Como enamorar a un mesero huraño.

Alianzas.

-O-oye Miguel- el moreno de ojos ambar trago saliva grueso antes de continuar.

-Yo sé que estás enamorado de Hiro y yo como tu amigo y compadre lo respeto, pero hay un pequeño problema, algo tan ligero y poco importante que no sé porque no te lo dije antes...

Ahmitambiénmegustaelchinomamóndelcafé.

Y bueno, ¿quien tiene hambre?- el otro chico lo miró confuso ante la declaración.

-Oye n...-

-Pero espera, antes de que digas algo, yo te eh visto con el chino tuerto del salón y poniéndolo en palabras del sabio haz de luz de nuestra generación:

Si con el tuerto pasas el rato, vamo a ser feliz vamo a ser feliz, felices los cuatro yo te acepto el trato y así no nos peleamos.-

-Marco- el chico dio una calada a su cigarrillo y soltó el humo en un suspiro.
-Eso fue patético, si yo fuera Miguel te hubiera estrangulado casi desde que comenzaste.- dijo el chef con una ceja alzada y mirando su cigarrillo arder en su mano.

-Además ¿porqué quieres decirle que te gusta? Solo, sigue acercándote a Hiro poco a poco y cuando menos te des cuenta ya estarán en una relación, en ese momento tú amigo se dará cuenta el solo.-

-Kyle, eso no lo hacen los amigos. Miguel es como mi hermano de otra madre y no podría traicionarlo de esa manera. En realidad no debí enamorarme de Hiro desde un principio, ¿que voy a hacer? soy lo peor del mundo- el músico ya estaba sentado en el piso con sus manos sosteniendo su cabeza desesperado. Hasta que una brillante idea cruzó por su mente.

~Oye Kyle~ dijo en un tono coqueto.
Se puso de pie y acorralo al joven de ascendencia china contra la pared. El otro enarco una ceja sin inmutarse de la acción del ojiambarino.

-A que horas sales por el pan, guapo- dijo acercándose peligrosamente a los labios del azabache.

El asiático soltó todo el humo del cigarro sobre la cara de Marco en respuesta.

-Oye- comenzó a toser y se apartó del chico.

-Mira, en primer lugar yo no "salgo por el pan" yo hago el pan y en segunda, cuando dije que te ayudaría solo te pedí que estuvieras seguro de lo que sientes por Hiro, no me gusta que la gente juegue con los sentimientos de las personas y eso incluye intentar ligarme para olvidarte de Hamada.-

-Pero es qué no me debería enamorar del crush de mi mejor amigo- dijo formando un puchero.

-Entonces olvidate de él-

El pequeño Marco no sabía que hacer volvió a sentarse en el piso sumido en sus pensamientos mientras el cocinero apagaba su cigarrillo y volvía al luckycat.

Mientras tanto en la cafetería, Hiro tenía pocos minutos de haberse marchado del café y Miguel mantenía su mirada de rabia saltando entre Marco y Kubo.

Sin decir nada más su amigo mexicano salió del local a toda prisa sin siquiera mirarlo así que toda su atención volvió al asiático del parche.

-Me mentiste, tu dijiste que el plan funcionaria- el moreno dedicó otra mirada acusadora a su compañero.

-Y lo hizo, tenemos que pasar a la siguiente fase del plan.- respondió el japonés con una sonrisa felina.

Unos días atrás.

-Eres un tonto Rivera.-

-N-no, espera era ojos... - pero el genio ya había entrado de vuelta al café. Soltó un suspiro derrotado y dio media vuelta para volver a casa.