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Byong baja las escaleras adormilado, pero vestido, abro la puerta principal y sale delante de mí se para en el coche y espera a que yo abra, o al menos hasta que ve, o huele, a JeonGguk, está vestido con unos vaqueros negros rotos en las rodillas y una camiseta blanca de manga corta, sus brazos están llenos de tatuajes, igual que gran parte de su garganta. 

Mi cachorro y Jeon se saluda antes de que, éste último, se acerque a mí para darme otro apretón de manos como el de la noche anterior, me tenso un poco ante el contacto, sonrío de forma natural porque no tengo algún problema con JeonGguk que me haga no poder hacerlo.

—Vamos, tengo que pasar por casa de Hobi, tengo que dejar a Byong allí.— mi cachorro hace un puchero mientras sube al coche. Me siento frente al volante, JeonGguk en el copiloto.— ¿Has traído tus libros y cuadernos?— le pregunto antes de si quiera arrancar.

—Sí mamá, — me enseña la mochila y sonrío, me vuelvo al frente y arranco, el coche enseguida comienza a moverse.— odio los domingos...— diría que está susurrando, pero no es verdad, lo dice así para que yo pueda escucharle.

—¿Por qué los odias Byong?— JeonGguk pregunta, él debe estar o muy interesado en mi cachorro o cree que si se lleva bien con él y me demuestra ser un buen padre eso subirá puntos, pero no estoy segura de cual de las dos opciones es real. Prefiero elegir la primera porque no quiero que nadie utilice a mi cachorro para llegar a mí. 

—Es porque mamá trabaja mucho en los domingos, — estoy segura de que ha hecho un puchero, incluso si no puedo ver a mi hijo.— siempre sale muy temprano y vuelve al anochecer.— suspiro, he intentado explicárselo muchas veces, pero sigue sin querer entenderlo.— Y tampoco puedo ir a verla al trabajo porque está muy ocupada.

—Cachorro, ya te lo he explicado muchas veces, no puedo pedirles a los tíos Nam Joon y YoonGi que me dejen salir antes.— estamos cerca de casa de YoonGi y HoSeok.

—¡Si le pides al tío Hobi y al tío Jin que les convenzan seguro te dejarían!— está haciendo una pataleta, está cabreado y, como siempre esto comienza irseme de las manos.

—Byong, no le grites a tu madre, si ella trabaja tanto es para que tú puedas tener tantos juguetes, ropa y comida como tú quieras, — Jeon intercede por mí, me sabe muy mal que tenga que ayudarme con este tema.— ella tiene que costear muchos gastos sola, no puede pedirle a los tíos que le quiten horas de trabajo.— su voz es suave, pero no deja de tener un matiz de dureza, es similar a como un padre regaña a su hijo cuando hace algo malo.

—Lo siento mamá. Prometo no volver a quejarme.— estoy cansada, siento el cuello de la camiseta que llevo algo húmedo por la crema, la marca picaba un poco hace unas horas y preferí echarme crema para poder concentrarme en el trabajo.

Aparco en frente de la casa de YoonGi y HoSeok, en doble fila al no haber más aparcamientos disponibles, me desabrocho el cinturón al mismo tiempo que Byong, salgo del coche y mi hijo enseguida se pone a mi lado, JeonGguk sin embargo no sale del coche, sólo baja la ventanilla.

Llamo a la puerta, Byong sujeta una de mis manos con fuerza, agacho la mirada, tiene los ojos llorosos, me pongo a su altura y le sonrío.

—De verdad lo siento mucho mamá, es que a penas suelo verte y... yo también quiero pasar mucho tiempo contigo, quiero que juguemos juntos y, y.— una pequeña lágrima cae rebelde por su mejilla, la quito con mi dedo gordo y doy un beso en su frente.

Soy tu Gamma. //JungKook\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora