POV JESSICA - POV JACK
Muffins de chocolate, muffins de nueces y pasas, pasteles de manzana, biscochos de naranja y crema, pasteles de piña, brownis, pasteles de chocolate, de limón, de frutas, pie de peras y cheesecake. He terminado con una parte de los postres que estarán a la venta en la tienda el día de hoy y aún es temprano. Ahora solo falta empezar con la otra parte de los pedidos de la tarde que en su mayoría son pasteles, ya Marge y Clark empezaron al igual que Fabio y Pierce que hace rato terminaron con la primera tanda de la línea de salados de la tienda. Juls ayuda a Johana con un gran pedido de galletas surtidas mientras que Henry y Louis llevan un lote de helados que donamos a la iglesia que está muy cerca de aquí.
-Desde que llegaste estas trabajando muy eficientemente Jess, bueno, mucho más que otros días. –dice Pierce mientras pone a funcionar la mezcladora para los glaseados de sus cupcakes y me mira de reojo con una ceja alzada.
-Quiero terminar con los pedidos a tiempo, hoy debo irme temprano a casa.
-Mmm... muy llena de energía, tu piel esta radiante, tienes una sonrisa pícara y tus ojos tienen un brillo especial. Tuviste una gran sesión de sexo anoche con el Señor sin Limites ¿Cierto Jess? –abro mis ojos ampliamente y me detengo por un segundo al ver la enorme sonrisa de Pierce. ¡¿Pero cómo?!
-Perdón ¿Cómo dices?
-S-E-X-O ¡SEXO! Con el Señor sin Límites. –todos en la cocina se detienen y me miran esperando a que yo conteste.
-Eh... claro que no. Yo... solo... estoy bien. –todos empiezan a reírse de mí y yo los miro con asombro por su reacción. ¿Por qué siempre me hacen esto?
-Cada vez que hablas nerviosa ocultas algo. ¡Vamos Jess! No tienes dieciséis tienes treinta y es normal que tengas sexo. Además, dices que debes irte temprano, es decir, tendrás más sexo de nuevo.
-¡Pierce! ¿Quieres callarte? –lo digo con falsa indignación y de nuevo todos ríen. ¡Diablos! ¿A quién quiero engañar? ¡Fue la noche más ardiente de mi vida! Solo con recordar las tres veces que lo hicimos y mirar los lugares donde estuvimos aquí en mi cocina empiezo a estremecerme. En la mesa, en la silla y por último de nuevo en la mesa, solo que esa vez él me puso de espaldas. Fuimos al baño a limpiarnos del desastre de chocolate y crema en nuestros cuerpos y después de eso se portó como todo un caballero. Me ayudo a vestirme y yo a él, no perdía la oportunidad de tocarme, abrazarme y besarme tiernamente. Cuando terminamos de limpiar y ordenar salimos de Sweet Home, me llevo a un pequeño restaurant de comida italiana donde él quería ordenar algo muy complicado, pero yo con lo famélica que estaba solo quería una pizza y entre risas y bromas accedió. Hablamos de las cosas que nos gustan, las que nos disgustan, del trabajo y las actividades que hacemos fuera del él. La noche termino para las dos cuando me llevo a casa y durante todo el viaje nos besamos, tal y como hemos estado haciendo desde que salimos por primera vez. Fue en verdad una noche ardiente y especial. Lo invite a quedarse en mi casa, pero tenía una reunión muy temprano en el WITHOUT LIMITED BUILDING, tal vez era muy importante o no lo sé, ya que no me ha llamado o escrito.
-La evidencia no falla querida. Tienes un maravilloso chupetazo en el cuello que el Señor sin Limites te dejo, casi como "Su Marca". –¿Qué? de inmediato corro al baño para verme al espejo y es cierto, esta mañana no me lo vi en casa. ¡Idiota! Me ha dejado una marca en mi cuello, espero él también tenga una justo donde lo succione intencionalmente para marcarlo, me rio con solo recordar lo divertido que fue. Tocan la puerta del baño y es Juls que entra con emoción y una clara curiosidad.
-¡Cuéntamelo todo!
-Cierra la puerta. –ella lo hace y con las manos me indica que prosiga.
ESTÁS LEYENDO
Irresistiblemente Seducidos
Roman d'amourJessica Stevens ha tenido un gran éxito con su pastelería Sweet Home, el cual, ha logrado en conjunto con sus empleados que son su familia y amigos. La próxima meta es expandir el negocio y gracias a un trabajo de último momento esa meta estará aseg...