POV JESSICA - POV JACK
Cuando desliza las bonitas puertas japonesas mi corazón se acelera más y más, mi cuerpo empieza a temblar y sé que mis mejillas están ardiendo. Cuando entramos observo el hermoso espacio acogedor, donde solo hay un mueble blanco y largo con muy poco espaldar, con cojines redondos de color rojo y negro, una chimenea, un par de mesitas con flores, adornos japoneses en la pared, una luz tenue, pero lo suficientemente clara como para observar bien el exquisito decorado del lugar.
-Quítate los zapatos, puedes dejarlos aquí. –me señala el espacio junto a la puerta y yo enseguida me los quito, él también se quita los suyos dejándolos junto a los míos, se libera del saco de su traje y lo coloca en la percha de la pared. Repentinamente toma mi cara entre sus manos acercándome a él y me besa con mucha ternura y al mismo tiempo hace que camine hacia el mueble. Su beso se hace más urgente y mete su lengua en mi boca acariciando la mía y yo le correspondo con el mismo deseo. Estoy tan excitada que podría dejar a un lado esta tontería del juego y rogarle que me haga suya ahora mismo.
-¿Te gustaron las sorpresas de esta mañana? –me pregunta con voz ronca y agitada. Sonrió al recordar el mensaje que me envió en una paloma mensajera invitándome a cenar y el carruaje que me escolto hasta mi trabajo.
-¡Fueron increíbles! Gracias Jack.
-Estoy para servirte dulzura. ¿Te he dicho alguna vez que tienes unos labios dulces?
-No. Nunca. –ambos reímos por ese comentario y luego me da un casto beso.
-Entonces soy un tonto.
-Sí. ¡Señor Tonto!
-¡Muy bien Ama! Dígame ¿Dónde quiere que la complazca con mi boca?
-Umm. –sus ojos destellan puro deseo y pasa su lengua por sus labios mirándome de arriba abajo.
-Es muy lindo tu vestido, muy adecuado para la ocasión. –traigo un vestido rojo de tiras, engomado en la cintura y de falda plisada. Un look bohemio, pero chic. Mete sus manos por debajo del vestido y las va subiendo acariciando mis muslos lentamente, haciendo que mi piel se erice y arda de todo su toque sensual. Ahora sube mucho más arriba y toca el hueso de mi cadera al mismo tiempo que me hace cosquillas ese toque de sus pulgares, lleva sus dedos hasta el elástico de mi tanga y me sonríe con picardía.
-¿Puedo recomendarte un lugar para empezar el juego? –mi boca está seca, pero logro articular una palabra en voz baja.
-Sí. –mete los dedos en el elástico bajando poco a poco mi tanga, a la vez que se agacha poniéndose a la altura de mi cintura y así poder quitármela completamente. Cuando la saca fuera de mí me mira con diversión y arquea una ceja.
-Qué bonita tanga roja. ¡Muy sexi! –la guarda en el bolsillo de su pantalón y empieza a tocarme de nuevo acariciándome desde las pantorrillas, subiendo por mis rodillas y metiendo de nuevo sus manos debajo del vestido tocando la parte interna de mis muslos. Mi vientre se contrae al sentir hacia donde van sus manos calientes.
-Tienes una piel muy suave. Me gustan tus piernas. –se dirige hacia mi sexo que se encuentra increíblemente húmedo. Toca mi hinchado y latiente clítoris que está deseoso de atención, haciéndome gemir al mismo tiempo que mi respiración se ha acelerado mientras siento su dedo hacer círculos a su alrededor.
-Estas tan húmeda y caliente que lo único que deseo más que nada es probarte. Voy a complacerte con mi boca justo aquí. –oprime mi clítoris y mis entrañas se derriten como mantequilla. Hace que me acueste en el mueble, sube mi falda hasta la cintura y abre mis piernas dejándome expuesta a él. ¡Me mira como ningún otro hombre me ha mirado! Con fuego y erotismo puro haciéndome vibrar de excitación. Empieza con suaves besos en la parte interna de mis muslos subiendo más y más.
ESTÁS LEYENDO
Irresistiblemente Seducidos
RomansaJessica Stevens ha tenido un gran éxito con su pastelería Sweet Home, el cual, ha logrado en conjunto con sus empleados que son su familia y amigos. La próxima meta es expandir el negocio y gracias a un trabajo de último momento esa meta estará aseg...