me hace leer sus comentarios, me hacen reír demasiado.

Tengo planeado escribir otra historia de Hendery, ¿qué dicen?

En fin, los amo mucho. Estoy muy agradecida con ustedes, estos once meses fueron muy hermosos. Gracias ❤✨

Adiós 😭❤

            

-ymoominren

Promise | henderyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora