26°

4.2K 513 29
                                    

Un fuerte olor a carburante me hace fruncir el ceño y estornudar a Byong, que también se tensa y me aprieta el jersey con un poco más de fuerza.

–¿Quiénes sois? – sirvo es dura y nos mira con prepotencia, cuando su mirada se posa en mí se vuelve de profunda ira. –¡Byong! – grita. –¡Aléjate de ese Alfa! – el cachorro comienza a temblar entre mis brazos.

–Papá llévame a casa, por favor. – susurra.

El desconocido con olor a carburante comienza a coger un color rojizo por culpa de la ira.

–Más os vale desaparecer de esta casa o llamaré a la policía. – su voz se vuelve un gruñido bajo y grave, sus ojos, antes negros, ahora son ámbar. Me levanto de mi sitio, igual que mis amigos, YoonGi se pone delante de su pareja.

Dejó a Byong en el suelo, pero no me suelta en ningún momento.

–Cachorro, aguanta un poco más, te sacaremos de aquí en seguida. – le regalo una sonrisa falsa, al menos consigo que se relaje un poco y suelte mi ropa. – No te separes de tu madrastra, ¿vale? – Byong asiente y se acerca a paso rápido a la mujer.

Antes de salir del salón hago un asentimiento con la cabeza a la mujer, estoy dejando a mi cachorro a su cuidado mientras lucho para que Sook salga de la cárcel y recupere a su cachorro.

Los tres salimos de la casa, pero no hemos avanzado mucho cuando escuchamos los gritos y regaños del hombre.

(---)

Dejo a la pareja en su casa, los rostros decaídos volvieron en cuanto nos subimos al coche hace más de una hora.

Veo cómo entran en casa. Se supone que yo también debería volver a mi casa, pero no tengo ganas, no sabría qué hacer.

Arrancó el coche, a pesar de que no sé donde iré.

Mi móvil vibra en mi bolsillo, Nam me ha mandado un mensaje.

No pueden prohibirte entrar a ver a Sook o estar con ella.
Ve a la cárcel, te estoy enviando un documento que me ha dado el abogado, enseñaselo a los policías.
Por cierto, aprovecha para llevarle la pomada a Sook, Jimin me ha dicho que eso podría ayudarla un poco.

En cuanto leo el mensaje guardo otra vez el móvil y pongo rumbo a casa de Sook, no es tan tarde, a penas las seis de la tarde y, aun aditivo acelero tanto como puedo.

Necesito llegar cuanto antes, necesito ver si mi pareja y cuidarla

Llego a su casa y entro, las luces están apagadas y la morriña por lo que en su día fue una casa llena de sonidos, de un cachorro jugando y correteando, de mi pareja cocinando o dibujando me ataca de una forma dolorosa que me oprime el pecho hasta dejarme sin aire.

No puedo centrarme en ese doloroso sentimiento, tengo que ver a Sook cuanto antes.

Entro al baño de la planta de arriba y rebusco entre los cajones hasta que logro encontrar el bote de crema, lo cojo y lo guardo en mi chaqueta.

Estoy a punto de irme cuando me doy cuenta de que ella probablemente está temblando del frío.

Vuelvo a su habitación y cojo una manta de su armario, con ella entre mis brazos salgo de la casa, cerrando con llave.

Soy tu Gamma. //JungKook\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora