Capítulo 46 | Miedo

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Encontré hace poco la antigua versión de esta historia, esta iba a ser la historia antes

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Mi forma de escribir allí es HORRIBLE

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Golpes rápidos se escucharon afuera al igual que el sonido repetido del timbre de la gran casa, el mayor que se encontraba observando al chico profundamente dormido apretó sus puños mientras tomaba camino a la puerta principal con una clara molestia. Abrió de un tirón la puerta de madera y miró a los dos hombres con el ceño fruncido al igual que él.

–Hasta que al fin abres –los adultos pasaron sin pedir permiso y caminaron directo a la sala–, tenemos que actuar rápido.

–Actuar ¿En qué? –caminó con paciencia hasta llegar donde estaban sus viejos amigos y sentarse en uno de sus caros sofás.

–¿Todavía lo preguntas? –habló el otro y Min seguía mirándolos con confusión.

–¿Qué vamos a hacer con Jimin y TaeHyung? –enseguida YoungSoo entendió todo–, no quiero que esas dos escorias estén cerca de mi hijo –terminó NamHyuk.

–Tenemos que hacer algo rápido porque HoSeok se me está desviando del camino –gruñó DongYul–. Si sigue así, va a terminar haciendo lo mismo que su hermana y no me conviene.

YoungSoo los miró expectante mientras pensaba en cómo hacer para separar a esas dos personas sin que salga ninguno –y con ninguno se refiere a ellos tres–, no podía permitir que el marica Park siga cerca de su hijo y mucho menos que su hijo esté cerca de Taemin.

–¿Y nuestras esposas? –alzó una ceja– ¿Qué haremos para que no se pongan como psicópatas tratando de averiguar que le ocurrieron a las cosas esas y qué por supuesto no sospeche de nosotros? Recuerda que somos los únicos que no apoyamos a esos dos.

–Tenemos que trabajar limpiamente –habló Min–, ¿Qué haremos?

Jung miró alrededor pensando en que hacer para que Park Jimin y Kim TaeHyung se alejaran para siempre de su familia.

–Y si... –miró sus pies tapados por sus zapatos de punta– los sacamos del país –Min y Kim le mostraron interés con sus miradas–. Hacemos que los hijos de su madre lleguen al otro lado del mundo si es posible, que terminen por el Sur de África o Sur América y no los encuentren jamás.

–Me parece buena idea –ladeó la cabeza– y ya sé cómo –se levantó del sofá y miró a NamHyuk–. Vamos a necesitar a varios de tus contactos.







Min YoungSoo ahora se encontraba de nuevo mirando a su preciada joya, solo que esta vez miraba como lentamente este abría los ojos y miraba a su alrededor con el entrecejo arrugado junto a sus ojos hinchados debido a tanto llorar, sus labios partidos debido a los golpes y algunos moretones alrededor de su rostro. Soo sabía que se le había pasado un poco la mano con el castigo pero se lo merecía, se lo merecía por habérsele ofrecido a su hijo, por ser una completa puta y dejar que otro hombre que no sea él tocara su cuerpo, el cuerpo en el que él había gastado millones de dólares porque quedó completamente enamorado de este, así que solo era suyo y solo él podía tocarlo pero parece que eso no le quedó claro a su pequeño Taeminie.

–Taemin –lo llamó– Amor ¿Cómo te sientes? –el menor conecto mirada con el adulto y algo de miedo se apoderó de él– El doctor me informó que debes unos cuantos días de reposo –adentró sus dedos en las hebras castañas–, así que te voy a consentir mucho, como el bebé que eres.

El corazón de Lee estaba destrozado, su amor por el mayor se convirtió en duda, miedo y quizás rencor. Lo que sucedió la noche anterior no había ocurrido nunca, el sí recibía sus castigos pero nunca llegaron a ser tan fuertes como este; su cerebro le decía que se quedara tranquilo y aceptaa sin rechistar su pena pero su corazón decía todo lo contrario, este le decía que su mayor no era bueno, que ese señor no podía estar cerca de él más.

–Amor... –sobó su mejilla golpeada– ¿No me dirás nada?

Taemin cerró sus ojos por unos segundos para luego hablar. –¿Por qué... lo hiciste? –su voz se escuchaba endeble.

Min volvió a su habitual ceño fruncido y examinó los ojos que poco a poco de aguaban, ¿De verdad el preguntaba eso?

–Pensé que tú sabías la razón –alejó sus arrugadas manos de su cuerpo–, te portaste mal, muy mal Taemin.

La primera lágrima abandonó su ojo –Nunca habías sido tan... rudo.

YoungSoo siguió con su mismo semblante, sin sentir una pisca de remordimiento por lo que había causado. –Te lo merecías –se levantó de la orilla de la cama y miró fijamente al chico– no se habla más del tema –se aflojó su corbata–. Y ni se te ocurra decirle de esto a alguien, así que hasta que te recuperes no saldrás de esta habitación.

Terminó de hablar para después dirigirse a la puerta y cerrar esta con llave dejando al lastimado chico sollozando y rogando en silencio que alguien pensara en él y lo sacara de allí.

Ayuda... Tengo miedo.







En aquella casa los jóvenes estaban reunidos en la sala de estar mientras veían televisión tratando de despejar su mente aunque eso era algo inevitable, el cualquier momento sus padres los llamarían para seguir en discusión con el ya fastidioso tema. Todos –sin excepción– querían que esto acabe lo antes posible.

–Hyung... –miró los ojos felinos– hagamos algo para comer, tengo hambre.

–Okay, pero tendremos que ir a la otra casa –acarició las pequeñas manos–, aquí no hay mucha comida.

Jimin hizo un puchero –Entonces no hagamos nada –dijo y se abrazó al torso de YoonGi.

–En algún momento tendremos que ir, Jiminie –habló la chica quien tenía a Jeon a su lado recostando su cabeza en el hombro de ella.

–Lo sé, pero por ahora no quiero.

–Pero creo que la mayoría tiene hambre –comentó Jin– así que algo tenemos que hacer –tiró su cabeza hacia atrás.

–¿Por qué no vas tú y busca algo para comer y lo preparamos aquí? –preguntó HoSeok mirando a T/N.

–Y ¿por qué yo? –frunció su ceño– tan bello tú enviando a la más pendeja –se notó su sarcasmo.

HoSeok rodó los ojos y volvió a mirarla –Pequeña chiripa piensa –se acomodó en el sofá– tú te viniste infiltrada anoche aquí, asi que puedes tomar como excusa, si alguien te encuentra claro, que nos vas a traer comida porque pensaste como la gran amiga y hermana que eres que quizás tus hermosos amigos y hermanos tenían hambre –finalizó y posó su cabeza en las piernas de TaeHyung.

–Hobie, tiene razón –apoyó Jungkook.

T/N se levantó con fastidio del sofá y con suma paciencia salió de la casa para ir a la principal. Entró en total silencio verificando mirando a todos lados si alguno de los mayores estaba en el área, pero no, por el momento no había nadie alrededor. Con confianza caminó hacia la cocina abriendo la puerta y encontrándose con su madre tomado de una taza en la isla.

–¿Por qué no dormiste anoche en tu habitación, ___?... 

Tengo miedo

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Pervert House  ✗  BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora